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La insignia
23 de abril del 2005


Los turcochipriotas votan
por el presidente de la reunificación


Paola Álvarez
Agencia de Información Solidaria. España, abril del 2005.


Los ciudadanos de la República Turca de Chipre del Norte votaron el pasado 17 de abril a su nuevo presidente. Después de cuatro décadas bajo el liderazgo del conservador Rauf Denktas, del Partido Democrático, que ha puesto toda serie de trabas al proceso de reunificación de la isla, los turcochipriotas han optado por el cambio y han elegido al hasta ahora primer ministro y líder del Partido Republicano Turco (CTP), Mehmet Ali Talat. Con una ideología socialdemócrata y una clara orientación pro reunificación, la elección de Talat marca el fin de una era en la corta historia del norte de la isla y abre un nuevo camino hacia la conciliación.

La victoria en la primera vuelta estaba prácticamente garantizada. El CTP había vencido en las elecciones parlamentarias del pasado febrero al Partido de Unidad Nacional (UBP) gracias a su fuerte campaña a favor del "sí" en el referéndum de mayo de 2004 que sondeaba la opinión de los chipriotas acerca de una reunificación sobre el Plan Annan de las Naciones Unidas. El resultado, un 75 por ciento de grecochipriotas en contra y un 65 por ciento de turcochipriotas a favor. "Los turcochipriotas han demostrado una vez más su apoyo a la búsqueda de soluciones y a la unificación. No quieren una isla dividida, quieren reunificar Chipre y lo han declarado claramente ante la Comunidad Internacional", fueron las primeras palabras de Talat en la rueda de prensa que ofreció el domingo por la noche nada más saberse presidente.

El hasta ahora único presidente de la República, Rauf Denktas, no entraba esta vez en la carrera electoral. Su firme postura en contra del Plan Annan le había costado la pérdida del apoyo de Turquía, que busca la conciliación en su intento de ser bien visto por la Unión Europea a la hora de iniciar las negociaciones para su posible incorporación. Y con ella, la de la mayoría de turcos que han llegado a la isla desde 1974 y que, según la opinión general, acaban decidiendo hacia que lado se inclina la balanza de votos.


El fin de la "era Denktas"

En la historia de la división de Chipre hay algunos nombres imprescindibles y, sin duda, uno de ellos es el de Rauf Denktas. Fundador y luchador del grupo TMT, la guerrilla turcochipriota que plantó cara en los 60 a su homóloga grecochipriota EOKA, ha apoyado siempre el mantenimiento de las tropas turcas que ocupan el norte del país desde la invasión de 1974 y se le considera uno de los principales impulsores del movimiento de ciudadanos turcos al norte de Chipre. Aunque, sobre todo en los últimos años, su partido no gozaba de una gran representación parlamentaria, siempre se las ha ingeniado para pactar con unos y otros y hacerse un hueco en el gobierno (el propio CTP, tras su victoria en las parlamentarias de febrero, ha formado un gobierno de coalición con el Partido Democrático en el que le concede tres ministerios).

La presidencia turcochipriota, aunque sin carácter ejecutivo, es básica para las negociaciones porque el Presidente es la figura encargada de tratar con Naciones Unidas y dialogar con la otra parte. Por este motivo, el cambio de Denktas por Talat parece ser el paso definitivo para un cambio de postura desde el norte: "Tiendo mi mano al pueblo grecochipriota y a su líder para buscar una solución a nuestro problema y reunificar la isla. También quiero hacer un llamamiento a la Comunidad Internacional para que apoyen a los turcochipriotas o, al menos, colaboren en acabar con el aislamiento de nuestra comunidad y pido al secretario general de Naciones Unidas que reinicie los esfuerzos para conseguir una respuesta positiva del lado grecochipriota que signifique la preparación de una propuesta de enmienda al Plan Annan", fueron algunas de las palabras conciliadoras de la primera aparición del nuevo presidente.


El otro lado de la línea verde

Pero a pesar del optimismo por la victoria de Talat, el proceso de reunificación no está, ni mucho menos, en un gran momento. El presidente oficial de Chipre, Tassos Papadopoulos, no está por la labor de aceptar el Plan Annan y hasta el momento no ha presentado ninguna propuesta de modificación, a pesar de las peticiones del secretario general de las Naciones Unidas y creador del plan, Kofi Annan.

El ambiente está caldeado en el sur de la isla debido al conflicto con las propiedades. En los últimos años, y gracias a la relajación de las medidas para cruzar la "línea verde" que divide la isla desde 1963, ha habido un aumento del turismo que el gobierno del norte, no reconocido por la Comunidad Internacional (con excepción de Turquía), se ha encargado de fomentar. Como consecuencia, terrenos y propiedades pertenecientes a los grecochipriotas que tuvieron que abandonar sus ciudades en el 74 se han puesto a la venta y están propiciando todo tipo de problemas legales que no serán fáciles de solucionar a la hora de negociar la reunificación. De hecho, el punto de las compensaciones del Plan Annan es uno de los que propiciaron el "no" de la parte griega, junto al tema de la presencia turca, tanto militar como civil y lo que, según Papdopoulos, es una legitimización de la invasión del ejército turco.

Los ciudadanos grecochipriotas, por su parte, parecen confiar en Talat, al menos más de lo que lo hacían en Denktas. "Me gustaría que ganara él. Creo que abriría un camino a la reunificación", decía el domingo un ciudadano grecochipriota que había cruzado la frontera para ver el ambiente de las elecciones.


Por el fin del aislamiento

En definitiva, estas elecciones presidenciales han ratificado lo que ya se vio en las parlamentarias de febrero, la voluntad de la comunidad turcochipriota por salir del aislamiento al que les somete la falta de reconocimiento internacional. De hecho, el deseo de reunificación no suele basarse en un deseo de hermandad con sus vecinos del sur sino más bien en un deseo de prosperidad económica que saben llegará con la entrada en la Unión Europea y el fin de las restricciones impuestas tras la invasión. A un año de la entrada de Chipre en la UE y con el balón en campo grecochipriota, la isla sigue teniendo un largo proceso y muchas negociaciones por delante para llegar a convertirse en un solo país, algo que la elección de Talat parece hacer mucho más factible.



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