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15 de mayo del 2005 |
Carlos Marx
(...) Si la burguesía "mantiene la injusticia en las relaciones de propiedad" políticamente, es decir, por medio del poder del Estado, no quiere decir que la cree. "La injusticia en las relaciones de propiedad" condicionada por la moderna división del trabajo, por la forma moderna del cambio, por la competencia, la concentración, etc. no brota ni mucho menos del poder político de la clase burguesa, sino que, por el contrario, es el poder político de clase burguesa el que brota de estas modernas relaciones de producción, que los economistas burgueses proclaman como leyes necesarias y eternas.
Por tanto, si el proletariado derroca el poder político de la burguesía, su victoria no pasaría de ser pasajera, sería solamente un cambio al servicio de la misma revolución burguesa, como lo fue en el año 1794, mientras la historia misma, en su desarrollo, en su "movimiento", no se encargue de crear las condiciones materiales que hagan necesaria la abolición del modo de producción burgués y, por tanto y a la par con ello, el derrocamiento definitivo del poder político de la burguesía. De ahí que el régimen del Terror sólo sirviese, en Francia, para echar por tierra con sus formidables mazazos las supervivencias feudales, borrándolas como por encanto del suelo francés. La medrosa y prudente burguesía francesa habría necesitado décadas enteras para realizar esta labor. La acción sangrienta del pueblo no hizo más que allanarle el camino. Y tampoco el derrocamiento de la monarquía absoluta habría pasado de ser algo puramente momentáneo si las condiciones económicas no hubieran estado todavía maduras para la implantación del poder de la burguesía. Los hombres no erigen un mundo nuevo a base de los "bienes terrenales", como se empeña en creer supersticiosamente el palurdo, sino partiendo de las conquistas históricas del mundo que fenece. Necesitan, ante todo, producir ellos mismos, en el curso de su desarrollo, las condiciones materiales para una nueva sociedad, sin que haya intención, por esforzada que sea, ni fuerza de voluntad capaces de eximirlos de esa necesidad." |
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