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9 de febrero del 2008

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Iberoamérica
Chile

El Siglo o la huelga infinita


Arnaldo Pérez Guerra
La Insignia. Perú, febrero del 2008.

 

Los trabajadores del semanario El Siglo (*), propiedad del Partido Comunista de Chile, llevan más de cuatro meses en huelga. Mientras la empresa sigue editando el periódico con personal no afiliado al sindicato, los trabajadores publican un boletín de nombre bastante explícito: El Siglo en huelga, que ya va por su tercera edición y se mantiene con su venta. La recaudación también ayuda a mantener la protesta "hasta que surja algún pronunciamiento de nuestro inconsecuente empleador", según afirma Julio Oliva García, presidente del sindicato, con más de 17 años de trabajo en El Siglo.

Desde mediados de diciembre los huelguistas se reúnen en la sede de la Confederación General de Trabajadores (CGT). Han creado talleres de periodismo, asesorías comunicacionales y revistas. Los trabajadores y periodistas Jorge Zúñiga San Martín, Magdalena Muñoz Gutiérrez, Jorge Texier Avellaira, Eliana Gómez Sáez, Ana Muga Sáez, Raúl Blanchet Muñoz y Julio Oliva García afirman que seguirán luchando. Se les ha acusado de ser parte de una "campaña anticomunista", pero el periodista Jorge Texier -por ejemplo- es un destacado militante comunista, trabajó en Vistazo (también del PC), El Siglo, Radio Moscú y la revista Principios, órgano teórico del partido; también integró la dirección clandestina del PC en 1976, y por largo tiempo fue miembro del comité central del partido. Raúl Blanchet, a su vez, es militante comunista desde antes de la Unidad Popular. Después del golpe militar se exilió en Suecia y regresó clandestino al país en tareas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). Fue detenido, torturado y encarcelado, y se convirtió en uno de los organizadores de la fuga de presos políticos desde la Cárcel Pública, en 1990. Por su parte, el presidente del sindicato en huelga, Julio Oliva, es hijo de Julio Oliva Villalobos, combatiente del FPMR que murió en un enfrentamiento con la CNI en 1984; también fue miembro del comité central del PC y es dirigente de organizaciones de derechos humanos.

"Hemos vivido momentos muy difíciles. Pero hemos recibido la solidaridad de muchos compañeros y lectores de El Siglo dice Julio Oliva. Los huelguistas mantuvieron un piquete en Diagonal Paraguay 458, pero la empresa cambió la oficina del semanario a Vicuña Mackenna 31, sede del PC. Numerosas organizaciones sociales, añade el fotógrafo Jorge Zúñiga, han manifestado su solidaridad con la huelga: "Por ejemplo, la CEPCH, la ANEF, ANDHA Chile a Luchar, la Confederación General de Trabajadores (CGT), el Comité de Defensa del Cobre, el Colegio de Periodistas, ANDHA Chile, la CONGEMAR, SINAMI, algunos dirigentes de la CUT, y medios de prensa independientes como Web Liberación, Indymedia, OPAL, Generación 80, Radio 1º de Mayo, Azkintuwe, Colectivo de Trabajadores, etc.". "Nuestras remuneraciones se mantiene estancadas desde el año 2001 entre 130 y 280 mil pesos. Hoy no contamos con nuestros sueldos. Por ello se hace urgente la solidaridad más amplia con nuestra huelga, que es en la actualidad la más extensa en el país. Durante un mes conversamos con la empresa para lograr un acuerdo, pero no prosperó. En ese período nos abstuvimos de hacer denuncias públicas e iniciar acciones judiciales. Guardamos silencio ante una sostenida campaña de difamación de la empresa", agrega Raúl Blanchet, secretario del sindicato.

"La empresa tiene un comportamiento hostil hacia los trabajadores y realiza una campaña de difamación constante hacia el sindicato y sus dirigentes. No nos reconoce como trabajadores de El Siglo ni admite la existencia legal de nuestro sindicato. El semanario se ha seguido editando con rompehuelgas. La ley nos faculta para solicitar su clausura, pero no recurriremos a ese derecho que, aún cuando nos parece legítimo, nos resulta demasiado fuerte y no significaría vencer la irracionalidad del directorio que ha hecho la vista gorda con las deformaciones y vicios administrativos que han comprometido el proyecto El Siglo. Sería un golpe para quienes conservan la esperanza de superar este conflicto mediante el uso de la razón", dice Julio Oliva.

Según el PC "un grupo de colaboradores de la empresa que edita el semanario El Siglo optaron desde hace meses por el camino del chantaje político, privado y público a nuestro partido, trasladando diferencias políticas al plano laboral. Se ha fabricado un conflicto con la denuncia de supuestas trasgresiones ante la Dirección del Trabajo, el Colegio de Periodistas y la opinión pública". La versión del sindicato es otra: "A la empresa correspondería, de acuerdo a la inspiración social y política de quienes la dirigen, responder simplemente a lo que hemos demandado. Pero se niega reconocernos como trabajadores y niega la existencia legal de nuestro sindicato", dicen los trabajadores. La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó dos recursos de protección de la empresa Editorial Siglo XXI Ltda., editora del semanario, que pretendía anular los dictámenes de la Dirección del Trabajo que confirmaron la condición de trabajadores de los huelguistas y la legalidad de la negociación colectiva emprendida por el sindicato. Siglo XXI apeló a la Corte Suprema y la resolución está aún pendiente. "Hemos recibido el mismo trato que en cualquier empresa: no hay reconocimiento a nuestro sindicato ni a la negociación colectiva; nuestros dirigentes han sido víctimas de despido -aunque reintegrados por orden de la Dirección del Trabajo-, fuimos relegados a una habitación alejada de la producción, nuestras demandas han sido tergiversadas, se nos ha denostado públicamente y se han hecho circular peligrosas acusaciones contra mi persona. La empresa, como cualquier otra, está apostando a nuestro agotamiento", dice Oliva.

Tras votar la huelga, los trabajadores sindicalizados solicitaron los "buenos oficios" de la Inspección del Trabajo. En un comunicado del sindicato se afirma que Siglo XXI "no se presentó y su representante, Claudio De Negri, contactado telefónicamente por la funcionaria pública señaló no reconocer la legalidad de lo obrado por la Dirección del Trabajo. Además, cuando la fiscalizadora Nayadeth Zúñiga se presentó en Vicuña Mackenna 31, fue recibida por los dirigentes del PC Oscar Azócar, Soledad Concha y Juan Gajardo, quienes le negaron el ingreso a la funcionaria pública, alegando que en el lugar no funcionaba ninguna empresa". "La empresa está apostando al agotamiento del sindicato, pero no nos va a derrotar", señala Julio Oliva. Entretanto, la huelga más prolongada de los últimos tiempos se desarrolla en medio del silencio de los medios de comunicación.


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(*) La huelga se inició el 2 de octubre de 2007.
Fotografía: Trabajadores de El Siglo protestan frente a la oficina de la empresa Siglo XXI.
Artículo también publicado en la revista chilena Punto Final

 

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