Mapa del sitio Portada Redacción Colabora Enlaces Buscador Correo
La insignia
26 de julio del 2007


Jugada de príncipe


Marisol García (*)
La Insignia. Chile, julio del 2007.


De las cientos de miles de fotos de Prince, queda en la memoria el retrato imborrable de su rostro moreno rayado con la palabra slave. Como un "esclavo" eligió presentarse hace doce años el cuarentón más famoso del funk. Lo ahogaba un juicio contractual con Warner, en el cual llegó a decir que el sello había convertido su nombre "en una etiqueta". Durante un tiempo, Prince fue un signo impronunciable al que había que llamar "el artista antes conocido como Prince".

Vinieron luego más discos (ninguno a la altura de sus álbumes de los 80, hay que decirlo), pero el autor de "Kiss" y "Purple rain" no logró jamás sacudirse la alergia que le producen las multinacionales de la música. Intentó saltárselas, como tantos, con internet, y hoy encrispa de nuevo a las disqueras con su decisión de regalar su nuevo álbum junto a un diario inglés. Planet Earth fue el sorprendente añadido gratuito a la edición del pasado domingo del Mail on Sunday. Se despacharon 2,9 millones de copias, y al día siguiente ya había cientos de sitios con los MP3 a disposición. El disco estará en tiendas el próximo martes 24, pero también se regalará entre quienes asistan a sus conciertos de agosto y septiembre.

"Es un insulto contra todas esas disquerías que han apoyado a Prince a lo largo de su carrera", reaccionó, airado, un vocero de los comerciantes minoristas británicos. Otros lo han acusado hasta de "devaluar su propio trabajo". Pero el cantante prefiere hablar de márketing directo: "Tengo el derecho a no participar de los negocios especulativos de la industria del disco, que justo ahora pasa por tiemos tumultosos".

Ningún músico había intentado nunca una promoción como ésta. En parte, porque muy pocos tienen los recursos para financiar tal cantidad de discos sin ninguna participación de regalías. Pero incluso así, el cálculo grueso arroja que Prince no ha hecho un mal negocio. Las regalías de los músicos nunca han sido gran cosa (9 por ciento, con suerte), y son los conciertos y los derechos de autor el modo en el que las grandes figuras del pop forjan su fortuna. Aun más: habría sido impensable que Planet Earth llegase a tal cantidad de hogares de no mediar una promocion como ésta. Como campaña publicitaria, la idea ha sido efectiva. Como iniciativa, es probable que muy pronto tenga imitadores. Sin despeinarse, Prince le ha asestado otro golpe bajo a una industria con ya incontables hematomas.


(*) Marisol García es periodista y dirige la bitácora De Gira

Artículo publicado originalmente en La Nación Domingo.



Portada | Iberoamérica | Internacional | Derechos Humanos | Cultura | Ecología | Economía | Sociedad Ciencia y tecnología | Diálogos | Especiales | Álbum | Cartas | Directorio | Redacción | Proyecto