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La insignia
6 de octubre del 2003


China adopta el programa europeo «Galileo»


Rafael Poch de Feliu
La Vanguardia Digital. España, septiembre del 2003.


Pekín.- La Unión Europea (UE) y China esperan firmar próximamente un importante acuerdo por el que China se unirá al sistema de navegación global vía satélite europeo "Galileo", contribuyendo a romper lo que actualmente es un monopolio de Estados Unidos, informa hoy el "Diario del Pueblo".

Un preacuerdo en la materia se rubricó el día 18 en Pekín entre el director general de energía y transporte de la Comisión Europea, François Lamoureux y el secretario del Ministerio de Ciencia y Tecnología chino, Shi Dinghuan. Las dos partes esperan firmar el acuerdo definitivo en la próxima cumbre UE-China a celebrarse el 30 de octubre en Pekín, informó el servicio de prensa de la UE en la capital china.

"Galileo", que deberá estar plenamente operativo en el 2008, tiene un presupuesto de 3.200 millones de euros y ha sido torpedeado desde sus inicios por Estados Unidos, que no deseaba perder la actual posición de monopolio que le brinda su sistema GPS.

El GPS ("Global Positioning System") fue creado en 1973 por el ejército estadounidense. Es un sistema de telemetría basado en una red de 24 satélites que ha sido uno de los pilares de las últimas "guerras tecnológicas" de Estados Unidos.

Sin el GPS, los misiles exactos y las bombas inteligentes que desmantelaron Yugoslavia e Irak en los noventa, o golpearon países como Sudán y Afganistán no habrían sido posible.

En su uso civil, el sistema GPS reporta, además, ingresos millonarios a la industria estadounidense. Desde la década de los noventa, sus aparatos se han convertido en artículo de amplio consumo a bordo de aviones automóviles, barcos, embarcaciones de recreo, comunicando teléfonos móviles e incluso en manos de simples excursionistas y deportistas.

La posición de monopolio permitió a Estados Unidos dictar sus propias condiciones, y en el uso civil GPS ofrece información inexacta reservando la exactitud para el uso militar. El resultado es que, mientras los militares americanos pueden establecer cualquier posición con exactitud, el resto del mundo (con la excepción de los militares rusos, que disponen de su propio sistema, "Glonass") sólo puede establecerla con el margen de error que el Pentágono dicta.

En 1999, la decisión de crear un sistema europeo de posicionamiento global independiente fue recibida con manifiesto desagrado en Washington, que intentó bloquear el proyecto, "utilizando tanto tácticas suaves como duras", recordaba ayer el "Diario del Pueblo".

La corrección de los márgenes de error, en una dirección más precisa, que GPS estableció en mayo del año 2000, fue un intento suave de disuadir a los europeos. Paralelamente, Washington intentó impedir el nacimiento de "Galileo", movilizando a sus aliados más incondicionales en el seno de la Unión Europea.

Una alta fuente de la Comisión Europea explicó a nuestro diario que el número dos del Pentágono de la administración Clinton mandó cartas a sus hombres de confianza en la UE, entre ellos los ministros de defensa de Inglaterra y Dinamarca, para que desaconsejaran a la UE llevar adelante el programa.

Cuando la vicepresidente de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, asumió sus responsabilidades en Bruselas, la envergadura del proyecto "Galileo" estaba cubierta de nieblas y silencios administrativos vinculados a esa labor, lo que estuvo a punto de embarrancar definitivamente a "Galileo", explicaron las fuentes.

Según estimaciones europeas la inversión china en "Galileo" (pública y privada) podría ascender a unos 230 millones de euros. Aunque la UE no ha dejado de repetir que "Galileo" es un programa fundamentalmente civil, sus implicaciones militares son obvias en unos momentos marcados por la creciente rivalidad comercial entre Estados Unidos y la Unión, la sorda competencia entre el euro y el dólar, la desavenencias políticas en política exterior y los planes y preparativos para crear una fuerza militar europea que nunca sería independiente y soberana si estuviera supeditada a la telemetría militar estadounidense.

La inversión china no podrá sino estrechar la cooperación de Pekín con la UE en materia de defensa, lo que supone nuevas oportunidades de contrato para las empresas europeas y, naturalmente, no interesa a la industria militar norteamericana.

Está por ver si China dará el paso de vincular sus sistemas militares a una red europea. De momento, De Palacio declaró la semana pasada que, "China va a ayudar a que "Galileo" sea la mayor infraestructura mundial en el creciente mercado de servicios de posición".

Con el primer mercado mundial de telefonía móvil (240 millones de usuarios) y un boyante sector del automóvil, China puede ampliar de forma dramática el ámbito de mercado de "Galileo", observa hoy el diario oficial chino, que compara la significancia del programa con la expansión de "Airbus", la gran compañía aeronáutica europea que arrebató el liderazgo mundial a "Boeing", en uno de los pulsos comerciales más duros entre Europa y EEUU.



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