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La insignia
18 de noviembre del 2005


Túnez

AI afirma que la actitud del Gobierno
es una burla a la sociedad de la información


Amnistía Internacional, noviembre del 2005.



La represión que continúa ejerciendo el gobierno de Túnez sobre los defensores de derechos humanos y su intolerancia hacia los detractores dentro del país amenaza con convertirse en una burla a la importante cumbre internacional patrocinada por la ONU que se celebra en Túnez esta semana, ha declarado Amnistía Internacional.

Mientras convergen en Túnez delegados de numerosos países para asistir a la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), el gobierno del presidente Zine El Abidine Ben Alí no muestra ningún indicio de relajar su control y permitir a los tunecinos hablar abiertamente de sus esperanzas y aspiraciones de cambio político y social. Por el contrario, el gobierno sigue empleando restricciones legales y tácticas de mano dura ilegítimas para sofocar la disidencia e intimidar y castigar a sus detractores y oponentes, incluido un valiente grupo de defensores de derechos humanos.

La decisión de celebrar la CMSI en Túnez, adoptada hace varios años, estuvo rodeada de una gran polémica a causa del precario historial del gobierno tunecino en materia de derechos humanos. Sin embargo, cuando se confirmó, Amnistía Internacional confió en que, al igual que otros gobiernos, el gobierno tunecino reaccionara positivamente y se esforzara más para cumplir sus obligaciones de respetar y proteger los derechos humanos. No ha sido así, sin embargo. Por el contrario, como detalla Amnistía Internacional en un nuevo informe publicado el 14 de noviembre, en los últimos meses el gobierno ha aumentado la represión contra sus detractores, recurriendo a la detención y el encarcelamiento, la censura y las campañas de desprestigio en los medios de comunicación de propiedad estatal, e incluso a las agresiones físicas en la calle.

El pasado viernes 11 de noviembre, apenas unos días antes de la inauguración de la Cumbre -que se celebrará del 16 al 18 de noviembre-, en un atentado que recuerda las agresiones que solían cometer los agentes de seguridad tunecinos vestidos de civil, un periodista francés fue agredido en la calle, frente a su hotel de Túnez, el mismo día que publicaba un informe crítico hacia las políticas de derechos humanos del gobierno en el diario francés Libération. Después, el 14 de noviembre, un grupo de agentes de seguridad vestidos de civil amenazaron físicamente y maltrataron a la abogada y defensora de derechos humanos tunecina Radhia Nasraoui y a dos periodistas extranjeros que la acompañaban, aumentando el temor por la seguridad de los defensores tunecinos de derechos humanos y de quienes expresan su solidaridad con ellos.

Ante estos hechos, Amnistía Internacional ha pedido al secretario general de la ONU, Kofi Annan, que asistirá a la inauguración de la Cumbre, que ejerza toda la influencia posible sobre el gobierno tunecino para garantizar la seguridad de los defensores de derechos humanos y de los delegados internacionales que asistan a la Cumbre. Amnistía Internacional ha pedido también directamente al presidente tunecino que, con motivo de la inauguración de la Cumbre, ordene la libertad inmediata e incondicional de todos los presos de conciencia y adopte otras medidas para garantizar que todas las personas en Túnez pueden "crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento", como exige la Declaración de Principios acordada en la primera fase de la Cumbre.



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