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La insignia
11 de novembro de 2002


Conectados a novas perspectivas


Maria Eduarda Mattar e Julio Cesar Brazil
Rits. Brasil, novembro de 2002.


El Second International Congress of History of Science and Technology, celebrado en Londres entre el 29 de junio y el 4 de julio de 1931, debe ser estimado como uno de los acontecimientos más significativos en el campo de la historia y filosofía de la ciencia. Lo que singularizara este evento académico de otros antecedentes es la participación de una nutrida delegación de científicos y filósofos soviéticos presididos por Nicolás Bujarin, presencia que conmovió profundamente, y no solamente por motivos académicos, a la comunidad científica internacional. Uno de los resultados de la activa participación de estos intelectuales marxistas, inédita en los anales del mundo académico mundial, fue promover el surgimiento, inicialmente en Inglaterra y luego extendido a otros países del mundo capitalista, de importantes colectivos de historiadores y filósofos marxistas. De la comprensión de este acontecimiento trata la invalorable investigación realizada por el Doctor en Filosofía Pablo Huerga.

Son muchos los motivos que tenemos los lectores latinoamericanos para recibir y considerar este trabajo como un suceso en el campo de la historiografía de la ciencia y epistemología. Su lectura refresca y estimula a todos los que trabajamos en los anchos cauces de la epistemología al promover, desde una perspectiva materialista crítica, cuestiones y problemas claves en campos tan complejos como la historia y la filosofía de la ciencia.

Huerga ha realizado una formidable exploración documental, incorporando una extensísima e impactante información, por supuesto, para nosotros en gran medida desconocida, que cubre las instancias de preparación de la delegación en la URSS, las jugosas y reveladoras anécdotas que se produjeron durante el desarrollo del evento y las posteriores repercusiones.

La inesperada presencia de la delegación soviética trastornó los planes de los organizadores y repercutió dando lugar a conmociones públicas, generando intervenciones políticas importantes y cruce de opiniones encontradas entre los gobernantes laboristas y los conservadores. El diario conservador Daily News llamó a esta delegación «la factoría moscovita del odio». Huerga matiza con mucha frescura estas circunstancias, transcribiendo relatos periodísticos y ataques en la prensa de derecha contra los soviéticos, con lo cual revive en su compleja dimensión social ese evento académico.

La investigación de Huerga se centra en la ponencia de Boris Hessen, Las raíces socio-económicas de los 'Principia' de Newton, incluida en la recopilación Science at the Cross Roads junto a otros once trabajos, entre los que merece destacarse el de N. Bujarin, Teoría y práctica desde el punto de vista del materialismo dialéctico. Las referencias a las otras ponencias son circunstanciales.

Esta decisión se justifica por el impacto causado a los asistentes al congreso y la posterior trascendencia de las tesis ahí enunciadas. La ponencia de Hessen ha seguido conmocionando, hasta el presente, a la comunidad internacional de historiadores y filósofos de la ciencia, en tal grado, que la mayoría de la producción en los campos que abarca la epistemología, aun sin hacer referencia directa, confrontan con las tesis de Hessen. El libro de Huerga no es una descripción histórica de un suceso concreto, sino que profundiza aspectos claves de las teorías historiográficas, de filosofía en general, y específicamente de filosofía de la ciencia, cuestiones éstas que son en definitiva las que motivan la «persistencia» en el universo académico del ensayo de Hessen.

Huerga demuestra que el ensayo de Hessen, si bien puede ubicarse dentro de lo que en la terminología estándar se denomina la interpretación externalista de la historia de la ciencia, no asume una postura férreamente reduccionista. La tesis de Hessen es concreta y, a pesar de los incesantes esfuerzos que siguen realizando los representantes del dogmatismo internalista para desvalorizarla su obviedad es indiscutible. Es decir, se fundamenta en reconocer que el carácter y objetivo de la ciencia newtoniana están condicionados por el desarrollo del sistema económico-social en la etapa del capitalismo comercial. La extensión de esta visión a la comprensión del proceso de producción de la ciencia concluye que las actividades económicas productivas y la tecnología determinan la temática de la ciencia y le aportan condiciones materiales para su desarrollo.

La importancia de la obra de Huerga es que explora minuciosamente la tesis de Hessen, analiza con atención todas sus consecuencias, la enfrenta a sus iniciales y posteriores contradictores, permitiendo que el lector adquiera una consistente información, desde la cual pueda profundizar en la crítica epistemológica. Huerga repasa cuidadosamente los enfoques de cada uno de los objetores a Hessen en una exposición amplia y comprensiva de las diversas posturas dejando abierta la temática a posteriores discusiones. A su vez nos introduce en las olvidadas raíces históricas de las actuales discusiones epistemológicas en torno a lo que en el celebrado título del libro de Th. Kuhn se denomina «la estructura de las revoluciones científicas»; cuestiones que refieren, entre otras, a la metodología de la historia de la ciencia y la concepción de la ciencia en su función política y social.

Huerga fundamenta su investigación tomando como punto de apoyo «la teoría del cierre categorial» propuesta por el filósofo español Gustavo Bueno. Desde esa perspectiva y en relación con las tesis fuertes del materialismo dialéctico, nuestro autor desarrolla una interpretación que enriquece la multiplicidad de cuestiones filosóficas que emergen como reflejo del combate ideológico entre sectores sociales agitados por los descubrimientos científicos de Newton.

Forman parte importante del cuerpo de este trabajo dos aspectos que tienen que ver con la situación de las polémicas políticas en la Unión Soviética posteriores a la muerte de Lenin. Por una parte nos introduce en facetas poco conocidas y muchos menos frecuentadas en torno a las disputas filosóficas ocurridas durante las décadas de los '20 y '30. Por otra parte, el recorrido documental que Huerga efectúa de las vicisitudes políticas que fueron protagonistas Bujarin, Hessen y demás integrantes de la delegación posteriormente al Congreso, la mayoría de ellos condenados y fusilados como «enemigos del pueblo» durante los oprobiosos juicios de Moscú entre 1936 y 1938. Uno y otro aspecto significa aportes que valoriza positivamente este libro.

Complementa la obra de Huerga un apéndice donde se presenta una selección de textos de Hessen, inéditos en castellano y una sabrosa crónica del congreso efectuada por M. D. Rubinstein, uno de los integrantes de la delegación soviética. Agrega una extensa y pertinente bibliografía que abarca los variados aspectos históricos, filosóficos y políticos, que se relacionaron con las circunstancias académicas y las cuestiones temáticas que tuvieron por escenario el Congreso de Londres y por actores los principales historiadores y filósofos de la ciencia presentes en el evento o que lo siguieron desde las crónicas periodísticas y reseñas bibliográficas, hasta la actualidad.

En el Uruguay las tesis de Hessen han llegado con gran retraso y su impacto se ha procesado por vía indirecta, aunque sólida, a través de la obra de John D. Bernal. El texto de Hessen ha tenido mínima difusión en los ámbitos universitarios y/o académicos nacionales. En las discusiones en torno a cuestiones epistemológicas o relacionadas con las teorías historiográficas que se han producido en nuestra vida cultural, el texto de Hessen es desconocido.

La excepción, en el ámbito de la Universidad de la República, es la traducción de la ponencia de Hessen publicada en Newton, el hombre y su obra, Cuadernos de E.U.B.C.A., nº 1, Montevideo 1988.

Para quienes en nuestros claustros siguen con tozudez objetando la fecundidad epistemológica de la historia de la ciencia el libro de Huerga es una contundente muestra de que de esa cantera se pueden extraer cuestiones claves para el desarrollo creativo en el campo de la filosofía de la ciencia, dejando de lado prejuicios y eslóganes que mutilan el avance en disciplinas que en nuestro espacio institucional permanecen todavía atadas a concepciones formalistas actualmente superadas.


(*) Texto publicado inicialmente en Hoja de Galileo (Montevideo, Uruguay). «Publicación dedicada a problemas metacientíficos». Volumen nueve, número seis, julio-agosto 2002.



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