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4 de mayo del 2006


Rusia

Fuerte aumento de la xenofobia


Amnistía Internacional, mayo del 2006.



La discriminación, las palizas y los homicidios de motivación racial van en aumento en la Federación Rusa, según un nuevo informe publicado hoy, 4 de mayo de 2006, por Amnistía Internacional. El gobierno del país, que preside actualmente el grupo de los ocho países más industrializados del mundo (G-8) y está a punto de presidir el Comité de Ministros del Consejo de Europa durante los próximos seis meses, no está tomando medidas suficientes contra la xenofobia y la intolerancia.

En el último informe [en inglés] de Amnistía Internacional, Russian Federation: Violent racism out of control, se examinan casos de agresión, algunos con consecuencias fatales, a estudiantes extranjeros, solicitantes de asilo y refugiados de África, Asia, Oriente Medio y Latinoamérica; a miembros de grupos étnicos y migrantes del Cáucaso y Asia Central, y a miembros de las comunidades judía y romaní. El informe muestra que las autoridades no previenen las agresiones de motivación racial con los debidas medidas de orden público ni investigan efectivamente casi ninguna de estas agresiones para poner a sus autores a disposición judicial.

"La trayectoria de Rusia desde el punto de vista del racismo es incompatible con el lugar que ocupa en el panorama internacional y menoscaba su posición en el mundo -ha manifestado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional-. Como miembro del Consejo de Europa, cuya presidencia está a punto de asumir, y del G-8, Rusia debe cumplir con las obligaciones que le impone el derecho internacional de los derechos humanos."

"El Estado tiene la obligación de proteger los derechos humanos de todas las personas que haya en su territorio, independientemente del color de su piel. Debe perseguir y poner a disposición judicial a quienes los violen. Es hora de que las autoridades rusas aborden la trayectoria cada vez más negativa del país en materia de derechos humanos y cumplan con sus obligaciones internacionales, si es que quieren desempañar una función en el panorama internacional."

Según un centro de información ruso (el Centro Analítico de Información de Sova), sólo en 2005 28 personas fueron asesinadas y 366 agredidas por motivos raciales. Sin embargo, la cifra real podría ser mucho mayor, ya que gran número de delitos de motivación racial no se denuncian en absoluto o no se registran como tales, pues la policía y los fiscales prefieren a menudo clasificarlos como actos de "vandalismo". Los autores de las agresiones racistas pertenecen con frecuencia a grupos bien organizados, que profesan una ideología neofascista y violenta. Según cifras oficiales, hay unos 150 "grupos extremistas" con más de 5.000 miembros en Rusia, pero algunas organizaciones intergubernamentales sitúan este número en 50.000. Al mismo tiempo, las organizaciones y personas que desarrollan labores de investigación y acción sobre el racismo se enfrentan a amenazas que ponen en peligro su vida.

"Estas agresiones son una de las manifestaciones más notables de la intolerancia y la xenofobia arraigadas en muchas partes de la sociedad rusa. Pero al hacer caso omiso de los delitos de odio racial se ha fomentado el crecimiento de la xenofobia y el neofascismo extremos en el país", ha señalado la Sra. Khan.

Tras la comisión de atentados a gran escala contra civiles, atribuidos a grupos armados de oposición chechenos, los chechenos y los miembros de otras minorías étnicas del Cáucaso septentrional han sufrido persecución. Al pertenecer a una minoría cuyos miembros pueden ser de apariencia distinta de la de las personas de etnia rusa, están también especialmente expuestos a que los paren en los controles de documentación sobre el terreno que se llevan a cabo en el contexto de las denominadas medidas "antiterroristas" o que la policía realiza con fines de extorsión. Un proyecto de vigilancia de la situación emprendido en 2005 por una organización de derechos humanos reveló que las personas de apariencia no eslava tienen 21 veces, por término medio, más probabilidades de que las paren y les pidan la documentación que las de apariencia eslava cuando viajan en el metro de Moscú.

"El racismo atenta contra el concepto mismo de universalidad de los derechos humanos. Niega sistemáticamente a ciertas personas el disfrute pleno de los derechos humanos debido a su color, raza, etnia, ascendencia u origen nacional. De acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, Rusia debe combatir la discriminación en todas sus formas", ha afirmado la Sra. Khan.

"Algunas autoridades regionales han tomado iniciativas para abordar el racismo, pero de manera muy poco adecuada y aislada. Es hora de que el gobierno federal ponga en práctica un plan nacional exhaustivo para dar a la lucha contra el racismo la prioridad que merece."



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