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La insignia
8 de mayo del 2006


Bolivia

El transfondo de la nacionalización de los hidrocarburos (II)


Humberto Campodónico
La República. Perú, mayo del 2006.


Lo que está en marcha en Bolivia es un proceso de recuperación de la soberanía nacional sobre los recursos naturales, sobre todo, de la renta del gas de los campos de Tarija. En los próximos 180 días se negociarán nuevos contratos: en los campos que producen más de 100 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), la participación propuesta es 82% para el Estado y 18% para las petroleras.

La participación final, según el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, se sabrá "después de auditorías independientes hechas por terceros, respaldadas por gobiernos amigos como Noruega, Canadá y España, para saber cuál ha sido verdaderamente la inversión de estas empresas. El 82 y el 18% podrán aumentar o disminuir de acuerdo con el resultado de la auditoría" (El Deber, Santa Cruz de la Sierra, 4/5/2006).

El gobierno afirma que las rentas de los hidrocarburos deben beneficiar, primero, al país que los posee y, también, garantizar una ganancia adecuada a las empresas. El ministro de Desarrollo Sostenible, Carlos Villegas, dice: "El gobierno ha realizado un estudio técnico y económico previo y ha visto que con el 18% las empresas recuperan sus costos de inversión y tienen un margen de ganancia de cerca del 20%, muy aceptable si se compara con las tasas de beneficio en vigor en el sector petrolero mundial" (5 Días, España, 5/5/2006, www.cincodias.com).

Esta nacionalización sui géneris no afecta la propiedad de las empresas, sino su porcentaje de participación en el precio de venta del gas. Sin embargo, ha dicho Soliz Rada, "si la negociación no llegara a buen resultado, entonces sí pasaríamos a la expropiación de los activos de la empresa" (El Deber, 4/5/2006).

Las empresas más afectadas son Petrobras (Brasil), Repsol (España) y Total (Francia), que tienen el 35, 50 y 15%, respectivamente, de los campos de San Alberto y San Antonio en Tarija. De allí salen los 850 mmpcd que van hasta San Pablo (Brasil), abasteciendo el 70% del consumo de gas de la zona pablista: sector energético, industrial y doméstico. También de esos (y otros campos) se exportan 245 mmpcd de gas a Argentina, lo que equivale al 4% del consumo doméstico de ese país.

Hay un tema de controversia añadida: el precio de venta del gas a Brasil (actualmente en 3,38 dólares por mil pies cúbicos, en boca de pozo) es considerado muy bajo por el gobierno. Ahora que tiene mayor poder de negociación plantea subir el precio a 5 dólares, debido a la alta calidad de su gas y al alza del precio internacional.

Dice Soliz Rada: "Esto es muy importante porque por cada dólar los ingresos fiscales aumentan 350 millones [de dólares] anuales [el 4% del PIB]. Entendemos las dificultades expuestas por Petrobras; no obstante creo que llegaremos a un buen equilibrio. Lo mismo ocurre con Argentina" (El Deber, 4/5/2006). También aumentaría el precio de exportación a Argentina, actualmente en 3,25 dólares por mpc.

El comunicado final de la Cumbre de Iguazú de los cuatro gobiernos participantes afirma que la nacionalización es una decisión soberana de Bolivia que es respetada por todas las partes. Lo mismo ha dicho el gobierno español. Ciertamente, el apoyo de Hugo Chávez es importante, pero lo decisivo es la voluntad política del gobierno de Bolivia.

Ahora comenzará, entonces, la negociación entre el Estado boliviano, las empresas privadas (Repsol y Total se sentarán a la mesa en los próximos días) y la estatal Petrobras, que ha puesto los mayores reparos a los planteamientos bolivianos.

Lo expuesto demuestra que, de acuerdo a la propia realidad de cada país, se puede recuperar la soberanía sobre los recursos naturales y su renta, lo que es también recuperación de dignidad. Esos recursos recuperados deben ser usados adecuadamente para potenciar el desarrollo productivo y atender las necesidades básicas de educación, salud e infraestructura del país más pobre de Sudamérica, cuyo ingreso por habitante es de solo 80 dólares mensuales.



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