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La insignia
28 de junio del 2005


La mula sigue en libertad


Javier Maestre
República Internet. España, junio del 2005.


El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dictado recientemente una resolución en que defiende una peligrosa interpretación sobre las responsabilidades derivadas de la creación y utilización de programas basados en la tecnología p2p.

La resolución viene a decir que los desarrolladores de programas p2p pueden ser responsables de la utilización que sus usuarios hagan del programa en concreto, lo que podría dar lugar a exigir a estos desarrolladores tareas de prevención para la distribución de material protegido por las leyes de propiedad intelectual.

Los jueces sostienen que quien distribuya un dispositivo con el objeto de promocionar su uso para infringir las normas de propiedad, demostrado mediante manifestaciones expresas o cualquier otra manera de fomentar la infracción, resulta responsable de las infracciones cometidas por terceras personas.

El tribunal establece que este caso no es igual a otros resueltos anteriormente, como el de SONY, en los que exculpaba a los proveedores de la tecnología, dado que los demandantes arguyen a su favor un comportamiento activo de estos proveedores para promover actos de infracción de propiedad intelectual.

De esta forma, los jueces ordenan que se celebre un juicio para determinar si los proveedores de la tecnología p2p favorecían intencionadamente la comisión de infracciones en materia de propiedad intelectual, en cuyo caso sí podrían ser responsables de los daños y perjuicios derivados de las infracciones de los usuarios. Pero sin la existencia de este ánimo, interpretando la resolución en sentido contrario, no sería posible hablar de responsabilidad de estos agentes.

En suma, y pese a lo que se afirmará mañana mismo en gran parte de la prensa -tan dócil en lo relativo a copyright- el p2p sigue siendo perfectamente legal. Y lo seguirá siendo en tanto no se demuestre, dentro de un procedimiento con todas las garantías, que la voluntad del diseñador del programa es favorecer intencionadamente la violación de derechos de autor. Un gran juicio para el que todavía no hay audiencia señalada.



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