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La insignia
29 de junio del 2005


Perú

¿1794 cuerpos de policía para el Perú?


Carlos Basombrío Iglesias
IDL. Perú, junio del 2005.


Suena ridículo, ¿no es cierto? Pero no otra cosa es lo que se discute en el Congreso y proponen muchos alcaldes cuando piden darles a los serenazgos atribuciones y autorizarlos para portar (y por tanto usar) armas. Quienes lo proponen tienen en mente San Isidro y Miraflores, pero se legisla para todos y, una vez que esto ocurra, cada alcalde de las 194 provincias y los 1600 distritos del Perú tendrán el derecho de contar con un cuerpo armado de Policía bajo su mando.

Sería catastrófico. Somos un país en permanente ebullición. Estos cuerpos armados al mando de miles de alcaldes no se limitarán a perseguir al 'choro' del barrio. Muchos alcaldes los usarán también para otros fines, por ejemplo, para que les den una mano en 'dirimir' los múltiples conflictos que existen entre jurisdicciones en el país, o entre estas y el gobierno central. Recordemos los enfrentamientos, a veces violentos, por límites entre Magdalena y San Isidro, o entre Cañete y Chincha. Peor todavía, cada vez que un alcalde encabeza una protesta contra el gobierno nacional o regional y tome carreteras, podría tener un cuerpo armado para enfrentar a la policía nacional cuando esta trate de reestablecer el orden.

Fragmentar la policía aumentaría también la desigualdad social. Los barrios de clase alta y media tendrían policías de lujo porque las pueden pagar, pero conforme bajemos en la escala social y nos alejemos de la capital, estas serían mas precarias e ineficientes. Además, habría tensiones y enfrentamientos entre cuerpos policiales, dificultades de coordinación y cooperación, etc.

Si una iniciativa tan peligrosa está calando, se debe a la clamorosa falta de liderazgo del ministro del Interior. En política, todo vacío se llena. Una ciudadanía aterrada por la creciente inseguridad ciudadana, y que percibe que no hay nadie realmente a cargo con ideas claras de lo que hay que hacer, puede terminar apoyando una 'solución' que sería fatal para el país. La gestión de Félix Murazzo será recordada por varias cosas, por haber acabado con la reforma policial, por haber duplicado innecesariamente el numero de generales, dándole por su puesto a cada uno su carro de lujo del año (¡mientras las comisarías se caen a pedazos!), por no haberse perdido ningún viaje al exterior (debe tener millas acumuladas para varias vueltas al mundo). Pero, de prosperar estas iniciativas, todo lo anterior puede quedar en un segundo plano y terminar siendo recordado como el ministro con el que empezó la municipalización de la policía. ¡Qué ironía que sea un ministro 'policía' el que esté poniendo a su institución en una situación tan desairada!

En la medida en que desde Interior no hay capacidad alguna de reacción articulada frente a quienes se enarbolan estas propuestas, desde los medios de comunicación y la sociedad civil tenemos la obligación de dar esta pelea. Hay que hacerlo en defensa de la Policía Nacional y, sobre todo, por el bien del país.



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