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La insignia
10 de abril del 2006


OMC

Contra la pobreza, explotación


CIOSL, abril del 2006.


Al finalizar las dos semanas de negociaciones sobre servicios, organismos sindicales internacionales, la CIOSL y la Internacional de Servicios Públicos (ISP) advirtieron hoy [7 de abril] que si las negociaciones del AGCS siguen el rumbo que han tomado, podrían tener un efecto desastroso sobre los derechos humanos básicos de los países en desarrollo y desarrollados.

Una de las propuestas más alarmantes planteadas es el pedido de China a la India de no adoptar el concepto de paridad salarial que algunos países han especificado en las ofertas que hicieron fuera de las negociaciones sobre el Modo 4, la parte del AGCS que trata sobre el movimiento de trabajadores.

"No solamente es malísimo que la OMC, que no tiene experiencia en cuestiones relativas a emigración, se haya embarcado en tales discusiones, sino que esta última propuesta no hace sino socavar el derecho humano fundamental por el que los trabajadores han luchado durante siglos: el derecho de no ser discriminados", dijo en el día de la fecha Guy Ryder, secretario general de la CIOSL.

De adoptarse la propuesta, se contrataría a los trabajadores de los países en desarrollo en países industrializados por la cuarta parte de los salarios locales o menos.

"Esto no haría sino contribuir al dumping social, brindar a los racistas un asidero para su propaganda y aumentar los temores de la gente por la globalización. Si se habla en serio de una ronda en pro del desarrollo, no es haciendo discriminación basada en la nacionalidad como se logrará un avance. Con esto se transmite un mensaje erróneo a todas las personas que piensan que la explotación de los trabajadores constituye una ventaja comparativa en la búsqueda de ganancias," agregó Ryder.

Con respecto a la capacidad de los países de preservar sus servicios públicos y al derecho de reglamentarlos como consideren conveniente, las actuales negociaciones también socavan el derecho humano universal de acceso a la educación, la salud y el agua.

"Un gobierno democráticamente elegido debe tener derecho de brindar a su pueblo servicios públicos de calidad y de promulgar nuevas leyes para los proveedores multinacionales de servicios si fuera necesario, sin temer que a causa de tales medidas se los haga comparecer ante la OMC. Con todo lo que se ha hablado en los últimos años sobre la lucha contra la pobreza y con la creciente crisis de SIDA, buscar liberalizar y limitar los servicios públicos de esta manera pone una vez más en tela de juicio el compromiso de la OMC de hacer que los beneficios comerciales lleguen a quienes más los necesitan", dijo Mike Waghorne, secretario general adjunto de la ISP.

Entre muchas otras cosas, son muy preocupantes los cuestionables procesos de la OMC, que quitan poder a aquellos en cuyo nombre se está negociando la Ronda de Doha.

Ryder finalizó diciendo: "En Hong Kong, y desde entonces, se nos ha prometido continuamente que no se obligaría a ningún país a liberalizar sus mercados de servicios. Pero si uno ha de basarse en los eventos de las dos últimas semanas, ve que esas promesas suenan vacías al aplicarse las antiguas tácticas de retorcer el brazo, lo que pone muy nerviosos a los países en desarrollo. Éstos ven que una vez más se verá menoscabada su soberanía, ya que no pueden permanecer fuera de ningún acuerdo si no hacen concesiones en otros ámbitos".



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