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La insignia
19 de junio del 2007


En política no hay amigos


Eduardo Stanley
La Insignia. EEUU, 1 de junio del 2007.


El 3 de junio se anunció en Sacramento, capital de California, que el general Vang Pao y otros siete líderes de la comunidad hmong habían sido arrestados por conspiración para derrocar al gobierno de Laos. La noticia sorprendió a esta comunidad de aproximadamente 275.000 personas, distribuidas principalmente en California y Minnesota, que tiene al general Pao por líder indiscutible.

A mediados de la década de 1960, durante la Guerra de Vietnam, Washington decidió abrir otro frente para presionar a Vietnam del Norte. Debido a la prohibición del Congreso de Estados Unidos de extender la guerra a segundos países, la operación fue "secreta". Para llevarla a cabo, la CIA contrató a un general del ejército imperial de Laos que ya había trabajado para el ejército francés cuando luchaba por mantener la ocupación en Vietnam: Vang Pao, de origen hmong.

Los hmong son una de las numerosas etnias de Laos y suman 4 ó 5 millones de personas en el mundo. La mayoría vive en China, de donde provienen, y también en otros paises del área. En Laos representan el 5% de la población (unas 300.000 personas) y viven en zonas montañosas cerca de las fronteras con China y Vietnam.

El general Vang Pao reclutó unos 20.000 hmong para la "guerra secreta". Washington invirtió millones de dólares en esta operación, de vital importancia para sus intereses, y creó un verdadero poder militar dentro de Laos. Usaban la técnica de guerrillas para atacar a los vietnamitas del norte y a las fuerzas del Pathet Lao, que buscaba tomar el poder en Laos. Algunos documentos aseguran que Pao estaba involucrado en el tráfico de opio, con la bendición de la CIA.

En 1973, Estados Unidos firma la paz con Vietnam y sale apresuradamente de la región, abandonando a sus aliados a su suerte. Muchos se habían convertido en soldados del general Pao debido al sistema tribal (de alianzas por amistad, tradiciones y parentezco), sin conciencia de lo que ocurría ni de quién era el enemigo, aunque después aprenderían a decir que combatían al comunismo.

En 1975, el Pathet Lao toma el poder. Entonces, los hmong que habían apoyado al general Pao -quizá el 50 por ciento de la población de ese origen en Laos- tuvieron que huir y abandonar sus tierras. Familias enteras iniciaron una odisea de semanas y hasta meses atravesando la jungla, principalmente de noche para no ser detectados, hasta llegar a Tailandia. Una vez allí eran enviados a campos de refugiados, donde esperaban la ayuda del gobierno de EEUU. Después de varios años de silencio, Washington accedió, ya en la década de 1980, a recibir a miles de hmong.

Aunque apoyados inicialmente por el Estado, la mitad de la población hmong de EEUU vive en la pobreza. La generación de los nacidos en Laos mantienen los sueños de regresar a su tierra. Para la nueva generación, en cambio, las cosas son diferentes y muchos cuestionan -aunque tímidamente- ciertas tradiciones culturales y la propia participación de sus mayores en la "guerra secreta".

¿Guerra secreta? ¿A quién benefició? ¿Quién la organizó? ¿Por qué los dejaron solos en 1973? ¿Por qué se enfrentaron a organizaciones y países cuya existencia ni siquiera conocían? No hay respuestas claras. No por parte del general Pao y su entorno. No por parte del país que los usó y les da migajas. No por parte de las organizaciones que buscan adoctrinarlos.

La comunidad hmong deberá aprender algo más de la guerra, cuyas consecuencias sigue padeciendo después de tanto tiempo. En política -la guerra es parte de ella- no hay amigos ni moral, sino socios e intereses.



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