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La insignia
22 de enero del 2006


Bibliálogos

Sesenta años de Paidós


Ariel Ruiz Mondragón
La Insignia. México, enero del 2005.


Fue en 1945 cuando en Buenos Aires dos profesores universitarios argentinos, Jaime Bernstein y Enrique Butelman, dieron forma a la idea de fundar una nueva editorial en la que publicaran libros que hicieran accesibles al público de lengua española obras que resultaban indispensables para el conocimiento de temas relacionados con la infancia desde diversas disciplinas, tales como la psicología y la pedagogía. La nueva casa fue nombrada Paidós (palabra griega que significa "del niño"), y su primer libro fue Conflictos del alma infantil, de Carl Gustav Jung.

Sin embargo el interés despertado por la nueva editorial hizo necesario ampliar los temas, los autores y las disciplinas que tenían cabida en ella. Por ello pronto rebasó los temas infantiles y ha terminado por abarcar una gran cantidad de ciencias humanas y sociales, en los que se abordan desde la salud hasta la música, desde la historia antigua hasta la contemporánea, desde la epistemología hasta el cine, desde la teoría política hasta la divulgación de la ciencia.

La editorial no sólo amplió su catálogo, sino también su ámbito de influencia: en 1979 fue inaugurada su sede en Barcelona, España, y cuatro años después hicieron lo mismo en la ciudad de México. Con ello también extendió su prestigio debido a la calidad de su trabajo editorial y de sus autores.

En los años recientes dos hechos han sido importantes en la vida de la editorial: en 2003 Espasa adquirió un paquete de acciones mayoritario de la editorial, con lo que pasó a formar parte del Grupo Planeta; por otra parte, la muerte de Enrique Folch, editor en jefe de Paidós España, acaecida a fines del año pasado.

Con motivo de los 60 años que Paidós cumplió el año pasado, entrevistamos al ingeniero Carlos Graef Sánchez, gerente general de Paidós Mexicana, con quien charlamos acerca de los siguientes temas: el origen de la editorial, el perfil de sus lectores, sus colecciones principales, la relación entre las tres sedes de Paidós, su integración a Grupo Planeta, su contribución a la cultura iberoamericana y sus planes a futuro.


Ariel Ruiz (AR): ¿Cuál fue la razón de ser de Paidós en el mercado editorial en 1945?

Carlos Graef (CG): Jaime Bernstein y Enrique Butelman, los fundadores, se dieron cuenta de que había una dificultad importante en la transmisión del conocimiento porque los libros estuvieran en idiomas distintos al español, como el inglés y el francés, y que había necesidad de acercar esos conocimientos que estaban en el mundo al estudioso argentino. Además tuvieron un proyecto de vida de hacer una editorial que los acercara a temas de psicología infantil y de pedagogía, por lo que fundan Paidós y empiezan a editar libros para el mundo de habla hispana. Así se mantiene la editorial, aunque a veces cambia de dueño, ya que hay algunas transmisiones de acciones.

Se mantiene así hasta 1978. Se comercializaban los libros de Paidós, siempre académicos, que eran de pedagogía y psicología, pero también para ese momento ya eran de filosofía, comunicaciones, sociología. Es entonces cuando se decide abrir la casa comercial en España, en Barcelona, y contratan como editor en jefe a Enrique Folch, quien después ocuparía ese cargo para toda la casa Paidós. Muy aprisa se abre la posibilidad editorial para Paidós, porque además de los libros académicos empieza a hacer libros de divulgación académica y de interés general, con el tono de que son libros para el que ya sabe algo y quiere saber más. Es una oferta de conocimiento, y así crece Paidós.

Hasta el día de hoy tenemos casi tres mil títulos en el catálogo, vigentes y que se están comercializando todo el tiempo; esto se logra con aportes de las casas española, argentina y mexicana, y se comercializan en todo el mundo de habla hispana, incluyendo Estados Unidos y Canadá (entre los hispanohablantes, por supuesto).

Ahora tenemos un catálogo grande que nos permite seguir siendo muy robustos, muy sólidos en la parte académica; hay un buen tramo de libros de divulgación, libros que son útiles para el estudioso aunque sean de interés general. El 70 por ciento de nuestros libros son de interés general, y el 30 por ciento siguen siendo académicos.

AR: ¿A qué tipo de lector está dirigida la propuesta de Paidós?

CG: Una persona que ya tiene un cierto bagaje cultural encontrará siempre una propuesta de gozo, de placer en los libros de Paidós. Por ejemplo, el libro de Samuel Huntington Choque de civilizaciones, editado en inglés en 1996, compramos los derechos y en 1997 aparece en español, en donde habla de que la beligerancia en la humanidad ya no está dada por el atesoramiento o por el motivo de ampliar un territorio, sino por las fricciones que se dan por las diferentes cosmovisiones que tienen los grandes grupos: el occidental, el oriental, el medioriental, el hispanohablante, etc.

El libro tiene cierto comportamiento comercial hasta que hay el ataque terrorista del 11 de septiembre en Estados Unidos. En ese momento Huntington había advertido que el ataque sería por diferencias culturales. Paidós se enorgulleces de haber seleccionado para su fondo editorial un libro en el que se da cuenta que la sociedad mundial tiene estas posibilidades de crear problemas, y en el libro se denuncia anticipadamente.

El sociólogo, el etnólogo, el historiador, el académico en general, necesita como fuente de información un libro de este tipo. Gente como yo, que disfruta de la lectura, se acerca al libro y ve que con base en la información disponible hizo algunas conjeturas, algunas síntesis, y anunció que habrá fricciones culturales importantes que pueden llevar a la guerra.

AR ¿Cómo es su trabajo editorial, cómo se acercan a los autores?

CG: En la parte académica, cuando hay alguna innovación en los métodos de enseñanza, como en la psicología, en el psicoanálisis, nosotros contratamos los libros donde se exponen para mantener a nuestro público académico informado de los avances en esas ciencias.

Si hay algo que dice alguien que tiene algo que decir, tratamos de tenerlo en casa como autor, directa o indirectamente, porque en el mundo editorial, tras bambalinas, hay unas figuras importantísimas que son las agencias literarias. La editorial contrata con el autor o con la institución que publica a cierto autor y comercializa los derechos de edición para otros idiomas; nosotros vamos y contratamos con 10 o 15 agencias literarias, y con eso vamos formando nuestro acervo editorial.

Eso es como el 60 por ciento de lo que hacemos; también tenemos libros por encargo, que es cuando sabemos que una persona, como un investigador, está escribiendo o va a escribir acerca de cierto tema, y entonces nos acercamos a él y por encargo le pedimos que haga un libro sobre ese tema.

Son fuentes que hacen que nuestro fondo editorial tenga redondez.

AR: ¿Cuáles son las principales colecciones de Paidós?

CG: Hay muchas, tenemos unas 110. Hay una colección que no tiene que ver con lo grande o con lo actual, sino que tiene que ver con la historia de 60 años de Paidós, que tiene muy buenos libros, algunos de ellos son joyas, y varios son relevantes y emblemáticos, que definen la intención general de Paidós y que se han rescatado. Esa colección se llama "Surcos", que se llama así en el sentido de la huella que deja el arado, la huella que hemos ido dejando en el camino para sembrar conocimiento. En ella ponemos los títulos que son muy notables, los que son distintivos de Paidós. Allí están, por ejemplo, el libro de Michael Hardt y Toni Negri Imperio, el nuevo manifiesto socialista para el siglo XXI; está también la obra de Karen Armstrong, Jerusalén, que es la historia de la ciudad que es fundamental para tres de las grandes tradiciones que allí coexisten: el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. Además hay otros títulos de no menor relevancia.

Este tipo de libros de pensamiento, de análisis con visión humana, estarán en "Surcos", pese a haber sido de otras colecciones. Entonces en aquella colección seguiremos sacando esas grandes perlas que hace el tiempo.

AR: ¿Cuáles otras colecciones son las más importantes?

CG: Hay otra colección muy bonita, que me gusta mucho, que es la historia no desde la palestra del que enseña las grandes batallas, los grandes gobernantes o reyes, sino de la vida de la gente como nosotros, de la vida cotidiana, colección que se llama "Orígenes", la que tiene un sabor muy agradable y unos títulos importantes.

También hay temas que son notables en la historia contemporánea, que ya no son periodismo, sino que son cosas que pasaron y quedaron fijas en el tiempo porque han tenido consecuencias en los finales del siglo XX y principios del XXI, y que ya son historia. Para estos temas tenemos la colección "Historia contemporánea".

Hay otra colección que me gusta mucho, que habla del cuidado de nuestra salud y de quienes nos rodean, con temas como el de qué pasa con quien ha tenido una afección coronaria y cómo es y debe ser su entorno, qué pasa con el diabético, por ejemplo. La colección es "Cuerpo y salud", que son libros sencillos para el lector común.

Una más es la colección mexicana "Uno y los demás"en la que se tratan temas de relaciones humanas. En ella está, por ejemplo, el libro Primeros auxilios psicológicos, en el que de forma sencilla y amena se orienta a dar apoyo a las personas con ciertas manifestaciones de problemas psicológicos antes de ir al especialista.

AR: Pasando a otro tema, ¿cuáles son los autores que llevan el sello de la casa, los más significativos para Paidós?

CG: En teoría política o política económica tenemos a aquellos pensadores e ideólogos políticos que empujaron seriamente la globalización y la mundialización de la economía, y que después han puesto el acento en aspectos de orden social. Entre ellos tenemos a grandes pensadores como Alain Touraine, Ulrich Beck, y John Gray.

En filosofía y divulgación de la filosofía hay uno que me viene a la mente, André Comte-Sponville, filósofo francés contemporáneo que habla de los conceptos poniéndolos al alcance de las personas comunes. Es notable, porque no habrá quien diga que no es importante como propuesta de pensamiento occidental a fines del siglo XX y principios del XXI.

Otros lo son, por supuesto, Huntington, Hardt y Negri. En la colección "Orientalia" tenemos, por ejemplo, a Mircea Eliade.

Pero no me atrevería a decir que el autor emblemático de Paidós es tal, sino que es el grupo de autores; cada uno es importante.

AR: ¿Cómo trabajan las tres casas de Paidós: la argentina, la española y la mexicana?

CG: Hay una autonomía muy seria que permite a cada casa operar por su cuenta. No hay limitaciones, pero hay lineamientos, como el de que nunca haríamos la obra que no cabe en el perfil de Paidós, lo que nos queda muy claro a todos. Siempre serán libros de no ficción, del área de ciencias humanas y sociales, y se hará la distinción entre libros académicos y de interés general. En eso somos inamovibles.

También hay una directriz importante, y que atendemos sí o sí: en Paidós sólo se editan buenos libros. El libro es bueno o no lo editamos; si tiene una propuesta de conocimiento, lo editamos. Allí el bagaje cultural del autor nos importa mucho.

Administrativamente nos compramos y vendemos libros: España nos manda una muestra de lo que edita, aquí hacemos una consulta al área comercial y hacemos nuestro pedido. Lo mismo ocurre en el caso de Argentina.

Hay una directriz bienintencionada: que todos los libros que se editan en las casas de Paidós estén en las otras también, que formen parte de su catálogo. En mi catálogo hay libro editados en España, en Argentina y en México, mezclados. En eso no hay limitación.

Si veo que un libro en México se va a vender poco por el tema, entonces compramos cien, y lo vendemos en algunas librerías importantes. No mandamos los libros a todas las librerías, sino a librerías con cierto perfil porque su público tiene una preferencia determinada. En ese sentido tratamos de ser muy respetuosos con los libreros.

AR: Hace dos años Paidós pasó a incorporarse al Grupo Planeta. ¿Qué cambios ha traído este hecho, cómo es la relación con el grupo?

CG: Se compraron acciones cupularmente, lo que a nosotros no nos afectó, aunque sí hubo la incertidumbre de la compra, pero los dueños nos dijeron que la única directriz que tenemos es la continuidad: Todos los proyectos autorizados van adelante, no cambia nada. La continuidad es el lineamiento importante en el esquema.

En la parte administrativa, los resultados, las cifras de cómo va la contabilidad, antes se reportaban a un personaje, y ahora se hacen a otro personaje, y nos da lo mismo. Nada más hay otros responsables.

Por lo que hace a la vida misma de la editorial, nada ha cambiado. Es el mismo juego con diferentes jugadores. No ha habido influencia de ninguna especie.

AR: ¿En México manejan otros sellos?

CG: Sí, a Oniro, una colección de títulos novedosos que van por el lado de la crianza de los hijos de una forma ligera, como qué hace la mamá con un niño revoltoso, por ejemplo.

La distinción importante es que lo que se puede poner en Paidós no se pondría en Oniro, y viceversa. Esa editorial tiene libros dedicados a niños, a jovencitos de 11 años que empiezan a acercarse a la adolescencia.

Oniro es el único sello que manejamos. En realidad tendríamos que pensar en hacer un esfuerzo comercial diferenciado -Paidós por un lado y Oniro por el otro-, pero hasta hoy no ha sido necesario.

AR: ¿Cuál considera que es la principal contribución de Paidós a la cultura iberoamericana?

CG: Hay una directriz: nuestros libros tienen que ser básicamente universales. No haríamos un libro sobre una problemática local; nuestros libros deben tener la capacidad de decir algo a todo mundo, sin particularidades locales. Esto no quiere decir que las aportaciones a América Latina no sean importantes; quiere decir que no serán de América Latina para sí misma. ¿Qué pasa con el latinoamericano hoy ante la globalización? Eso también se vende en España porque siempre será interesante.

Sí es importante estar poniendo y haber puesto conocimiento de todo el mundo en español al alcance del académico, o del interesado en saber más en cualquier lugar del mundo donde se hable español, incluyendo Miami o Chicago, por ejemplo. Allí hay una contribución: llevamos ese conocimiento a cualquier lugar en donde haya quien esté interesado.

La importancia es que se vuelve accesible el conocimiento de estos autores que vienen de todos lados del mundo a las personas que quieran saber un poco más en español.

AR: ¿Qué planes a futuro tiene Paidós?

CG: Es la continuidad. Seguiremos los perfiles editoriales que nos hemos trazado, que creemos que tiene forma dentro de Paidós, y seguiremos editando para los maestros, para el conocimiento de la historia cotidiana y para dar mejor calidad de vida a quien tiene problemas de salud. En ese sentido no hay ni habrá ningún cambio espectacular. El conocimiento va avanzando cada vez más aprisa y nosotros vamos detrás de él. Hasta hoy lo hemos logrado, mañana no lo sé.



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