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La insignia
3 de marzo del 2007


Guatemala

Coca Cola contra «los terroristas» de la UITA


Jair Krischke (*)
Sirel / La Insignia. Guatemala, marzo del 2007.


Observando lo que sucedía en la planta de la transnacional en Retalhuleu, vinieron a mi memoria los versos de "La muralla", la poesía del cubano Nicolás Guillén que hiciera canción y popularizara el grupo chileno Quilapayún en los años 70. Al ver los gigantescos camiones que bloqueaban los accesos a la fábrica que habíamos solicitado visitar, comencé a tararear: "Tun, Tun, ¿Quién es? Abre la muralla (…) cierra la muralla".

Edwin Ranchos, David Morales -ambos integrantes del Comité Ejecutivo Latinoamericano de la UITA- y quien suscribe, llegamos a Retalhuleu a media mañana. Sabíamos que nuestra solicitud de ingresar a la planta había sido denegada, pero nos costaba creer que ésa era la bienvenida que Coca Cola había montado. Una patrulla y un grupo de policías a menos de 60 metros de nuestra ubicación; tres trailers bloqueando visualmente buena parte de la fachada de la fábrica y su portón de entrada y una batería de bocinas (altoparlantes) listos por si se nos ocurría hacer un acto público.

Muy simbólico fue el camión que miraba de frente al grupo con su logo "solidarista" colocado de manera ostensible. Esa asociación creada para socavar al movimiento obrero en Centroamérica, parecía cerrarnos el paso.

¿A qué le teme Coca Cola?

Todo ese operativo fue la respuesta de la compañía al proceso de fortalecimiento sindical que avanza, pese a las circunstancias. Coca Cola Retalhuleu es una especie de "parque jurásico" diseñado por una cultura empresarial acuñada en el antisindicalismo y la sistemática violación de los derechos humanos y las libertades sindicales.

No nos molestó ese recibimiento, pero sí nos preocupa enormemente saber cómo se trabaja en esa planta anclada en el pasado. Sea como sea, más tarde o más temprano, al igual que los dinosaurios el antisindicalismo está condenado a transformarse en una pieza de museo. Pero los responsables de Coca Cola Retalhuleu deben saber que la UITA no desviará ni un solo día su atención de lo que allí suceda, y que aportará sus mejores esfuerzos para que ese proceso natural de extinción se produzca lo antes posible.



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