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La insignia
18 de abril del 2002


Las FARC se fueron de México por decisión propia


Ciberoamérica. México, 17 de abril.


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abandonaron una de sus "embajadas" más importantes. Según la agencia AP, el pasado viernes 12 la representación, integrada por cuatro personas y encabezada por Marco León Calarcá, salió de ese país por voluntad propia tras desalojar un departamento ubicado en el sur de la ciudad de México. "Simplemente se fueron del país el viernes para instalarse tal vez en otro país que les permita estar con muy bajo perfil, pero se fueron en muy buenos términos de México", reveló a la AP una fuente de la guerrilla, cercana al proceso de paz. La misma fuente agregó que la decisión de salir de México fue tomada por el máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda, Tirofijo: "Hablaron con Gustavo Iruegas (subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores) y se fueron, no por respeto al gobierno, sino por respeto a los intermediarios".

El gobierno mexicano forma parte del grupo de diez países que han acompañado el proceso de negociaciones entre los rebeldes y el presidente Pastrana. La oficina operaba desde 1992, cuando se emprendieron negociaciones de paz entre el grupo insurgente y el gobierno colombiano. Su operación era bien recibida por el régimen priísta que se caracterizó por apoyar movimientos guerrilleros en Centroamérica -es conocido que Fidel Castro emprendió su revolución desde litorales mexicanos- y participar en los procesos de pacificación. Sin embargo, el cambio de régimen en México cambió también esa línea política.

Desde el pasado mes de enero, cuando el diálogo entre ambas partes enfrentó una grave crisis que casi llegó a la ruptura, se desataron rumores sobre el posible cierre de la representación. El embajador mexicano en Colombia, Luis Ortiz Monasterio, declaró en aquella ocasión que "no tenemos cuentas pendientes con las FARC hoy por hoy. "No obstante, si su estancia en México solamente se justifica por las negociaciones de paz, una ruptura de las conversaciones podrían ponerla en peligro". Calarcá respondió a través de la prensa que su delegación estaba dispuesta a dejar el país, si incomodaba, y aclaró que hasta ese momento no había recibido ninguna comunicación oficial en ese sentido.

Luego de la ruptura del diálogo, el pasado 20 de febrero, la existencia de la oficina fue cuestionada tanto por autoridades mexicanas como por las de Colombia. A finales de marzo y principios de abril, Pastrana le pidió a su homólogo Vicente Fox considerar la clausura de la representación. "Lo estamos estudiando con el gobierno mexicano y se está haciendo todo el análisis, pero el mundo no va a dar cabida a terroristas", dijo el mandatario colombiano. Tres días más tarde, en una entrevista concedida a la revista Semana, Fox reconoció que su gobierno estaba evaluando "qué beneficios aporta" la delegación de las FARC en México, considerando la ruptura del proceso de paz.

Además, Fox adelantó que en breve adoptaría una decisión al respecto: "Las FARC no parecen estar en consonancia con el espíritu de la búsqueda de paz del presidente Pastrana, y en ese sentido, sí, nosotros estamos ahorita evaluando realmente qué beneficios aporta que esta oficina esté abierta aquí en Mexico. Vamos a tomar una decisión muy próxima. El presidente Pastrana se inclina por que esta oficina no le sirve de ninguna manera en ese terreno de apoyo a la negociación y por tanto es probable que decidamos pedir que se cierre esta oficina". Fox explicó que los "dos o tres representantes de la guerrilla no tienen mayor actividad salvo tareas que hacen de relaciones públicas, de contacto con congresistas, tareas que en principio tendrían que ver con actividad política y no guerrillera. Y por tanto si eso ya no está resultando, si las FARC no están participando en el proceso de paz, no están avanzando en ese terreno, para nosotros ya no tiene el menor sentido que esta oficina esté aquí en México".

La cancillería mexicana afirmó en varias oportunidades que se permitió el funcionamiento de la delegación de las FARC como una forma de contribuir al proceso de paz. Por su parte, la fuente de la guerrilla consultada por AP precisó que el establecimiento de la representación se logró mediante un acuerdo que se define en la siguiente frase: "En México, propaganda y diplomacia y en Colombia, nadie toca un mexicano". No obstante, en los últimos seis años, catorce mexicanos han sido secuestrados en Colombia, tres de ellos por las FARC. La oficina en México era de vital importancia para la cúpula insurgente, ya que le permitía hacer contactos con Centroamérica, Cuba y Europa. Hasta el momento, ni las FARC ni su ex representante Calarcá se han pronunciado sobre el cierre de la delegación.



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