Mapa del sitio Portada Redacción Colabora Enlaces Buscador Correo
La insignia
14 de febrero del 2005


Perú

Política económica: Una revaluación


Pedro Francke
La República. Perú, febrero del 2005.


La evolución de la economía peruana durante 2004 ha sido bastante buena. El crecimiento económico ha sido de 5%, con un impulso particularmente fuerte de las exportaciones (15,2%). Este crecimiento tiene sólidas bases macroeconómicas: la inflación se mantiene alrededor de 2,5% y nuestra balanza comercial bate records positivos (2700 millones de dólares). Muy diferente del ultraliberalismo fujimorista, que con su brutal apertura provocó un déficit en la balanza comercial de 2500 millones de dólares que luego dio paso a la recesión de 1999-2000.

La política monetaria del BCR ha sido la pieza fundamental en este proceso. Esta política ha permitido el aumento del crédito en soles en 12% en el 2004 y la reducción de la tasa de interés que los bancos cobran por sus préstamos (en promedio de 25% a 18% en 30 meses), convirtiéndose en una palanca del crecimiento cuya demostración más palpable son las construcciones de edificios que pululan por todo Lima.

Una buena política macroeconómica tiene esta capacidad de promover el crecimiento y reducir los riesgos de crisis, lo que es de gran importancia. Sin embargo, este crecimiento básicamente mantiene las condiciones de desigualdad que ha tenido desde décadas atrás. Es por ello que la economía crece pero ''no chorrea": el empleo apenas creció 2,6% en el 2004 y los sueldos y salarios en promedio no aumentaron nada (cero), mientras el déficit calórico (una medida de subalimentación) de las familias urbanas del Perú aumentó de 26% a 29%.

No se le puede pedir peras al olmo: la política macro tiene poca potencia para promover cambios estructurales. En ese sentido, la macroeconomía debe ser parte de una política económica y social más amplia, que incluya como objetivos la reducción de la desigualdad y la exclusión que azotan nuestro país. Por el contrario, Kuczynski reduce la economía a las finanzas públicas.

Un elemento que está particularmente ausente en la política económica para lograr un crecimiento realmente sostenible y que beneficie a las mayorías es el componente social. ¿Puede sostenerse el crecimiento económico con una población mal alimentada y mal educada? ¿Puede sostenerse cuando la mayoría de la población se mantiene en la pobreza mientras ve que los de arriba siguen acumulando? ¿No es acaso obvio que ese es el camino de la revuelta y la ingobernabilidad? Esta situación social no es ajena, por cierto, a la política económica, que es precisamente la que mantiene el gasto social en niveles que son los más bajos de la región.

La política económica de Kuczynski ha sido sostén clave de esta inaceptable situación de desigualdad y exclusión. Ha mantenido un presupuesto público miserable para los sectores sociales, defendiendo la evasión de las empresas eléctricas, negándose a establecer impuestos directos a quienes obtienen millonarias ganancias en las finanzas, y prefiriendo establecer un Fondo para la defensa que priorizar la educación y la salud. PPK ha defendido también una legislación laboral que impide todo derecho efectivo para los trabajadores, manteniendo sus salarios por los suelos, y ha frenado políticas de protección y promoción al agro y las pymes. Todo eso lo hace buen ministro de finanzas en el corto plazo, es decir, buen ministro para los intereses financieros, pero francamente malo para la nación peruana.



Portada | Iberoamérica | Internacional | Derechos Humanos | Cultura | Ecología | Economía | Sociedad Ciencia y tecnología | Diálogos | Especiales | Álbum | Cartas | Directorio | Redacción | Proyecto