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La insignia
16 de abril de 2001


Marc Ribot: Nuestro hombre en La Habana


Andrés Torrón
Brecha. Uruguay, abril del 2001.


Es probable que sin haber sentido nunca el nombre de Marc Ribot, alguien con una discoteca mínimamente amplia, haya escuchado el sonido de su guitarra, que puede encontrarse en discos de Tom Waits, Elvis Costello, Bill Frisell, Marianne Faithfull, Tricky, Susana Baca, Caetano Veloso, Marisa Monte y hasta Andrés Calamaro (!), entre decenas de otros músicos.

Pero más allá de la increíble variedad de su actividad, de su ductilidad y buen gusto como músico de sesión, Ribot ha sido uno de los nombres fundamentales de un movimiento tan subterráneo como influyente en la música contemporánea. La llamada no wave, o "escena del Downtown" (por proceder del downtown neoyorquino), reunió a músicos que tenían conocimientos académicos, manejaban a la perfección el lenguaje jazzero, pero se nutrían principalmente del rock más experimental de los años sesenta, de la música de filmes clase B y la televisión. Estos músicos no lograron por sí solos mucha repercusión, pero influenciaron ampliamente a otros artistas más populares -de Tom Waits a David Byrne, además de grupos de rock como Sonic Youth- y establecieron vínculos con músicas y músicos de lugares "exóticos" (desde el punto de vista anglosajón) como Japón, Europa oriental o Brasil.

Ribot fue uno de los que mejor sintetizó las influencias roqueras y la agresividad punk con la vanguardia artística. El sonido de su guitarra fue fundamental en la música de Tom Waits durante los años ochenta e influyó a cantidad de guitarristas inquietos. Inesperadamente (o no), la mayor popularidad de Ribot se ha dado con el más extraño de todos sus emprendimientos: una relectura con tanto humor como talento de los clásicos del son cubano de los años cuarenta y cincuenta, basándose especialmente en la obra del legendario Arsenio Rodríguez, padre de ese estilo y virtuoso del tres cubano. Con su banda Los Cubanos Postizos -que desde el nombre en español indica que no hay intentos de hacer una música "auténtica"- Ribot ha lanzado dos discos, y ha tocado por Estados Unidos y Europa despertando loas unánimes de los sectores más variados. El nuevo álbum de estos falsos cubanos, titulado Muy Divertido* -también en español-, combina los temas de Arsenio Rodríguez y otros compositores cubanos como Pedro Flores, con composiciones del propio Ribot. Es con este proyecto que el guitarrista llegará al Río de la Plata, tocando en Montevideo el próximo jueves 19 de abril para inaugurar el boliche El Ciudadano.**

Después de un día lleno de e-mails cruzados y llamadas frustradas, Ribot interrumpe el mensaje de la contestadora de su oficina en Nueva York para hablar con BRECHA. Empieza contando a través de la línea telefónica cómo comenzó su interés por la música de Arsenio Rodríguez.

-Escuché por primera vez su música a comienzos de los noventa, por intermedio de mi amigo Anthony Coleman, (actual tecladista de Los Cubanos Postizos). Su música me atrapó enseguida, ya que me pareció un instrumentista excelente, que intentaba hacer cosas nuevas para su tiempo. También me interesó mucho como compositor.

-¿Encontró algún vínculo entre la música de Rodríguez y la suya?

-Lo encontré de dos maneras diferentes. Una es que estaba interesado en volver a la música que grabé con Tom Waits a principios de los ochenta, que estaba de alguna manera influenciada por la música cubana. Quería volver a ese sonido y encontrar al que lo había inventado. La otra conexión es que el son cubano es, para mí, muy cercano estilísticamente al rocanrol, la música con la que crecí. Es muy intenso, hecho para bailar. La música cubana se desarrolló en diferentes formas, todas ellas complejas rítmicamente, pero no en la misma manera que el jazz o la música brasileña, que son muy complejas armónicamente. Los acordes usados en el son no son muy diferentes a los del rocanrol y eso fue algo que me interesó y me hizo sentir cercano a esa música, ya que mi propia propuesta va en ese sentido. Por otro lado yo no buscaba usar la misma instrumentación que usó en su momento Arsenio Rodríguez, quería los instrumentos de una banda de rock para hacer música cubana y allí volví a la influencia de Tom Waits.

-En una entrevista usted ha dicho que el proyecto de Los Cubanos Postizos comenzó como diversión y así siguió, salvo que a la tercera vez que tocaron lograron un contrato con una multinacional. ¿Es consciente de que la moda del Buena Vista Social Club en Estados Unidos tuvo que ver con que una multinacional se interesara por su música?

-Yo empecé con este proyecto antes de que saliera el disco de Buena Vista. Estoy seguro, sí, de que el sello con el que firmé pensó que esta música podría venderse, aprovechando esa moda. Hago muchas cosas a la vez y ésta fue una que la gente recibió bien. Estoy muy interesado en la música cubana, pero no tengo la menor idea de por qué el son se volvió popular en Europa y Estados Unidos. No entiendo los fenómenos de masas y no me interesan. Hago lo que hago y si a la gente le gusta me parece genial.


Humor y trabajo

La música de Ribot tuvo siempre un componente importante de humor e ironía. En su debut solista, Rootless Cosmopolitans (1990), una versión muy particular de "While my Guitar Gently Weeps" de Los Beatles parecía tocada por un principiante poco estudioso, y otra de "Mood Indigo", de Duke Ellington, cortaba toda la delicadeza de la canción por la mitad para irrumpir en un ruidoso e inesperado solo de guitarra. En el nuevo disco de Los Cubanos Postizos, una canción del propio Ribot titulada "Lomas de New Jersey" parodia las clásicas canciones de añoranza al estilo "Cuando salí de Cuba"; lo único distinto es que el objeto de la nostalgia son "las lomas" de New Jersey, ciudad pegada a Nueva York, que el músico quiere volver a ver "una vez antes de morir".

-Me he dado cuenta de que siempre miro las cosas con cierta distancia irónica. Pero también he notado desde hace algún tiempo que eso no es algo que tenga que celebrar. Y empecé a buscar experiencias musicales que cambiaran ese punto de vista. Creo que es inevitable una cierta dosis de distancia para cualquiera que esté en mi lugar y en mi tiempo, pero trato de superar eso. Una manera es hacer bailar a la gente con mi música.

-Ha grabado con una cantidad asombrosa de músicos, desde Caetano Veloso a Andrés Calamaro. ¿Para usted es sólo un trabajo u otra manera de expresarse?

-Mi trabajo principal es tocar como sesionista en discos de otros, pero es un trabajo afortunado. Yendo a lo particular, Caetano Veloso es uno de mis héroes, así que poder tocar en alguno de sus discos fue un placer. El caso de Calamaro es diferente, pero de alguna manera tenemos las mismas influencias. Se ve que él escuchó mucho a Bob Dylan y yo también, además es un roquero y eso me simpatiza.

-¿Y Tom Waits?

-Tom Waits grabó su disco Rain Dogs en Nueva York en 1985, y mientras estuvo en la ciudad fue a ver una cantidad de bandas en vivo. Yo tocaba en esa época con los Lounge Lizards (la banda del saxofonista y actor John Lurie) y me llamó para tocar con él. Hubo otros guitarristas en el disco, Keith Richards entre ellos. Era obvio que Richards no iba a poder hacer la gira con él, así que terminé tocando en la gira y eso me llevó luego a seguir grabando con Waits.

-¿Su estilo guitarrístico en esos discos fue influenciado por Waits o es todo creación suya?

-Cuando trabajo con alguien intento que su música me influencie. No es que yo tenga un estilo que traiga en una burbuja y lo pase mecánicamente a la cinta. Escucho la música y las palabras y trato de colaborar con algo que ayude a esa música.

-¿Hay algo cercano ahora en Nueva York a lo que fue la escena del downtown en los años ochenta?

-Estoy seguro de que sí. Hay una escena subterránea de música electrónica y disc-jockeys que son sin duda muy interesantes. Pero el movimiento no wave a principios de los ochenta fue para mí algo muy importante y no he vuelto a oír -espero hacerlo- cosas que me den vuelta la cabeza como me sucedía en ese tiempo.


* Atlantic/Warner, 2000. El disco puede conseguirse, con algo de suerte, en las disquerías de Montevideo. ** La inauguración oficial será el miércoles 18 con la actuación de Jaime Roos. Los Cubanos Postizos son Marc Ribot en guitarra, Anthony Coleman en teclados, Brad Jones en bajo, EJ Rodríguez en percusión y Roberto Rodríguez en batería. El espectáculo comenzará a las 21 horas. El Ciudadano queda en Yí entre 18 y Colonia.



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