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La insignia
7 de noviembre del 2002


Propiedad intelectual y disparidad de conocimientos*


Porto Alegre 2003 / Oxfam, noviembre del 2002.


Este documento trata de los efectos de la normativa sobre propiedad intelectual en los países en vías de desarrollo, y las posibles estrategias de las campañas para cambiarla. Las normas son muy importantes, ya que inciden en el acceso de las personas a los medicamentos vitales, las semillas y el material didáctico, así como en la capacidad de desarrollo de los países pobres y su participación efectiva en los mercados mundiales. Oxfam espera que este documento sirva a las demás organizaciones que trabajan sobre estos temas y provoque reacciones que sirvan para su propio trabajo sobre la normativa de patentes de la OMC.

1 - La normativa

Una de las luchas más intensas en la campaña para la reforma de la globalización se centra en el control de los conocimientos. ¿Se verán éstos monopolizados por las corporaciones privadas en beneficio propio y condicionados por los mercados de los consumidores ricos, o se mantendrán en el dominio público, de manera que puedan ser utilizados para erradicar la pobreza, el hambre y la enfermedad? En los tiempos actuales, en que millones de personas se ven privadas de los derechos básicos a la salud, la alimentación y la educación, y en que crece la desigualdad, esta pregunta tiene más relevancia que nunca.

El Acuerdo TRIP (ADPIC, en sus siglas en español) de la Organización Mundial de Comercio, introducido en 1995 tras una intensa campaña de presión por parte de las corporaciones privadas, se encuentra en el centro de esta polémica. Es el principal tratado internacional sobre los derechos de propiedad intelectual (PI), que abarca patentes, derechos de autor y marcas.

Los TRIP obligan a todos los miembros de la OMC a otorgar a los titulares de patentes - en su mayoría grandes corporaciones del mundo industrializado - un monopolio temporal sobre sus 'invenciones'. Este sistema pretende fomentar la innovación, ya que permite a los titulares de patentes prohibir la competencia, elevar los precios y así recuperar los gastos de la inversión realizada.

Los acuerdos comerciales bilaterales, tales como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), están siendo utilizados también para fijar niveles de protección nacional para la PI aún mayores que los exigidos por los TRIP.

Aún cuando toda esta normativa afectará las vidas de miles de millones de personas, hasta hace bien poco se ha visto introducida sin que apenas se haya producido debate público alguno.

2 - Sus efectos

La protección de la PI podría ser un incentivo útil, junto con otros, para fomentar la inversión y la innovación. Lamentablemente, TRIP y otros acuerdos comerciales obligan a todos los países a adoptar unos niveles de protección muy elevados, sin tener en cuenta ni su grado de desarrollo, ni el potencial del sector de que se trate para contribuir al cumplimiento de los derechos humanos. Esta postura de 'talla única' es perjudicial tanto para el bienestar como para la innovación, e inclina la balanza excesivamente a favor de los intereses privados de las corporaciones titulares de PI, en detrimento de los usuarios de los conocimientos de que se trate.

Muchos de los efectos negativos de la normativa internacional sobre PI se harán sentir de forma más aguda en los países más pobres. Oxfam teme que este nuevo acuerdo tendrá las consecuencias siguientes:

Impedir el acceso de las personas más pobres a 'productos del conocimiento' esenciales, tales como los medicamentos, las semillas y el material didáctico. Los TRIP redundarán en precios más elevados de aquellos productos ricos en conocimientos, lo que restringirá el acceso de las personas pobres a los medicamentos esenciales, las semillas, el software y el material didáctico. El elevado precio de los medicamentos contra el VIH/SIDA es un ejemplo gráfico de los efectos perjudiciales que las patentes pueden llegar a tener. Estos elevados precios limitan también la capacidad de los gobiernos de los países en vías de desarrollo para satisfacer los derechos humanos básicos de alimentación, salud y desarrollo.

Crear una brecha tecnológica aún más pronunciada. Existe ya una gran disparidad tecnológica entre los países ricos y los países pobres. Aún cuando los países en vías de desarrollo poseen una gran riqueza de conocimientos informales, son importadores netos de los productos de alta tecnología y know-how que los TRIP protegen. Por otra parte, los países industrializados emplean el 90 por ciento de los recursos invertidos en investigación y desarrollo (I+D) a nivel mundial, poseen un porcentaje aún mayor de las patentes, y son los mayores exportadores de PI.

Los TRIP aumentarán esta disparidad, al crear un aumento en el coste de los productos del conocimiento importados por los países en vías de desarrollo. Los derechos y licencias pagados por los países en vías de desarrollo a los titulares de patentes del mundo industrializado han aumentado enormemente desde mediados de los años ochenta. En 1998, los EE.UU. obtuvieron un excedente neto de más de 23.000 millones de dólares en sus exportaciones de PI.

Aumentar aún más la tendencia a que la I+D se dirija a los mercados de consumo ricos, y no a satisfacer las necesidades mínimas de los pobres. Existe un enorme fracaso del mercado en la I+D de los medicamentos y la agricultura. La mayor parte de la I+D a nivel mundial se dedica a satisfacer los mercados de los consumidores ricos, y no a cubrir las necesidades mínimas de los pobres. Del total de gastos de investigación sobre salud a nivel mundial, menos de un 10 por ciento se dedica al 90 por ciento de la carga de enfermedades mundiales que hoy existe. De igual manera, gran parte de la investigación sobre agricultura tiene por objeto mejorar el aspecto y el gusto de los productos para beneficio de los consumidores de los mercados ricos, y no a buscar cultivos sostenibles de alimentos básicos como el sorgo y la yuca, de los que dependen un gran número de agricultores pobres.

La normativa mundial sobre PI agravará este problema al concentrar aún más la I+D hacia aspectos rentables tales como los remedios para la obesidad y la impotencia. Aún con mayor protección en materia de PI, los hombres y las mujeres pobres de los países en vías de desarrollo no tienen el suficiente poder adquisitivo para influir de forma significativa en las tendencias de I+D. Únicamente mediante financiación pública y acuerdos público/privados se podrá asegurar que la I+D se dirija a satisfacer las necesidades básicas de estas personas.

Restringir la capacidad de los países pobres para innovar y participar de forma eficaz en los mercados mundiales. Los partidarios de los TRIP afirman que la pérdida de bienestar a corto plazo como consecuencia de la subida de precios se verá compensada por los beneficios a largo plazo, fruto de una mayor innovación y de la transferencia de tecnologías hacia los países pobres. Pero en realidad la falta de capacidad tecnológica significa que las compañías extranjeras obtendrán la mayor parte de los beneficios derivados de una mayor protección de la PI. Por otra parte, al restringir la libertad de los países en vías de desarrollo para imitar y adaptar nuevas tecnologías, los TRIP impedirán la innovación futura, el desarrollo y la capacidad de los países para competir de forma efectiva en los mercados mundiales.

Existen pocos indicios de que un mayor nivel de protección de la PI en los países en vías de desarrollo aumentará la inversión extranjera directa o las licencias otorgadas por parte de las empresas transnacionales (ETN), ni siquiera en el sector químico y farmacéutico.

Fomentar el pirateo de los recursos biológicos y conocimientos tradicionales de los agricultores e indígenas en los países en vías de desarrollo. Los TRIP fueron desarrollados para prevenir la llamada piratería por parte de los países en desarrollo de las invenciones y los productos de los países ricos. Pero no hablan de la apropiación sistemática que de los conocimientos biológicos y los conocimientos tradicionales no formales de los países pobres hacen las grandes compañías de los países industrializados.


Sección 2 - Estrategias de Campaña Esta segunda parte se basa en las experiencias recientes de Oxfam en su campaña sobre las patentes y el acceso a los medicamentos (la campaña 'Cut the Cost'), y plantea ciertas cuestiones sobre el enfoque futuro de las estrategias de campaña por parte de la sociedad civil.

1. ¿Qué enfoque debe tener la campaña sobre los TRIP?

Una pregunta clave es si resulta más eficaz enfocar la campaña hacia una amplia reforma/supresión de los TRIP, o centrarla en conseguir cambios en determinadas áreas, tales como las patentes sobre medicamentos, sobre los recursos genéticos de las plantas, o sobre las formas de vida.

En sus campañas populares, Oxfam hace hincapié, por norma general, en lo que denomina temas 'cuña'. La cuña proporciona un ejemplo concreto de un problema causado por una determinada política mundial en un formato fácil de comprender por la opinión pública: una vez la gente ha comprendido el impacto real y humano de determinadas prácticas, se verán motivados a participar en campañas para obtener cambios políticos más amplios. Así, por ejemplo, el problema de las patentes y el acceso a los medicamentos es un tema 'cuña' para la reforma de los TRIP y otros acordos de la OMC. El hecho de que ninguno de los países pobres podía comprar los medicamentos contra el VIH/SIDA patentados - y por tanto caros -, proporcionó un ejemplo especialmente dramático de este problema.

Con anterioridad al lanzamiento de la campaña 'Cut the Cost', los estudios realizados por Oxfam en el Reino Unido habían demostrado que sólo un reducido número de personas sabía lo que era una patente, y que de aquellas que lo sabían la mayoría pensaba que eran algo bueno, más que malo. Un número aún más reducido sabía lo que era la OMC o los TRIP. Pero, por otra parte, un gran número de personas sentía preocupación por las condiciones de salud de las personas en los países en vías de desarrollo.

El hecho de centrar las campañas populares en temas cuña no impide que Oxfam trate temas de mayor alcance en sus publicaciones y en su incidencia política. Asimismo, Oxfam cree en la importancia de formar vínculos intersectoriales entre los distintos grupos que promueven campañas contra los TRIP - ya sean sobre semillas, medicamentos, genes o software - lo que permite a los grupos coordinar las campañas sin perder la especificidad de cada una. La Red de Acción sobre los TRIP (TRIP Action Network - TAN), formada en el pasado año, es un buen ejemplo de esta manera de actuar. La red ha coordinado varios días de acción internacionales sobre los TRIP, y ha formulado una declaración de ONG pidiendo una amplia reforma de éstos.

2 ¿Cambios estratégicos o estructurales?

Existen varias estrategias posibles para hacer campaña sobre la normativa de PI, y éstas pueden además ser complementarias. En el caso de los TRIP, las demandas van desde la supresión misma del acuerdo hasta su reinterpretación (como ejemplo, la declaración de Doha sobre TRIP y la salud pública). Oxfam adopta una estrategia de doble vía, centrándose en cambios concretos alcanzables a corto plazo, a la vez que presionando para alcanzar un cambio más radical a largo plazo. La experiencia nos dice que los pequeños logros pueden servir de ayuda, más que de perjuicio, en el camino hacia un cambio más radical.

En el caso de la campaña de Oxfam 'Cut the Cost', lo que se pretende es la reforma de los TRIP a favor de la salud pública. El objetivo a corto plazo es aumentar la protección otorgada por los TRIP a la salud pública, e impedir que los países ricos y las ETN intimiden a los países pobres a la hora de legislar sobre patentes. El objetivo a más largo plazo es la revisión sustantiva de los TRIP para conceder a los países en vías de desarrollo periodos transitorios más largos para cumplir con el mismo, y permitirles una flexibilidad mucho mayor a la hora de fijar la duración y el ámbito de protección de las patentes farmacéuticas, así como la opción de excluir por completo a los medicamentos. Mientras que algunos grupos y gobiernos temen que renegociar TRIP puede crear algo aún peor, Oxfam entiende que esto no sucederá, dada la creciente presión pública.

Algunos grupos han expresado su preocupación en cuanto a que la declaración de Doha sobre los TRIP y la salud pública puede perjudicar una reforma más radical al legitimar, de alguna manera, este Acuerdo. Oxfam cree, no obstante, que dicha declaración, aunque limitada, puede redundar en mejoras concretas sobre salud, sentar un precedente para la reinterpretación de los TRIP a favor de otros derechos fundamentales, y motivar a la opinión pública y a los países en vías de desarrollo miembros de la OMC para demandar mayores reformas de los TRIP en un futuro.

3 ¿TRIP fuera de la OMC?

Hasta este momento Oxfam no ha centrado su campaña popular en la retirada de los TRIP de la OMC por tres razones. En primer lugar, y aunque existe una fuerte lógica a favor de esta idea, y no menos por cuanto los TRIP son intrínsecamente proteccionistas, no es probable que tales argumentos movilicen a la opinión pública. En segundo lugar, es poco probable que esta propuesta reciba suficiente apoyo por parte de los países en vías de desarrollo miembros de la OMC - condición necesaria para su éxito. Y, por último, porque una campaña pública a favor de tal propuesta precisaría también la formulación de una alternativa coherente. Dejar el control de la PI en manos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), por ejemplo, no sería necesariamente deseable, dada su clara postura a favor de la PI.

Oxfam, no obstante, argumentará en foros de presión que una futura revisión de los TRIP debe tratar esta posibilidad, y alienta a otros grupos a que hagan campaña sobre ello, para demostrar así la preocupación de las ONG y crear una mayor presión para el cambio.

4 ¿Campañas mundiales, regionales o nacionales?

Las campañas no deben empezar ni terminar con los TRIP. También se necesitan campañas fuertes sobre normativa de PI a nivel nacional y regional. Muchos países en vías de desarrollo han sido, o serán, presionados para introducir normativa nacional que otorga mayores niveles de protección de PI que los propios TRIP. Cada vez con mayor frecuencia, tales países firman acuerdos económicos bilaterales o regionales que imponen niveles de protección de PI que son, cuando menos, comparables con los de TRIP, y a menudo mayores. Esto significa que, aún en el caso de que los TRIP fueran reformados en un futuro, los países seguirían viéndose sometidos a una normativa sobre PI que impide su desarrollo. Las campañas nacionales deben establecerse sobre una alianza social amplia, abarcando pequeñas y medianas empresas que se vean también perjudicadas por el elevado precio de la tecnología.

Los EE.UU. se han mostrado especialmente agresivos a la hora de imponer normativa 'TRIP plus', utilizando presión económica y política directa y tratados comerciales formales tales como el acuerdo jordano-estadounidense y el ALCA. Si los países en vías de desarrollo consiguen aún mayores concesiones sobre los TRIP, se podría pensar en convertir al Consejo TRIP de la OMC en un organismo cuyo cometido fuera el velar por un nivel máximo de protección para la PI, y no un mínimo (papel que resultaría del todo compatible con la filosofía pro-competencia de la organización).

En el caso de los medicamentos, y tras haber obtenido mayor claridad sobre lo que está o no permitido por los TRIP, es importante que los gobiernos utilicen la flexibilidad que éstos proporcionan para desarrollar normativa a nivel nacional que facilite el acceso a los medicamentos. Fuertes campañas nacionales en Sudáfrica, Brasil y Tailandia han demostrado lo que es posible conseguir a este nivel.

5 Sector privado

Es esencial que las campañas sobre la reforma de las normas globales que rigen la PI no sólo estén dirigidas a los gobiernos, sino también a las grandes empresas del Norte que han sido las verdaderas impulsoras de estas normas. Las compañías deben convencerse de la necesidad de cambiar tanto sus políticas de patentes y de precios, como sus prácticas de presión política. En el caso de las patentes y el acceso a medicamentos, las campañas públicas y la amplia cobertura mediática crearon riesgos para la reputación de las empresas que éstas no pudieron ignorar. Pese a que siguen siendo defensoras acérrimas de los TRIP, han reducido los precios de medicamentos esenciales contra el VIH/SIDA en algunos países en desarrollo, y están empezando a perder parte de su influencia en la definición de las políticas de algunos gobiernos.

6. Otras acciones

Si las reformas de los TRIP han de incidir en mejoras palpables para los pobres, será necesario que las campañas demanden también una mayor cancelación de deuda y mayor ayuda internacional, así como el que los gobiernos financien una I+D en temas de salud y agricultura que tenga por objeto trabajar junto con las personas pobres para satisfacer sus necesidades. Se necesita también urgentemente mayor financiación para la compra de medicamentos en los países menos adelantados. Se deberán también llevar a cabo campañas para el establecimiento de un fondo para la transferencia de tecnología, financiado mediante un impuesto sobre las patentes para ayudar a los países más pobres.

Conclusiones

La preocupación a nivel mundial sobre los efectos de las patentes en el precio de los medicamentos capaces de salvar vidas ha dado como fruto los éxitos en el juicio de Sudáfrica, en la disputa ante la OMC entre los EE.UU. y Brasil, y en Doha. Esto ha creado un clima político en el cual resulta mucho más difícil para los países ricos intimidar a los países en vías de desarrollo en tema de patentes, aunque aún queda por reformar la normativa.

Los vientos están cambiando en la discusión sobre las patentes. En la actualidad existen mayores oportunidades para dar a conocer a la opinión pública las demás formas en que la normativa actual sobre PI fomenta la pobreza y la falta de desarrollo, y aumentar así la presión política para conseguir una reforma de la misma. Esto supondrá un paso significativo hacia un mundo en el que los conocimientos y la innovación sean bienes sociales que sirvan a las personas, y en especial a aquellas que más lo necesitan, y no bienes corporativos que sirvan únicamente a los accionistas.


(*) Texto inicial de "Saber y propiedad intelectual".



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