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19 de marzo del 2008

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Iberoamérica
Chile

Mehuín en pie de guerra


Arnaldo Pérez Guerra
La Insignia. Chile, marzo del 2008.

Fotografía de Daniela Olivares.

 

En 1996, la lucha emprendida por la comunidad de Mehuín evitó que Celulosa Arauco y Constitución (Celco) contaminara el mar. La empresa vertió sus desechos en el río Cruces. A fines de 2004, el desastre ecológico provocado quedó en evidencia tras la muerte de cientos de cisnes de cuello negro y otras especies en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter. A fines de 2005, Celco anunció la construcción de un ducto a 20 kilómetros al sur de Mehuín, en Maiquillahue. Charles Kimber, gerente de Celco, advirtió que el emisario costaría unos 60 millones de dólares. Se sabe que pasará entre Punta La Iglesia y Chan Chan, distantes unos siete kilómetros entre sí. Celco tiene plazo definitivo para entregar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a la Comisión Regional de Medioambiente (Corema), en abril de 2009. El gobierno y Celco se empeñan en que el ducto -que tendrá más de 50 kilómetros- pase por donde viven unas 25 comunidades lafkenche. Son más de 2.500 los mapuche lafkenche que sobreviven en el lugar gracias a la ganadería, la agricultura y la pesca. Celco tiene los días contados. Sólo le resta 2008 y 2009 para realizar sus "mediciones de verano", y este año para las "mediciones de invierno".

"Lo que la comunidad de Mehuín quiere es seguir haciendo lo que ha hecho históricamente: pescar en aguas limpias. En Chile, los estudios ambientales que hacen las empresas siempre son aprobados. Les dejan instalarse y, al final, sólo quedan los desastres ecológicos. Hay ejemplos de la empresa Celco, en Constitución, en el Golfo de Arauco... Mehuín no será la excepción. Van a destruir el fondo marino y acabarán con la biodiversidad. Nuestra gente, la de Mehuín, no quieren ductos, ni que se envenene el mar", dice Cosme Caracciolo, ex presidente, y hoy secretario general de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales (Conapach). Eliab Viguera, presidente del Comité de Defensa del Mar de Mehuín, agrega: "Celco no puede pretender adueñarse de las Áreas de Manejo que están en los convenios de uso a nombre de los sindicatos de pescadores".

A fines de 2007, Celco entregó unos 3 millones de pesos a cada unos de los pescadores que firmaron un "convenio" para apoyar la instalación del ducto. Sin escrúpulos se vinculó la entrega de dinero a decisiones de las autoridades respecto al ducto. Los sindicatos acusan a Celco de pasar por encima de la institucionalidad que regula las Áreas de Manejo, entregadas a pescadores y microempresarios para cultivar el mar. Dicen que Celco pretende intervenir el Área de Manejo que la Subsecretaría de Pesca les entregó. "Celco sugiere que los que firman el convenio le dan pleno derecho para que use en el Área de Manejo para instalar su ducto", denuncia Viguera. Las Áreas de Manejo son bienes nacionales de uso público. Se instituyeron -se supone-, para preservar los recursos pesqueros. "Si se instala un ducto contaminante ahí pierden su razón de ser", agrega Caracciolo.

Uno de los líderes contra Celco, Joaquín Vargas -que promovió la salida los sindicatos de Mehuín de la Federación de Pescadores Artesanales del Sur (Fipasur)-, hoy es "promotor" de la empresa tras firmar el convenio. Vargas consiguió el retiro de tres de los cinco sindicatos que Fipasur tenía en la zona. El Sindicato de Mississippi y las Recolectoras de Orilla de Mehuín continúan en Fipasur y siguen oponiéndose al ducto. En agosto de 2006, las comunidades de Mehuín y Queule impidieron las mediciones para el EIA que pretendió realizar Celco frente a Mehuín.

"Celco y las autoridades deben entender que el ducto al mar no sólo es un problema de Mehuín como lo han querido hacer ver, si no que afecta a los tres mil pescadores artesanales de la nueva Región de Los Ríos y también a los pescadores de Queule, en la IX Región, que se verán afectados con la construcción del emisario submarino destinado a verter a las aguas de nuestro mar más de un millón de litros de residuos industriales líquidos, que la planta de celulosa de Valdivia emite diariamente. Este asunto le compete a toda la comunidad regional y nacional, pues el mar es un bien nacional de uso público, que por lo mismo pertenece a toda la nación, constituyendo un deber del Estado el 'velar por la preservación de la naturaleza y la conservación en el tiempo de los recursos marinos, y del patrimonio ambiental'. En momentos como estos, donde gente inescrupulosa como Joaquín Vargas y compañía han demostrado que no tienen ninguna conciencia ni respeto por la pesca artesanal, pretendiendo hacer un negocio personal e hipotecando el futuro de los pescadores y de las futuras generaciones, es cuando los trabajadores del mar deben estar más unidos que nunca para alzar fuertemente la voz en protesta por estos lamentables acontecimientos que sólo quieren provocar divisiones, enfrentamientos y lograr que nadie se enfrente a las pretensiones de Celco de botar su basura en el mar que pertenece a todos", dice Fipasur.

En noviembre de 2007, se realizó en Mehuín un acto contra Celco. Pescadores y lafkenche de Mehuín, Queule, Alepue, Niebla, Chan Chan, Corral, Temuco, Quillalhue, Bonifacio, San José de la Mariquina, Curiñanco, Pellines, Maiquillahue, Rayen Mawida, Piutril, San Juan de la Costa y Puerto Saavedra, concurrieron a la cita que fue ignorada por los medios oficiales. Representantes de Identidad Territorial Lafkenche de Tirúa, Toltén, Carahue, Teodoro Schmidt, San Juan de la Costa, Pagua y Valdivia, también asistieron. Conapach y Fipasur respaldaron al Comité de Defensa del Mar. Estuvieron presentes delegaciones de Mataquito -donde celulosa Licancel de Celco contaminó el río-, y de Gualeguaychú -lugar en que una planta de celulosa de Botnia (Finlandia) se instaló en el lado uruguayo del río Uruguay-, frente a la ciudad argentina. También asistieron el alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur, y el concejal de Toltén, Hernán Machuca (PS), ex dirigente de los pescadores.

Laura de Lucca, representante de Gualeguaychú, señaló a la periodista Gabriela Rodríguez, de Identidad Lafkenche: "Quisimos venir a colaborar, acompañarlos y retroalimentarnos con la fuerza de ustedes y luego volver a nuestro país y seguir en la lucha. Tenemos en común muchos años luchando y esto es un problema de gobiernos, de contaminación y medioambiente, y tenemos que seguir por las generaciones futuras". Boris Hualme, werken lafkenche de Mehuín, agregó: "Mientras Celco esté en el territorio es un peligro. Aquí no pasarán, no habrá un segundo Ralco".

La oposición a Celco se mantiene a pesar de amedrentamientos y compra de conciencias. María Nahuelpán, dirigenta de Mississippi, dice: "Vivimos de los productos que nos da el mar, por lo que no estamos dispuestos a dialogar con Celco bajo ninguna circunstancia". Danae Rain, lafkenche de Teodoro Schmidt, agrega: "Nos afecta a todos y nos preocupa. Esta lucha como pueblo mapuche la vamos a ganar. Aquí estamos y seguiremos vivos por muchos años más, a pesar de que nos quieran matar con la contaminación". Adelaida Arriaza, presidenta del Sindicato de Pescadores de Chaihuín, en Corral, señala que no negociarán con Celco: "Como pescadores, a pesar de que los recursos cada vez son más escasos, debemos pensar en nuestros hijos y no permitir que se contamine lo poco y nada que nos está quedando". Patricio Olivares, presidente del Sindicato de Pescadores de Queule, enfatiza: "Nos comprometemos con nuestro mar y ese es un fuerte golpe para el Estado y Celco. En Queule negociar no es tema. Nos vamos a defender en el mar, que es nuestro territorio". Hernán Machuca, concejal de Toltén, dice: "Pescadores artesanales de Queule reafirmaron su compromiso de luchar por el medioambiente y el sustento de todos. Celco ocasionaría un desastre si es que llega a verter sus desechos al mar". Por su parte, Manuel Molina, vocero de los Dueños de Casas de Veraneo en Mehuín, agrega: "La instalación del ducto devaluará el sector y sus playas. Unas 250 mil personas anualmente concurren a Mehuín para disfrutar del agua limpia y aire puro". Oscar Muñoz, presidente del Comité de Adelanto de Mehuín, dice: "Si se instala Celco moriremos, no habrá trabajo. Una catástrofe que se nos vendrá encima, más ahora que Celco entregó dinero para comprar conciencias".

Pescadores de Niebla, del Sindicato de Tripulantes Cerqueros, de caleta El Piojo, de Gente de Mar y de Armadores Cerqueros han cortado la Ruta 5 Sur exigiendo que las verdaderas intenciones de Celco sean reconocidas por las autoridades. Juan Santana, presidenta del Sindicato de Tripulantes Cerqueros dijo a Valdivia Noticias: "La presidenta Bachelet nos prometió una mesa de alto nivel para tratar este asunto cuando estaba haciendo su campaña. Al Intendente, que es su representante, lo hemos declarado enemigo de la pesca artesanal, porque él ignora su mandato".

Mehuín y Queule siguen alertas. No permitirán "estudios" en el mar. "Que Celco sepa que la pesca artesanal no se vende. Daremos la pelea en el mar", dicen. Patricio Olivares, señala: "Que intenten hacer sus estudios. Estamos organizados para defender el mar". Los sindicatos denuncian un clima de represión de parte del gobierno y tribunales. Pescadores y lafkenche de Mississippi y Mehuín han debido concurrir a tribunales acusados de bloquear caminos, provocar desórdenes y otras faltas. Eliab Viguera, señala: "Instamos al gobierno a terminar este conflicto. Saben que la zona está ocupada por pescadores, sindicatos y comunidades indígenas. Acá hay Áreas de Manejo que involucran derechos adquiridos. En el mar no hay espacio para Celco".

Mississippi, Mehuín, y lafkenche de Maiquillahue, han denunciado ser objeto de constantes amenazas, que han incluido disparos en su contra, tras su férreo bloqueo en el río Lingue a los botes financiados por Celco. Boris Hualme, explica: "Hay un grupo de pescadores vendidos que tienen la voluntad de ayudar a Celco. Son escudos humanos que Celco utiliza. Pretendían monitorear, fotografiar y dejar puntos preestablecidos para los días en que Celco haga su estudio". La empresa del Grupo Angelini no tendría permisos aún para sus estudios. "Celco -agrega Hualme- no tiene nada oficial. Esto debe pasar por la Gobernación Marítima. Se puede decir que trataron de ingresar a la bahía a hacer un premonitoreo de forma ilegal. Las autoridades se lavan las manos diciendo que es un conflicto entre privados. Militarizan la zona cuando les place pero no son capaces de oponerse a Celco. El gobierno no debería seguir haciéndose el leso. No es un problema entre privados. Involucra a todos los habitantes del borde costero. Es necesario parar las maniobras y sobornos de Celco. Al creer que negociando con ciertas personas iban a lograr su cometido, se equivocaron. El mar y el territorio son resguardados por los lafkenche y los pescadores de Queule, Toltén, Curiñanco, Bonifacio, Puerto Saavedra y otras caletas".

"Nuevamente el mar, nuestra principal fuente de subsistencia y que da sentido de nuestra cosmovisión mapuche lafkenche, se ve amenazado por la irrupción de empresas que no respetan nuestra ancestral forma de vida. Esta vez es Mehuín escenario de enfrentamientos y amedrentamientos a través de disparos que quienes han negociado con Celco lanzan a quienes defienden ese territorio. La irrupción de Celco sólo ha traído complicaciones para los lafkenche y comunidades que viven en el lugar, generándose un clima de violencia. Apoyamos la petición realizada por Mehuín, Queule, Toltén, Curiñanco, Corral, y los demás territorios afectados, para que el gobierno tome cartas en el asunto. Los sobornos y estrategias para dividir a las comunidades que ha empleado Celco no disminuirán nuestra lucha por defender el lafkenmapu. Seguiremos unidos para salvar nuestra tierra y nuestro mar, como lo han hecho nuestros antepasados, y como lo seguiremos haciendo nosotros y nuestros hijos", dice Identidad Territorial Lafkenche.

Rafael Mera, fiscal regional, fue designado para investigar las balaceras y dilucidar quién financia las armas que aparecieron en Mehuín. Los disparos a pescadores y lafkenche serían parte de una estrategia de Celco para dividir a la comunidad, afirman los sindicatos. "Estas balaceras demuestran que quieren acabar por cualquier medio con la defensa del mar. Pero eso es imposible porque están las comunidades y pescadores que no se venden, que no les interesa el dinero de Celco", dice Viguera. Pero Ángelo Romano, uno de los gerentes de Celulosa Arauco, entrevistado por La Tercera, reconoció que "el acuerdo al que se llegó con los pescadores de Mehuín es una muestra de flexibilidad para resolver un conflicto que no le estaba haciendo bien a Arauco, ni a la comunidad, ni a las autoridades. Más allá de eso, no constituye un parámetro en cuanto al tipo de relación que queremos consolidar con nuestros vecinos". Se sabe que desde el 2005, Celco financia proyectos "sociales" en la zona. Jeanet Fierro, presidenta del Sindicato de Pescadores de Mississippi, asegura que el holding forestal-celulosa, y el gobierno, no lograrán aplastarlos: "¿Negociar con Celco?, de ninguna manera. Soy nacida y criada acá y he visto crecer mis hijos y a muchos. Uno no tiene que ver por uno solo, tiene que ver por su gente, por el futuro de esta población, porque hay muchos que no tendrían nada que hacer si perdemos el mar. El mar es nuestro, es limpio y ojalá que lo sigamos teniendo por mucho tiempo más y que Celco vaya a tirar sus desperdicios a cualquier otra parte que no sea el mar".

 

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