Portada Directorio Buscador Álbum Redacción Correo
La insignia
16 de diciembre del 2002


Entrevista con la actriz chilena Rosa Ramírez

«Queremos que Andrés
se sienta orgulloso de nuestro trabajo»


Alejandra Córdova Rojas
La Insignia. Chile, diciembre del 2002.


"Por habernos dado el ser te damos gracias hoy tres veces…" Bajo este cántico elevado como una plegaria a quien en vida entregó todo su talento y energía para hacer de la compañía Circo Teatro algo más que una escuela de actores, fue inaugurada en un eriazo rincón de Vicuña Mackenna, la gran carpa que albergará ahora a los más de 20 integrantes que conforman el colectivo teatral fundado por Andrés Pérez. Su viuda, Rosa Ramírez, contempla emocionada un retrato de Andrés en blanco y negro que cuelga en medio del escenario ataviado de velas e inciensos colocados en un improvisado altar de madera. Lo que viene ahora es mucho trabajo, afirma la actriz mientras bebe un vaso con vino blanco y lo alza en señal de salud.

"Rosita", como cariñosamente es conocida por los miembros de la compañía, repasa con cariño y dedicación la tarea de Andrés en su lucha por acercar el teatro a la gente, labor que -según señala- está dispuesta a continuar.

A semanas de cumplirse el primer aniversario de la muerte de Andrés Pérez, la compañía afina los últimos detalles de lo que será la presentación de sus más exitosos montajes. La negra Ester, La huida, Visitando al Principito y Estanislao Lao, héroe nacional, una de las últimas creaciones, forman parte del intenso trabajo que la Compañía Circo Teatro tiene contemplado para los próximos días de enero.


- ¿Cómo será trabajar ahora en casa propia?

-Imagínate, es la primera carpa que hemos tenido en nuestra vida. Cuando partimos hace 14 años atrás con La Negra Ester, arrendábamos un ruedo de carpas. Era verano y queríamos trabajar con la luz de las estrellas y durante todo este tiempo cada vez que nosotros queríamos trabajar al aire libre como nos gusta, en la calle logramos construír esta gran carpa. Fue siempre un sueño bien apreciado no por el hecho de adquirir un bien material sino porque nos puede cobijar a nosotros y al público. Nosotros tenemos claro que en la medida en que acojamos con amor, con cariño al público, la gente se da cuenta y lo agradece. Estamos emocionados, son las cosas que quisimos hacer hace tanto tiempo y que por distintas razones no pudimos.

- La muerte de Andrés dejó a la compañía una gran tarea. ¿Cómo ha sido asumida por los integrantes del colectivo que ahora diriges?

-Creo que nos hemos puesto un poco exigentes, el hecho que no estemos con Andrés, a quien extrañamos, nos obliga a continuar su lucha, a pelear por todo lo que él peleó, por los espacios y su legado artístico. Nosotros vamos a estrenar un teatro callejero el 3 de enero y nuestra mayor preocupación es que Andrés se sienta muy orgulloso de nuestro trabajo. Nos hemos puesto como meta muchas tareas, no podemos descansar. Andrés trabajó muchísimo durante los 50 años que él vivió y él ahora está descansando y quisiera que estuviera descansando en paz. No soy partidaria de que hoy en día todo el mundo quiera hacerle homenaje, que todos los teatros lleven su nombre y que todas las plazas lleven su nombre. Me parece muy injusto porque hasta hace un año atrás, Andrés andaba golpeando puertas para tratar de hacer cosas por esta compañía y por el pueblo de Chile y si no se le abrieron las puertas en ese minuto lo único que pido es que se le deje descansar en paz.

- ¿A qué atribuyes el éxito de una compañía teatral que ha sobrevivido por más de 10 años, debiendo sortear en más de una oportunidad dificultades económicas?

-Cuando nos exigimos mucho hablo también en términos económicos. Andrés cuando no tenía plata se las ingeniaba, para que en la once hubiera jamón, palta y eso significaba muchas veces endeudarse. Incluso él estuvo detenido cuando llegó de Alemania por una deuda que tenía la compañía. Yo creo que no es justo, que pasemos por dificultades económicas. Aunque nos ha ido muy bien en los últimos años. Ha habido muy buenas intenciones. El BancoEstado fue generoso al comprarnos la gira al sur y nos permitió tener un colchón bastante bueno. Pero soy de la idea de que si no hay plata para esa palta y ese jamón, no hay y tomamos té "pelao" pero con harto cariño. No es bueno vivir una fantasía, la fantasía la debemos vivir sobre el escenario, la debemos vivir en términos artísticos y si la gente que está en mi compañía piensa que no es el camino, hay muchas otras compañías. Yo soy más tajante en ese sentido, hay muchas compañías que pueden suplir todo lo que en ésta no pudo encontrar.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de dirigir una obra como La Huida?

-Para mí ha sido muy gratificante. En aquella oportunidad cuando postulamos al Fondart, los hombres postularon con La Huida y las mujeres con Las Costureras y ganamos, nos fue bien y por razones de tiempo no alcanzamos nunca a hincarle el diente a este último montaje pero sí se hizo La Huida y yo quise estar en la lectura de esa primera vez. Fui invitada y después me empecé a quedar e hice la asistencia de dirección. Cuando Andrés falleció yo no estaba muy clara respecto de cuál era nuestro próximo paso a dar y fue muy bonito porque mis propios compañeros decidieron que era una necesidad mía, tenían muchas ganas de hacer la obra y yo como asistente debía tomar la dirección. Para mi fue muy bonito, porque siento que es una obra que debe ser vista por todo Chile

- ¿Esta es tu primera experiencia como directora teatral?

-No, antes trabajé en la obra "Aliño Completo", éramos un grupo de cuatro mujeres, tres actrices y una persona que nos ayudaba en lo técnico, La obra la dirigimos y la escribimos, hacíamos de todo hasta de peonetas del camión con nuestra escenografía. Ese fue mi primer trabajo como directora, un trabajo muy horizontal.

- ¿Cuál es el nivel de exigencia de la Compañía Circo Teatro?

-Creo que la sabiduría que uno va adquiriendo en la vida no es gratuita y debemos ser respetuosos. Una persona de15 años debe aprender de una 20 y tiene un referente de una persona de 30 y así suma y sigue. Es exigente y es humildad también porque como yo digo que hay gente que sale recién de la escuela y tiene mucho que aprender de los más viejos de esta compañía yo debo aprender muchísimo también de mis mayores. El hecho que yo tenga 30 años haciendo teatro no es lo mismo que una persona que tiene seis meses recién egresada de una escuela de teatro. Por experiencia, por oficio no es igual. Hay cosas vivenciales que no la vas a leer en ningún libro y la única manera de poder conocerlas es escuchando.

- ¿ Cuál es el mayor legado de Andrés Pérez al teatro chileno?

-Andrés tenía un sentido enorme de libertad y autonomía. En esa medida yo creo que él nos deja a nosotros como actores el método de que cada uno pueda hacer suyo lo que quiera. Es un método que trabaja con la verdad, con emociones y metáforas. Cada una de las obras que dirigió las implementaba de la manera que fuera más concordante con el mundo que iba a contar. Andrés cada vez que tomaba un texto lo alimentaba de una manera diferente, por lo tanto es un método que teniendo algunas bases que son muy claras y concretas también es muy abierto. Desde que Andrés se fue, no somos una compañía de un solo director. Somos una compañía de teatro, un colectivo, en el cual hay dos personas a la cabeza, pero todo lo artístico es absolutamente abierto.



Portada | Iberoamérica | Internacional | Derechos Humanos | Cultura | Ecología | Economía | Sociedad
Ciencia y tecnología | Directorio | Redacción