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La insignia
1 de junio del 2005


Ecuador

Ladran, luego cabalgamos


Alberto Acosta
Diario Hoy / La Insignia. Ecuador, junio del 2005.


Desplegando las desgastadas muletillas del "populismo" y del "estatismo", los economistas "ortodoxos, conservadores y prudentes" (OCP), que han dominado por décadas la escena y el manejo de la economía en este pequeño país andino, encabezan la ofensiva en contra de Rafael Correa, flamante ministro de Economía, por su empeño en cambiar de rumbo. Nunca se imaginaron que la huída cual "roedor en naufragio" de su protector de turno, el coronel Lucio Gutiérrez, podía moverles el piso.

Con el coronel estaban dichosos. El dictócrata, como buen recadero atendía con premura los requerimientos de Washington, del FMI y del resto de la fauna multilateral. Pero con el nuevo rumbo peligran las cotizaciones de la deuda externa e incluso la entrega de los grandes campos petroleros a las transnacionales. Por eso su desesperación, que encuentra eco en los analistas de Wall Street y de alguna manera también en la reciente misión del FMI, que visitó al ministro de Economía y de paso "consoló" directamente a parte de los OCP.

Ellos, defendiendo los intereses de los tenedores de bonos de la deuda y de las compañías petroleras, con el respaldo de algún político rancio y de algunos de los grandes medios de comunicación, arremeten en contra del ministro por invitar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social a que canalice parte de sus depósitos congelados en el Banco Central a actividades productivas. Ahora dicen estar preocupados por los sagrados dineros de los pensionistas, cuando no les importa que esos recursos pierdan su valor por efecto de la inflación. Incluso habrán calculado el rédito que obtendría el capital financiero si se concreta la privatización del manejo de las pensiones jubilares.

Les aterra que el ministro desarme el FEIREP, fondo petrolero que les servía para mantener sobre el 100% las cotizaciones de los Bonos Global. Y más todavía que con esos recursos se reactive la actividad petrolera estatal. Deben tener insomnio al imaginarse que las transnacionales se quedarán sin los grandes campos de petróleo actualmente en extracción por parte del ente estatal, a punto de ser entregados en bandeja de plata por el coronel.

El empleo eficiente de estos recursos no es difícil. No se trata de canalizar capitales sin ton ni son a Petroecuador, desmantelada en forma planificada por quienes hoy alientan a la inversión extranjera. Se requiere que esta empresa presente proyectos sólidos para que se realicen las inversiones más convenientes. Su pago se aseguraría con contratos de fideicomiso de los ingresos petroleros. La inversión se garantizaría con reservas petroleras titularizadas a favor de los pensionistas. Y la operación sería asumida por unidades ejecutoras hasta que se concrete la reingeniería del ente estatal. No hay mucho misterio en estas operaciones.

Por eso protestan los OCP de dentro y fuera del país. Y por eso, mismo, mientras nos acostumbramos a sus lamentos, recordemos que Cervantes, hace 400 años, puso en boca de Don Quijote, dirigiéndose a Sancho Panza, el dicho "ladran, luego cabalgamos", haciendo referencia a que si ellos se mantuvieran inmóviles, los perros que les salen al encuentro no les ladrarían. Lo que en buen romance quiere decir que el ministro Correa debe seguir cabalgando.



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