Portada Directorio Buscador Álbum Redacción Correo
La insignia
21 de junio del 2005


Entrevista con el físico Antonio Bru

«La Complutense apoyará mi investigación contra el cáncer»


Ignacio Escolar
Informativos Telecinco. España, junio del 2005.


Desde que el físico español Antonio Bru anunció hace unos días que había conseguido curar a un paciente con cáncer de hígado en fase terminal, su teléfono no ha dejado de sonar. Según su teoría, basta con potenciar el sistema inmunológico para combatir casi cualquier tipo de tumor sólido. Cada día su equipo recibe cientos de llamadas y mensajes de enfermos y familiares.

Su despacho en la Universidad Complutense de Madrid es una procesión constante de personas que buscan en su terapia una nueva esperanza. Hoy ha hablado con nosotros en esta entrevista exclusiva de Informativostelecinco.com


En los últimos días ha comenzado a circular por Internet instrucciones para automedicarse, en teoría, según las instrucciones que aparecen en sus artículos. ¿Qué opina de que un paciente se automedique para seguir su terapia?

ANTONIO BRU: Es una insensatez absoluta. Y la gente que está haciendo eso está obrando de una manera insensata, incluso innoble, si hay algún tipo de beneficio. Hay que ser consciente de lo que estamos haciendo, un desarrollo científico en el cual hemos aplicado estos dos casos con un riguroso control médico. Este tipo de medicamentos sólo se puede conseguir en farmacia hospitalaria. Como cualquier tipo de medicamento, éste puede tener unos efectos tremendamente graves para la salud del paciente. Podría llegar a ser incluso un suicidio.

-¿Su equipo va a tratar más casos en pacientes de cáncer?

-Vamos a intentar realizar los ensayos clínicos, por lo que vamos a realizar este tipo de terapia en el mayor número de pacientes de diferentes tipos de cáncer.

-¿Pero como tratamiento compasivo?

-No, vamos a intentar que sea por medio de los ensayos clínicos, para lo cual contamos con el apoyo de la universidad, que pondrá las ayudas y los mecanismos necesarios para poner de acuerdo a varios hospitales donde realizar dichos ensayos.

-Para la gente que está desesperada con un cáncer terminal, que ahora está acudiendo a usted en busca de ayuda, ¿no hay ninguna posibilidad? ¿Tienen que esperar a que terminen los ensayos clínicos?

-Nosotros tenemos que ser rigurosos, somos científicos. Somos el grupo que está abriendo brecha de un conocimiento, de una nueva terapia, de una nueva concepción. Por lo tanto, tenemos que cubrir las fases científicas de demostración y validación necesarias para que este tratamiento, en caso de que demostrarse que es efectivo, pueda constituirse como una terapia convencional. Pero para eso tenemos que continuar.

Como descubrimiento científico es tremendamente esperanzador. Y nos puede decir que dentro de dos años, o con suerte antes, podamos establecer esto como terapia convencional. Pero ahora mismo la gente tiene que entender en qué punto nos encontramos. Estamos desembarcando en este momento en lo que podría ser una terapia muy efectiva en un futuro relativamente cercano.

-Según un comunicado de la Universidad Complutense, los teléfonos de la universidad están colapsados de gente pidiendo ayuda, interesándose por su terapia. ¿Qué le dice a estas personas?

-Les explico que éste es un paso científico, que nosotros tenemos que continuar investigando. Indudablemente no se puede dar ya como una terapia. Entendemos perfectamente cuál es su situación, pero no podemos tratarles todavía. Tenemos que hacerlo por medio de las vías convencionales. Yo entiendo su urgencia y su desesperación, pero deben entender que todavía necesitamos realizar unos pasos antes de entender esto como una terapia que pueda ser administrada a cualquier persona.

-Pero desde el Ministerio de Sanidad han dicho que si un paciente quiere tratarse con este medicamento puede hacerlo a través de su médico, como tratamiento compasivo, cuando todo lo demás ha fallado.

-Si hay médicos que nos pidan asesoría a los clínicos de mi equipo haciendo las cosas legalmente, lo van a tener. En lo que podamos ayudar a cualquiera, lo vamos a hacer. Lo que no podemos hacer es salirnos de los cauces estrictamente científicos y estrictamente legales.

-¿Cuántas llamadas está recibiendo de pacientes pidiéndole ayuda?

-Cientos al día. Hemos estado incomunicados todos los miembros del grupo, no hemos podido trabajar. Es venir a los despachos, a los hospitales... Prácticamente no hemos tenido tiempo de trabajar, de montar esto lo antes posible, que es a lo que nos deberíamos dedicar por el bien de todos. Estamos desbordados.

-¿Qué repercusión ha tenido su teoría fuera de España?

-Yo he recibido muchas felicitaciones de investigadores españoles y extranjeros. Fuera de España se ha cogido de otra manera. Se sabe que es un paso científico que despierta mucha curiosidad, mucho interés. Que representa muchas cosas, porque representa un par de casos predichos por una teoría.

Yo creo que eso es lo que aquí no se ha sabido valorar con esas críticas de ¡un solo caso! Bueno, todos sabemos contar hasta uno o hasta dos. Pero esto es distinto que coger un medicamento y probar a ver qué sale. Esto tiene el valor de la predicción y de la validación clínica de algo que está validado en todos los niveles anteriores.

-¿Pero hay un caso o dos casos?

-Hay dos, pero el otro está en trámite de publicación. Está el caso de una paciente con un melanoma en estadio cuatro y está el caso del hepatocarcinoma, que es el que ha salido publicado. Lo que pasa es que el otro saltó a la prensa y no nos dio tiempo a que lo pudiésemos dar a conocer antes por los cauces científicos normales.

-¿Cuánta gente trabaja en su equipo?

-Miembros del equipo investigador somos tres: la doctora Sonia Alberto, la doctora Isabel Bru y yo mismo. Pero hemos colaborado con mucha gente, con el doctor Fernando García Hoz o con el doctor Ángel Palomo, por ejemplo.

-¿En España no es común que desde otra rama de la ciencia se analice el problema de otra disciplina?

-Evidentemente no es común, no como en otros países. Muchas de las críticas que he recibido han sido en ese sentido. Aquí se me ha criticado por ser matemático cuando investigadores, biólogos moleculares de renombre internacional, me han felicitado precisamente por haber creado una descripción pluridisciplinar. En toda esta línea de investigación han trabajado patólogos, inmunólogos, biólogos moleculares, físicos, químicos...

Precisamente yo creo que ésa es la gran fortaleza de esta concepción que hemos hecho. En otros países, los equipos pluridisciplinares son el paradigma por el que debe trabajar la investigación. La ciencia está en tal grado de complejidad que es casi la única manera de funcionar. Aquí en España eso se queda para conversaciones de salón pero es difícil trabajar en un equipo pluridisciplinar. Funcionamos con el retraso característico que tenemos los españoles. Cada vez hay mayor conciencia de que ésa es la manera, pero aún no es fácil.

-¿Qué opina de las críticas de algunos oncólogos españoles que le acusan de haberse precipitado al divulgar los datos de su investigación?

-Que estoy en profundo desacuerdo. No nos hemos precipitado. Nosotros lo que hemos hecho ha sido estar durante 12 años trabajando y demostrar una teoría a los diversos niveles en los que los teníamos que haber demostrado. Hemos logrado explicar muchas evidencias de otros grupos. Hemos logrado hacer experimentos in vitro, en muestra fresca...

La teoría, el conocimiento adquirido, lo que nos decía era que si aplicábamos esto también en pacientes vais a tener éxito. Lo que hicimos fue diseñar el experimento para probarlo. Una vez que lo tuvimos era un resultado que, como científicos, teníamos que dar a conocer. Hay que continuar estudiando, pero no nos hemos precipitado en ningún momento.

-¿Además de las críticas ha recibido apoyos de otros oncólogos?

-Cuando nos han pintado que la comunidad médica y los investigadores experimentados desconfiaban, nosotros no hemos dado ningún tipo de pábulo a este tipo de críticas. Las primeras críticas salieron el mismo día de la investigación, cuando el artículo no estaba leído. Y era de un grupo muy reducido y muy concreto de especialistas. Yo he recibido infinidad de felicitaciones y de apoyos de especialistas de todo el mundo y de muchísimos clínicos y jefes de servicio de hospitales públicos de nuestro país. Hemos recibido muchas felicitaciones y el ánimo para seguir. El beneficio de la duda lo tenemos, y deberíamos haberlo tenido mucho antes.

Además, han sido críticas a nivel de descalificación personal. Todavía no he oído una sola crítica científica. Falsa o no, que estuviéramos de acuerdo con ella o no, pero todavía no he oído una sola crítica científica.

-¿En qué consiste su terapia?

-Hemos visto que reestimulando el sistema inmunológico se produce una serie de células, que son los neutrófilos (un tipo de leucocitos). Según nuestros estudios, son células capaces de acabar con el tumor. Nuestra terapia se basa en dotar al organismo del número suficiente de este tipo de células para que él pueda combatir con éxito al tumor.

-¿Para qué tipo de tumores puede funcionar?

-Nosotros lo que hemos hecho es un gran estudio, una descripción teórica del crecimiento tumoral. Y hemos visto que todos los tipos sólidos de tumores siguen la misma dinámica. Tienen el mismo mecanismo fundamental de crecimiento, que es el que estos neutrófilos anulan. En teoría, aunque aún faltan los ensayos clínicos, esta terapia podría ser susceptible de acabar con todo tipo de tumores sólidos.

-¿En qué estado está ahora su investigación?

-Nosotros continuamos desarrollando aspectos teóricos, continuamos haciendo experimentos en animales, en ratas y en ratones, y estamos intentando plantear ahora ensayos clínicos que nos permita una mayor estadística en distintos tipos de tumores con distintos pacientes. Todavía no hay nada concreto, pero la Universidad Complutense se ha comprometido a llevar los ensayos clínicos adelante. Apoyará al grupo de investigación que dirijo para la realización de los ensayos clínicos.

-El medicamento que han utilizado no es nuevo

-Lo importante que nosotros hemos descubierto no es el medicamento, que además hay tres o cuatro que podrían hacer el mismo efecto. Lo que hemos descubierto es qué efecto debíamos anular y cómo anularlo. Una vez que sabíamos cómo anularlo, lo único que teníamos que hacer era buscar los productos para conseguir esa anulación del crecimiento tumoral.

-Pero ese medicamento lleva más de una década en el mercado y hasta ahora no se habían detectado estos efectos contra los tumores.

-Es una cuestión de dosis. Este medicamento se utiliza cuando el número de leucocitos y de neutrófilos está bajo. Esto sucede, por ejemplo, después de un ciclo de quimioterapia. A estos pacientes se les administra este medicamento para que se recuperen los niveles normales. Nosotros no lo utilizamos para recuperar unos niveles normales. Nosotros lo que hacemos es potenciar, casi en un orden diez, el número de leucocitos porque detectamos que así los neutrófilos podrían anular el tumor.

Este tipo de tratamiento tiene que cumplir dos características: intensidad y duración. Si no, no puede llegar a acabar con los tumores. A distintos tipos de dosis, eso no se iba a notar nunca, no era dosis suficiente como para conseguir ese efecto.

-Si su teoría es cierta, los laboratorios que fabrican ese medicamento harán un gran negocio.

-Sí, aunque no hemos conseguido mucha ayuda de ellos, ni siquiera comprensión. Para algún laboratorio puede ser muy beneficioso este tipo de resultados.

-De momento, ¿qué pruebas hay hechas?

-Están doce años de desarrollo teórico experimental, de explicación de innumerables hechos biológicos y clínicos por medio de esta concepción, de esta teoría. Hemos podido explicar muchas evidencias, muchos casos clínicos que estaban sin explicar. Hemos logrado dar una perfecta compatibilidad a muchas cuestiones que parecían incompatibles o disonantes.

Pero no se puede decir que nos hayamos basado sólo en unos experimentos con ratones o en una o dos personas. Nosotros hemos hecho muchos experimentos in vitro, muchos experimentos con muestras de tumores. Luego hemos hecho experimentos con ratones y ahora hemos hecho este par de casos que es la evidencia clínica de la teoría, es la validación clínica de lo que sería la teoría. Ahora hay que continuar, pero el trabajo previo es bastante grande.



Portada | Iberoamérica | Internacional | Derechos Humanos | Cultura | Ecología | Economía | Sociedad Ciencia y tecnología | Diálogos | Especiales | Álbum | Cartas | Directorio | Redacción