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La insignia
7 de junio del 2007


Cindy Sheehan


Texto y fotografía: Eduardo Stanley
La Insignia. EEUU, 1 de junio del 2007.


Cindy Sheehan

Fresno.- El pasado 28 de mayo, Día del Recuerdo (Memorial Day, en honor a los caídos en las guerras), Cindy Sheehan decidió dejar de ser "el rostro" del movimiento contra la guerra en Estados Unidos, según explicó en una carta de aproximadamente mil doscientas palabras.

Sheehan, nacida en 1957, a quien podría considerarse una típica ama de casa estadounidense, comenzó a cuestionar públicamente la invasion de Irak después de que su hijo Casey muriera en Bagdag en el 2004. Un año después logró atención nacional e internacional cuando acampó durante tres semanas frente al rancho del presidente Bush en Téxas "para preguntarle por qué noble causa ha muerto mi hijo". Bush, el "presidente de la guerra", nunca tuvo valor para enfrentarse a ella.

Inicialmente, el blanco principal de Sheehan era el presidente y el Partido Republicano. Se transformó en la "estrella" de la izquierda y era invitada a foros, conferencias, marchas. La derecha, al unísono, la atacó sin cesar y buscó por todos los medios desacreditarla. Hasta que ella empezó a cuestionar la complicidad de los demócratas. Entonces, muchos "liberales" -explica Sheehan- comenzaron a atacarla igual que los conservadores.

"Creo que nadie escuchaba cuando decía que el tema de la paz no es cuestión de derecha o izquierda, sino de justicia o injusticia", expresa la activista, para luego llegar más lejos en su crítica. "Casey murió por un país que se preocupa más por quién será el próximo 'ídolo de América' que por cuantas personas morirán en los próximos meses, mientras republicanos y demócratas juegan a la política con vidas humanas".

Sheehan hace un profundo análisis del poder de EEUU, en manos de dos partidos que más que contrincantes son cómplices de un estatus quo de desigualdad y abusos de poder. "En todo el mundo se ríen de nosotros porque permitimos a nuestros politicos facultades delictivas, y si no buscamos alternativas a este sistema corrupto de dos partidos, nuestra república representativa morirá para ser reemplazada por algo hacia donde ya se está dirigiendo sin cuestionamientos, un basurero corporativo fascista".

Sheehan tiene motivos para sus críticas: el 25 de mayo, el Congreso, con mayoría del Partido Demócrata, aprobó una ley que otorgó a Bush lo que quería: 120.000 millones de dólares hasta septiembre del 2007 para la guerra! En noviembre del año 2006, en parte gracias a las movilizaciones de los inmigrantes, los demócratas recuperaron en control de ambas cámaras del Congreso. Las encuestas indicaban el interés central de los votantes de terminar la guerra. Los demócratas pasaron una propuesta de ley en tal sentido, sabiendo que Bush la vetaría, pero en apenas unos días aprobaron el presupuesto solicitado desde la Casa Blanca.

"La conclusión más desvastadora a la que he llegado esta mañana (28 de mayo) es que Casey murió realmente por nada. Su preciosa sangre se derramó en un país lejano, sin su familia que lo amaba, muerto por su propio pais que está en manos de una maquinaria militar que controla hasta los pensamientos", afirma Sheehan, quien también alude a la propaganda masiva en favor de la guerra, con la ayuda de los principales medios de comunicación.

La activista muestra también su desilución con la izquierda y el movimiento pacifista, a los que critica por hacer poco o por anteponer su protagonismo y egocentrismo al trabajo político. En Estados Unidos, el "centro" se ha corrido hacia la derecha gracias al trabajo constante y disciplinado de grupos conservadores y religiosos, que han logrado incorporar su lenguaje al debate politico social. Así, la lucha contra el terrorismo, la seguridad fronteriza, la libertad y hasta la democracia se han convertido en parte del discurso y justificación de Washington para juzgar y atacar a otros países.

De puertas para dentro, dado que la ideologia de la sociedad es la ideologia de la clase dominante, es casi natural que el pueblo estadounidense está controlado por la "fábrica de sueños", estilo Hollywood, con que los medios y centros de producción/reproducción de ideas y percepciones -incluidas la mayoría de las iglesias- bombardean a la población. Sheenan no tardó en comprender la dimension de este monstruo que trabaja sin cesar para mantener el control ideológico de la población y ante el cual los llamados "liberales" (progresistas) poco pueden o quieren hacer. La principal preocupación de Sheehan va dirigida a los jóvenes que, como su hijo, son carne de cañón de la voracidad de las corporaciones que organizan y se benefician de las guerras a través de los gobiernos que instalan:

"Nuestros bravos jóvenes de Irak han sido abandonados indefinidamente por la cobardía de sus líderes, que los mueven como peones sobre el tablero del ajedréz de la destrucción, mientras que los iraquíes han sido destinados a la muerte, o a una suerte peor que la muerte, por personas que se preocupan más por resulatdos electorales que por la vida humana."

Finalmente, Cindy Sheenan expresa su deseo de dedicar tiempo a recomponer su entorno familiar y sus finanzas personales, después de varios años de viajes y actividades agotadoras donde no encontró el eco esperado, aunque seguirá con algunas actividades. "Hasta pronto -dice en la parte final de su carta-. No eres el país que amo y me he dado cuenta de que no importa cuanto me sacrifique: no puedo hacerte mejor salvo que tú quieras. Ahora depende de tí". De todos nosotros.


Imagen: Cindy Sheehan durante una visita a Fresno (23 de marzo del 2005).



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