Amnistía Internacional recuerda que el interés económico es el causante de la mayoría de las violaciones de los derechos humanos

La ONG Amnistía Internacional (AI) defendió esta mañana ante los asistentes a la II Mesa Cuadrada de la Asociación Española del Pacto Mundial (ASEPAM), a la que acudieron como ponentes, que la gran mayoría de las violaciones de los Derechos Humanos en el mundo se producen por motivos económicos, recalcando la necesidad de que, ante todo, se cumpla la legislación, se valoren por parte de las empresas los impactos producidos en las comunidades en las que operan, se cumplan medidas de transparencia y diálogo con la sociedad y se respeten los convenios reconocidos internacionalmente como los de la OCDE, OIT o Naciones Unidas.

En este sentido, y según explicaron a Europa Press fuentes que asistieron a la reunión que se prolongó por espacio de algo más de dos horas, los representantes de AI, integrantes del Equipo de Empresas y Relaciones Económicas de la ONG entre los que se encontraba Carlos Cordero y Yolanda Román, recordaron que, aunque son los Gobiernos los que tiene la máxima responsabilidad en la protección de los Derechos Humanos, las empresas tiene también "un papel fundamental".

Durante la Mesa, dedicada en esta ocasión precisamente a debatir sobre cómo mejorar la implantación empresarial de los dos Principios del Global Compact relativos a Derechos Humanos (apoyar y respetar su protección y asegurarse de que no son cómplices de la vulneración de éstos), AI instó a las empresas a que utilicen su influencia en la sociedad para fomentar ese respeto por los DDHH como gesto "de buena ciudadanía corporativa", y contribuyan al desarrollo de una normativa en este sentido.

Asimismo, AI apuntó algunos ejemplos de lo que denominan 'responsabilidad directa' e 'indirecta', refiriéndose a los casos de Caterpillar, en Palestina, donde la empresa está acusada por ONG y comunidades locales de vender su maquinaria pesada para realizar demoliciones de viviendas y poblados, o las petroleras Shell y Agip en Nigeria, donde su responsabilidad 'directa' está contaminando de forma alarmante el Delta del Río Niger.

Entre estos ejemplos se aludió al comportamiento de Repsol YPF en Colombia, donde, según algunas ONG, financian los servicios de grupos paramilitares para realizar labores de vigilancia de sus plantas. Un representante de la compañía presente en la Mesa desmintió este extremo.

Durante el encuentro algunos asistentes cuestionaron por su parte el papel de AI a la hora de abordar estos temas y su legitimidad para hacerlo, advirtiendo de que sus acusaciones pueden destruir la reputación de algunas empresas. Algunos de esos asistentes plantearon a la ONG si, en caso de error, estarían dispuestos a rectificar y hacer pública esa rectificación. El debate fue intenso. Amnistía apuntó además durante su intervención que la 'clave' de estos dos Principios del Pacto Mundial sobre DDHH está en su aplicación "práctica", para lo que es necesario que las empresas incorporen los Principios básicos de actuación y las normas de Naciones Unidas en este sentido, los difundan y sobre todo los incluyan en sus contratos.

Pasos importantes

Organizaciones del Tercer Sector presentes en la Mesa valoraron positivamente que el Pacto haya convocado esta Mesa Cuadrada precisamente para debatir sobre la aplicación de estos principios de DDHH, debido a que es habitual que se pase por ellos 'de puntillas', y que éstos, y los Convenios internacionales en este sentido, se tomen como "punto de referencia". Es, destacan, "un paso importante".

Finalmente, el presidente de ASEPAM, Salvador García-Atance, valoró la reunión como "muy interesante", pero poco útil por no haber alcanzado su objetivo, ante lo que anunció la elaboración de un documento propio de la Asociación que recoja medidas prácticas de aplicación de estos dos Principios.

El encuentro de la Mesa Cuadrada sirvió también, según las mismas fuentes, para anunciar de forma oficial la marcha del actual secretario general de ASEPAM, Manuel Escudero, y la sustitución en el cargo del vicedecano del Instituto de Empresa y experto en Responsabilidad Social Corporativa (RSC), Joaquín Garralda.

Entre los objetivos de esta Mesa Cuadrada está el de generar un foro de diálogo que permita llegar a conclusiones, aunque sean tentativas, y que permita el intercambio ordenado de pareceres. Con un número máximo de treinta miembros, busca que estén representados de forma equitativa, todos los grupos de interés que engloban la Asociación del Pacto Mundial: grandes y pequeñas empresas, ONG, así como instituciones académicas y organizaciones empresariales, sociales y sindicales