Rafael Poch de Feliu: Socios, no adversarios

China se declaró hoy satisfecha por el acuerdo textil alcanzado con la Unión Europea, que califica de "ejemplar" en la solución de disputas comerciales. Tras diez horas de conversaciones, el ministro de comercio chino Bo Xilai y su homólogo europeo el comisionado Peter Mandelson, anunciaron ayer de madrugada un acuerdo en el que ambas partes han cedido y que elude la imposición de cuotas restrictivas

Pekín.- El acuerdo alcanzado anoche en Shangai establece que China limitará el crecimiento anual de su exportación de diez productos textiles a la UE entre el 8% y el 12,5%, hasta finales del 2007. Entre las diez categorías de productos figuran camisetas e hilo de lino, cuya exportación, si no hubiera habido acuerdo, habría sido limitada a un incremento del 7,5%, siguiendo normas de la Organización Mundial de Comercio.

La importancia del acuerdo supera con creces la coyuntura de una mera disputa comercial, "porque ha sentado un buen precedente", valoró esta mañana la televisión central china. Se trata de, "un nuevo paradigma para la resolución de las disputas comerciales que envía al mundo el mensaje de que, el diálogo, y no las cuotas, es la vía correcta hacia una solución satisfactoria", señala un comentario de la agencia oficial "Xinhua".

Bruselas y Pekín tienen por delante una larga agenda de disputas comerciales y habrá que ver si lo demostrado en Shangai sienta escuela.

China y la Unión Europea hacen alarde de estar creando un nuevo tipo de relación que excluya las sanciones y las decisiones unilaterales y se base en el diálogo, algo importante, teniendo en cuenta que China es el mayor país en desarrollo del mundo y Europa la cuna del colonialismo y la industrialización, es decir dos polos principales de una tradición de 500 años de relaciones desiguales resueltas mediante la fuerza.

Ese "nuevo talante" contiene un agravio comparativo directo con la actitud de Estados Unidos, que, enfrentado a una situación similar a la de la UE, impuso en mayo cuotas y medidas proteccionistas, previas a cualquier negociación.

La Unión Europea, que no ve en China un "adversario estratégico" sino un "socio" en la afirmación del mundo multipolar, es también mucho más abierta en transferencia de tecnología que Estados Unidos.

"El gobierno chino aprecia la sinceridad de la Unión Europea al solventar las disputas comerciales con China mediante el diálogo y la consulta, en lugar de adoptar medidas unilaterales", declaró ayer el ministro Bo Xilai.

"La actitud de la UE contrasta vivamente con la de Estados Unidos imponiendo límites a la importación -señalaba "Xinhua-, procedimiento que ha sido ampliamente criticado como discriminatorio por la comunidad internacional."

China afirma que las cuotas estadounidenses impuestas en siete categorías de productos textiles chinos significarán 2000 millones de dólares de perdidas y afectarán a más de 400.000 trabajadores, según datos de la Cámara China de importación y exportación textil.

Según China Daily, el 22% de la exportación textil china hacia la Unión Europea está fabricada por empresas extranjeras establecidas en China. El 40% de las exportaciones chinas a Estados Unidos son productos fabricados por multinacionales americanas establecidas en China.

Estos datos sugieren que el origen de la deslocalización está más bien en las economías centrales y en un sistema mundial -que los chinos no inventaron- en el que la manufactura se mueve buscando la competitividad y los bajos costes, y en el que China se está integrando, al parecer con cierto éxito. Ese exito representa una notable excepción en el mundo en desarrollo, que normalmente pierde más que gana con la globalización, según ha estimado el secretario general de la ONU, Kofi Anan.