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La insignia
12 de enero de 2002


El enigma quijotesco


José Cueli
La Jornada. México, 11 de enero.


El encuentro de Freud con la obra cervantina tiene mucho de real y de enigmático. Si bien hay datos al respecto de su lectura de El Quijote en castellano (prólogo a la edición castellana traducida por Luis López de Ballesteros), creo que hay poco descrito del encuentro entre obras y personajes que trascendió el tiempo y el espacio, que dejó una marca indeleble en la historia de la cultura universal. Encuentro enigmático y trascendente que llega hasta nosotros, herederos directos del pensamiento freudiano, en una lectura siempre nueva y abierta a múltiples sentidos.

Cervantes escribió su monumental obra del ingenioso hidalgo, en mi opinión, como una escritura en el margen, al margen, en la cordura y en la locura, en la razón y en la sin razón, entre el delirio y la pasión; flotando entre el mundo real y el onírico, deslizándose en la vida-muerte.

Freud por su parte debió luchar (en Viena) contra la marginación impuesta por la comunidad científica y por el antisemitismo, por haber osado inquietar el sueño de la humanidad, por haber herido el narcisismo del hombre al enunciar ''que no era el amo de su propia casa".

Ambos libraron batallas, uno en altamar, otro en el centro de Viena, pero ambas gestas resultaron heroicas y cinceladas con amarras de eternidad. Si sabemos verlo, tanto la obra cervantina del Quijote como la monumental obra de Freud se encuentran insertas en la destrucción. En este punto quisiera detenerme.

Con los discursos precedentes de Nietzsche, Freud y Heidegger, Jacques Derrida emerge con una triangulación entre sujeto, conocimiento y luz, que ya no podrán ser contenidos en un concepto. Derrida elige una experiencia subjetiva, anunciada por Freud y en mi opinión presente en el cervantismo, que apunta a la experiencia signada por la intersubjetividad.

Derrida parte, a través de su gramatología, a rechazar toda centralidad y fijeza. Oposición a la coagulación del concepto que se opondría al juego diseminado del texto. Condensación dinámica y múltiple del haz del tejido, ''un poco de cruce histórico y sistemático, que es sobre todo la imposibilidad estructural de cerrar esta red, de interrumpir su tejido, de trazar en él una marca que no sea nueva". Apertura y no cierre, pluralidad de sentidos; aspectos comunes al psicoanálisis freudiano y al texto cervantino. Obras, ambas, que dejarían de ser discursos lineales y expresivos dominados por el querer decir; textos o escrituras que ya no se dejarían regir por la ley del sentido del pensamiento y del ser sino que se despliegan en la heterogeneidad del espacio y el tiempo, en lenguaje múltiple, diseminado en una serie infinita de renvíos significantes. Denuncia al logofonocentrismo, mutación en la historia de la escritura, en la historia como escritura.

La progresiva inversión de la prohibición de la escritura será el positivo balance de la gramatología derridiana, como ciencia general de la escritura. Ciencia que había anunciado Sigmund Freud en 0Proyecto de una psicología para neurólogos, las cartas 39 y 51, La interpretación de los sueños y el Block maravilloso. Textos freudianos que pueden enlazarse con el texto cervantino del Quijote. En Proyecto..., Freud denuncia la herida trágica del hombre: el desamparo originario, incesante búsqueda de lo que se perdió, desvalimiento e incompletud que nos impele a soñar. Dolor originario que anuncia una herida, dolor que nos identifica con el otro, necesidad de seguir soñando. ¿Y no son el desvalimiento y la incompletud y sobre todo la injusticia lo que conduce a Alonso Quijano a soñar?



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