España: Villaverde, una lección que aprender

Los últimos sucesos acaecidos en Villaverde, la muerte de un chico de diecisiete años a manos de otro joven dominicano y los posteriores ataques xenófobos reclaman actuaciones inmediatas de los poderes públicos, de todas las Administraciones y de manera coordinada, sin fisuras.

No ayudan a ello, desde luego, las acusaciones vertidas por algunos responsables políticos de la Comunidad de Madrid que culpan a la Delegación del Gobierno y al Ministerio del Interior de los problemas de Villaverde, ignorando que esos problemas no se generan en dos días y que hasta hace tan sólo un año y a lo largo de los ocho años anteriores, el Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno estaban ocupadas por correligionarios de quienes desde hace diez años ejercen el gobierno de la Comunidad de Madrid y desde hace aún más tiempo el gobierno municipal.

Villaverde tiene las más altas tasas de paro de Madrid, ha vivido un profundo fenómeno de deslocalización de sus industrias y presenta algunas de las cifras más desfavorables en cuanto a Valor Añadido Bruto, salarios y tasa de ocupación. Villaverde ha visto, a lo largo de los últimos años, cómo los desequilibrios económicos y sociales existentes entre el los distritos del sureste y el noroeste de la capital no han hecho sino aumentar. Aquí entra en liza la inmigración. Villaverde es el tercer distrito de Madrid en implantación de población inmigrante, por detrás del distrito Centro y Tetuán. No obstante, en Villaverde se encuentra el barrio con mayor porcentaje de inmigrantes de todo Madrid, San Cristóbal.

No afrontaremos la realidad y alimentaremos el huevo de la serpiente del racismo y la xenofobia, si no somos capaces de que la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital cooperen para que distritos como Villaverde, especialmente afectados por el desempleo, por el deterioro económico y productivo, por la implantación de población inmigrante, por las carencias en materia educativa, sanitaria o de servicios sociales, cuenten con las inversiones necesarias para garantizar un mayor equilibrio y compensación de las desigualdades que les separan cada vez más de los distritos más ricos de la capital.