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11 de septiembre del 2007

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Iberoamérica
Reflexiones peruanas

Consulta en los Andes verdes


Wilfredo Ardito Vega
La Insignia. Perú, septiembre del 2007.

 

Si todo sale bien, el próximo día 16 los habitantes de los distritos piuranos de Ayabaca, Carmen de la Frontera y Pacaypampa darán al país una lección de práctica democrática al participar en la consulta convocada por sus alcaldes sobre la realización de actividades mineras en su territorio.

Antes de partir a Australia, el presidente Alan García acusó al "comunismo" de promover la consulta vecinal. La realidad es bastante más seria que esas extrañas alusiones al tiempo de la guerra fría: hace varios años, la empresa inglesa Majaz empezó a operar en las comunidades campesinas de Yanta y Segundo-y-Cajas sin la autorización de los comuneros. Majaz realiza actividades de exploración en una zona ecológicamente muy frágil, y se niega a marcharse pese a las exigencias de los campesinos. Debe señalarse, además, que originalmente había sido autorizada para explorar en otro distrito, Huarmaca, pero que una simple fe de erratas justificó su presencia en la zona.

La zona usurpada no está en la desolada puna, sino en el único sector en el Perú de "Andes Verdes", donde la sierra aparece cubierta de bosque húmedo como en Colombia. Se trata de un ecosistema frágil donde han logrado refugiarse los pocos ejemplares del tapir de altura o tapir andino que quedan en el país y también los osos de anteojos, otra especie en vías de extinción.

Según el biólogo Fidel Torres, aunque los campesinos no tienen muchos ingresos monetarios, la fertilidad del suelo les garantiza una dieta equilibrada, incluida tubérculos como la pituca y árboles frutales. Torres viajó a las dos comunidades y constató que la empresa se ha expandido fuera del área en concesión y ha instalado un gigantesco cerco que parece extraído de Redoble por Rancas, novela de Manuel Scorza. Por supuesto, también están presentes los guardias armados de la empresa Forza, que impiden a los campesinos ingresar a sus antiguas parcelas.

Naturalmente, los hechos han generado rechazo en las provincias de Ayabaca y Huancabamba, donde se sabe que el medio ambiente puede quedar dañado si comienzan las operaciones de tajo abierto y se contaminan las aguas que llegan hasta el Bajo Piura. También en Jaén y San Ignacio, las dos provincias cajamarquinas limítrofes, existe temor por el posible daño a ríos como el Chinchipe.

La conducta de Majaz ha sido sumamente beligerante y no ha dudado en emplear todos los medios posibles para denigrar a quienes tienen una posición favorable a la ecología, inclusive acusándolos de terroristas.

La violencia también ha estado presente, como ocurrió cuando fue destruida la emisora La Poderosa. En febrero del 2006, varios gerentes de Majaz dirigieron una turba que interrumpió violentamente un foro sobre ecología en Huancabamba, agrediendo a pedradas a Torres y otros expositores. Sin embargo, los hechos más dolorosos para los piuranos son las muertes de Reemberto Herrera (abril del 2004) y Melanio García (julio del 2005), asesinados por la policía cuando marchaban para recuperar las tierras usurpadas.

El año pasado, cuando Richard Ralph, ex embajador inglés, fue nombrado gerente general, Majaz pareció cambiar. Publicó avisos disculpándose por la tensión generada (pero no por la usurpación), los gerentes violentistas dejaron de trabajar y cesaron las campañas de amedrentamiento en periódicos y radios locales.

Pero este año, Monterrico Metals vendió Majaz a la empresa china Zijin y la situación ha vuelto a ponerse tensa. A nuestro entender, Zijin se siente envalentonada por el respaldo del gobierno aprista, al punto que ha suscrito un convenio de estabilidad jurídica sin tomar en cuenta las observaciones de la Defensoría del Pueblo, de diversos expertos peruanos y extranjeros y, especialmente, de los comuneros.

Majaz sostiene que la pequeña zona donde va a realizar la exploración no debería generar tanta alarma, pero se ha ha descubierto que su socia Monterrico Metals ha logrado una concesión mucho más extensa, que abarca a las lagunas de las Huaringas y afecta la naciente de los ríos Quiroz y Huancabamba, por lo que el peligro de un desastre ecológico se hace cada vez más real.

En los últimos días, los campesinos han rechazado los 80 millones de dólares que la empresa les ha ofrecido si aceptan su presencia. Ahora, estaría convocando a grandes fiestas para el viernes 14 y el sábado 15, con mucho licor, para tratar de que la consulta no se realice. En todo caso, un grupo de observadores peruanos y extranjeros se dispone a viajar a los tres distritos para verificar la transparencia del proceso.

Esperamos que la consulta se realice sin mayores inconvenientes, por el bien de la democracia y del medio ambiente. Esperamos también que en el Perú se pueda crear un marco legal que no subordine los seres humanos a intereses económicos particulares.

 

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