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La insignia
15 de junio del 2007


Chile

El lago Budi, en peligro


Arnaldo Pérez Guerra
Azkintuwe / La Insignia. Chile, junio del 2007.


El lago Budi es una de las últimas reservas de biodiversidad en la IX región. Alberga 180 especies de flora y 156 de fauna, algunas vulnerables y otras en peligro de extinción. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNASPE), lo declaró sitio de "alta prioridad". Hasta 1960, el lago convivía con el mar y renovaba sus aguas, pero el maremoto cambió brutalmente su geografía, rompiendo la unión entre el único lago salado de Chile y el mar.

Su topografía es homogénea: terrazas escalonadas, desde el nivel del mar hasta pequeñas colinas que no superan los doscientos metros, suelo salino y abundante en arena y dunas, gran exposición al viento. El Budi posee un área de 65 kilómetros cuadrados. La acción del hombre ha agudizado el desequilibrio ecológico. El Budi se ve afectado por la lenta destrucción de sus sistemas ecológicos y biodiversidad. Cada invierno sus aguas destruyen las cosechas de los lof mapuche. El estancamiento de las aguas del Budi transformará el lago en un pantano. Cada vez hay menos cisnes y peces.

En abril de este año, la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) destinó siete millones de pesos para "recuperar peces nativos en el Budi", en especial el "huaiquil" y la "lisa", sobreexplotados en décadas pasadas. El 2003, el organismo implementó un Plan Estratégico para la Conservación de la Biodiversidad y, en La Araucanía, se identificaron once "sitios prioritarios" que albergan biodiversidad única, entre ellos el lago Budi. El Fondo de Protección Ambiental (FPA), aprobó el proyecto que -se dice- busca protegerá y restaurará la pérdida de biodiversidad que sufre el Budi, provocada por la pesca intensiva y el proceso de eutroficación (sedimentación).

El Instituto de Educación Rural (IER), la Municipalidad de Villarrica, la Universidad Católica de Temuco y sindicatos de pescadores quieren repoblar de peces el Budi. El proyecto incluirá un centro de reproducción artificial en el río Imperial, y la idea es trasplantarlos, luego, al lago Budi. Para las autoridades, Budi atesora un importante potencial "turístico ecológico y étnico", pesca y producción de semillas de papa -el cultivo más importante de la zona; pues se producen 45.000 toneladas anuales, la mayoría en los lof-. Pero en las comunidades hay preocupación por la salinidad de las tierras alrededor del Budi.

"Las comunidades del lago Budi viven del cultivo de la papa, el ganado de subsistencia y, en menor cantidad, de la pesca. Se pesca para subsistir o hacer trueque. El lago Budi posee un proceso de eutroficación irreversible y se ha llenado de sedimentos. La explotación intensiva y el monocultivo erosionan la tierra, sedimentando el lago. Los peces mueren cada vez más rápido. El huaiquil y la lisa prácticamente han desaparecido. Los proyectos de repoblamiento no han resultado y lamentablemente el gobierno local sólo piensa en turismo. Hablan de etnoturismo pero nadie sabe lo que es eso. Creemos que el enfoque debe ir por otro lado", dice Jacqueline Caniguán, profesora de castellano, lingüista y dirigente del Consejo Territorial Lafkenche.


Lof siguen ahí

Los lof que rodean el lago Budi concentran el ochenta por ciento de la población de la comuna de Puerto Saavedra. La ley indígena reconoció 118 comunidades. "Si preguntas a un lafkenche cómo entiende su comunidad, los números difieren. Según la ley, la comunidad se conforma por lo que entregó el título de Merced. Según nuestra cosmovisión, 'comunidad' es un lof, y en su interior puede haber tres, cuatro o más 'comunidades' como las entiende CONADI y la ley indígena", dice Caniguán. El decreto de 1997, que declaró Área de Desarrollo Indígena (ADI) el territorio del lago Budi, en la provincia de Cautín, comprende parte de las comunas de Saavedra y Teodoro Schmidt, pero reconocía sólo 37 comunidades.

La porfiada realidad hace seguir viviendo a los lof de Leufuche, Conin Budi, Pu Budi, Collileufu Grande, Collileufu Chico, Romopulli, Alanahue, Romopulli Huapi, Peume, Tragua Tragua, Huapi, Santa María de Huapi, Punta Mallai, Punta Ratón, Piedra Alta, Traulaco, Travilanco, Oñoñoco, Huillinco, Lameco, Puaucho, Malalhue, Yenehue, Llaguepulli, Quechocahuin y otros. Los lof mantienen importantes rasgos culturales y autoridades tradicionales. "Hay un substrato de autogestión que se ha venido fortaleciendo con la creación de una Asociación de Comunidades del Lago Budi", dice el gobierno en un informe, pero aún los comuneros viven en condiciones de extrema pobreza, que se expresan en bajísimos ingresos, viviendas precarias, deficiencias alimenticias e índices catastróficos de salud.

El lof es un territorio con alguna característica que lo define, un grupo de familias que provienen de un mismo tronco, por ejemplo. El lof Huincul, en Puerto Saavedra, se define por un cerro. El dividirlos por comunidad comenzó sólo hace unos diez años, a instancias de CONADI. En los lof que rodean el Budi persiste la subsistencia gracias al intercambio de productos como papas, trigo y legumbres, y la cría de ovejas, chanchos y vacunos. En la zona del Budi operan innumerables ONGs y Consultoras externas, la mayoría en manos de profesionales no mapuches venidos de Temuco o Santiago.

"Levantas una piedra y aparecen ONGs. Hay más de 70 instituciones y eso nos ha dividido. En un lof hay veinte organizaciones con sus directivas porque una ONG o Consultora 'arma' una organización diferente para obtener proyectos y financiamiento. Desde que la zona fue declarada Área de Desarrollo Indígena, hay mayores recursos asignados, por nuestro alto nivel de pobreza. La IX Región es la más pobre del país. Después del programa Orígenes, las Consultoras sólo vienen a 'ganar' proyectos. Llama la atención la gran cantidad de recursos y de negociaciones con autoridades de gobierno, y cómo muchos dineros destinados a los mapuche quedan en sus manos", dice Caniguán.


Ejemplos de esfuerzo

Recientemente, un liceo técnico se abrió en la zona. La percepción es que la educación sigue siendo un comercio, sobre todo en sectores rurales. "Es muy fácil instalar un liceo. Se pelean a los alumnos, regalando ropa y una canasta familiar. Los establecimientos poseen pésima infraestructura, mobiliarios y servicios higiénicos, para no hablar de la educación que entregan", dice Caniguán. Los profesores laboran en pésimas condiciones. Quienes han logrado acceder a la educación superior en Saavedra son contados con los dedos. Cada cinco años, un alumno entra a la Universidad y la mayoría fracasa. Desde el Estado, la educación intercultural es vista como folclor: vestir a niños con prendas tradicionales, las niñas que preparen comida, y que se juegue palín. Los profesores rurales del Budi no acceden a recursos.

Según la Sociedad de Profesores Kimeltuchefe, la Fundación Magisterio de la Araucanía, dependiente de la Iglesia Católica, comete irregularidades, prácticas antisindicales y despide a profesores mapuche, en un abierto racismo. El 2005 sucedió lo mismo. "Nos llama enormemente la atención la arbitrariedad de los despidos de nuestros profesionales, considerando que son de una alta competencia académica y que reúnen las condiciones para ejercer en comunidades mapuche. La trayectoria y compromiso político, social y cultural que estos profesores poseen, así como su alto desempeño docente para formar a nuestras futuras generaciones, es corroborada por las familias y dirigentes de las comunidades".

"Manifestamos nuestra disconformidad, no solo con la medida de despido arbitraria sino también para expresar nuestros profundas discrepancias con el modelo y el sistema educativo que la Fundación Magisterio esta implementando con las futuras generaciones de niños y niñas en nuestras comunidades", agrega la Sociedad de Profesores Kimeltuchefe. El Obispo de la Araucanía, Sixto Pazinger, es el administrador de la Fundación Magisterio -particular subvencionada-, que posee 145 establecimientos en las comunidades rurales de la IX y X regiones. Fueron pioneros en implementar planes de educación intercultural bilingüe en la zona mapuche, pero también se los acusa de evangelizar a través de estos.

Un ejemplo del esfuerzo de los profesores es el caso de Estela Nahuelpán, profesora rural, creadora del software mapulafkenche. Su escuela Sol Naciente, se emplaza a orillas de lago Budi, en la comunidad Antonio Cayun, de Romopulli. Mapulafkenche significa "gente del lago y de la tierra" y es un software que enseña a contar, reconocer los sonidos, colores y palabras en mapuzungun. Nahuelpán obtuvo una mención honrosa en el concurso "Tus recursos con tecnología, 2004". A pesar de las dificultades mantiene su espíritu de esfuerzo y sigue trabajando por los niños del lof.

"Desde 1999 estoy trabajando en Romopulli. Estoy feliz con lo que ha significado el software para los niños y la comunidad. En la muestra comunal la gente quedó muy contenta porque era un recurso que en la escuela se necesitaba. Siempre tuve la idea de crear un material didáctico sobre la cultura lafkenche que guarda innumerables tradiciones", dice. Jorge Calfuqueo, de Kimeltuchefe dice: "Los mapuche hemos sido relegados por el Estado. No existen políticas para promover nuestro ser cultural. Al defender nuestros derechos en la educación nos enfrentamos a la discriminación y al racismo. No podemos seguir soportando despidos de docentes que intentan enseñar nuestra lengua".

Otro ejemplo en la zona, es el que día a día levantan los jóvenes de Radio Isla Llepo (107.9 FM). El impulsor, un profesor de Santiago, Néstor Chávez Guerra, atraviesa cuatro regiones para llegar a Saavedra y luego recorre varios kilómetros por tierra y agua hasta la isla Llepo. "Acá uno vuelve a la vida. Empieza a respirar mejor. En el sector abierto del lago el viento es mucho más fuerte. La idea de una radio en una isla no era tan descabellada. Antes, cuando no había luz, parecía más loco todavía", dice.

Sólo cuatro jóvenes mantienen la radio al aire. Ninguno vive en la isla. Trabajan por turnos. Viajan en bote varios kilómetros para llegar a destino y cada semana dos de ellos pernoctan ahí. Trabajan gratuitamente. Juan Piden, dice: "Soy de isla Huapi, que queda aquí al frente. Vine a la radio simplemente porque me gustó". Piden atraviesa el lago Budi y luego camina varios kilómetros. Cuando hay mal tiempo, las enormes olas lo obligan a quedarse en isla Llepo y seguir transmitiendo. "Generalmente se entregan avisos y noticias que a la gente le importan. Asuntos de la zona, saludos". Después de dos horas de viaje Juan llega a su casa en isla Huapi. Isla Llepo está fuera de la zona ADI y no recibe ningún beneficio de los que el Estado entrega a través de Orígenes. Una forma de protesta fue instalar ahí la radio.

La Voz del Budi inició su vida en marzo de 2005. "Antes de eso era solo una idea que parecía descabellada", dice Néstor. César Faúndez, quien trabaja en una asociación indígena, apoyó el proyecto desde el principio: "Necesitábamos tener un espacio de comunicación que conectara a todas las comunidades y sectores que rodean el lago Budi. Nosotros como institución, obviamente interesados en poder apoyar a las comunidades, prestamos un financiamiento a la radio para comprar los equipos que posibilitan su transmisión", dice.

Las islas del Budi no poseen servicios públicos o privados. Si sus habitantes necesitan hacer un trámite o atenderse, deben ir a Puerto Domínguez, o viajar a Puerto Saavedra o Temuco. La mayoría de los colaboradores de la radio son puertodominganos. "Para crecer necesitamos comenzar a transmitir desde otros puntos lejanos a isla Llepo", dice Néstor Chávez. Clara Valencia, vende tortillas, mote, pescado y harina tostada en Domínguez. Escucha a diario La Voz del Budi. Es esencial en su vida. "Me acompaña. Sé lo que está pasando en las islas. Escucho las noticias de las comunidades", dice. La radio no posee fines de lucro y siempre corre el riesgo de desaparecer. Un medio de comunicación comunitario es completamente necesario porque los comuneros viven aislados.

"El principal foco de atención son los vecinos cercanos y los pescadores. Toda la gente trabaja en la pesca; de hecho la isla está formada por pescadores. También las comunidades, los lof", dice Chávez. En isla Nahuelhuapi viven 46 personas. Es una de las seis islas del lago Budi. Son once familias lafkenche. Está muy aislada y llegar allí es extremadamente difícil. Sólo se accede en bote cuando hay buen tiempo. Aventurarse al lago con temporal es casi un suicidio. Los más perjudicados son los niños, escolares que deben trasladarse a escuelas y liceos de Puerto Domínguez u otras localidades cercanas. La comunicación es un gran problema. Muchas veces, la única manera de recibir noticias es a través de La Voz del Budi. Experiencias similares existen en Carahue, Padre de las Casas, Teodoro Schmidt, Ercilla, Vilcún y Nueva Imperial.


Intervención estatal

El año 2005, Michelle Bachelet inauguró, en Nueva Imperial, el primer hospital intercultural. Costó 8.600 millones de pesos y atiende a la población de las comunas de Nueva Imperial, Carahue, Teodoro Schmidt y Toltén. Otro de similares características, aunque menor infraestructura, fue inaugurado recientemente en Puerto Saavedra por Bachelet. Su tecnología de punta contrasta con la extrema pobreza y el aislamiento geográfico en que viven los mapuches de la comuna. Debido a la precariedad en que viven los habitantes de Puerto Domínguez, en el extremo sureste del lago Budi, sus comunidades luchan por ser declarada comuna. El aislamiento obliga a sus habitantes a desplazarse fuera de Puerto Saavedra para acceder a un consultorio o una repartición pública. Los habitantes de Puerto Domínguez se desplazan a Carahue o Imperial.

La intendencia de la IX región reconoce estar preocupada por la conectividad vial de sectores apartados. Para efectos de romper con el aislamiento en sectores lacustres, el gobierno comprometió el año 2006 la entrega de lanchas en Ikalma y Calafquen. Producto de la tragedia ocurrida en Lago Maihue, donde numerosos escolares mapuches perecieron al volcar una frágil embarcación que los trasportaba, el Lago Budi también ha sido priorizado. Sin embargo, la reciente licitación a privados de la ruta entre isla Llepo y Nahuel Huapi ha desatado un nuevo conflicto. La Asociación Mapuche Mari Kiñe Lof, que agrupa 11 comunidades del sector, se opone tenazmente a que privados operen en el lago. Auguran contaminación y lucro con las necesidades de la gente. No están contra las lanchas, exigen más bien que sean administradas por la propia gente.

Otro proyecto en carpeta y que ha causado polémica es la carretera de la costa, que cruzará varios de los lof y cuya construcción ha estado a cargo del Cuerpo Militar del Trabajo. Pero ninguna de estas obras beneficiará a los pobladores mapuches del Budi. Están pensadas para beneficiar a los privados, aseguran en Huapi. Y lo remarcan sendos estudios académicos. "El ADI Budi, zona en la cual se emplaza el proyecto ruta costera, es un territorio particularmente sensible desde el punto de vista del patrimonio cultural antropo-arqueológico, por presentar una larga historia cultural y un vínculo claro con ella a través de testimonios arqueológicos y reproducción cultural, con alta prevalencia de aspectos identitarios y cosmogónicos dentro de la región", dice un informe de la UFRO.

El impacto sociocultural que tendrá en la zona la construcción de la carretera terminará de romper la vida de los lafkenche de la isla. El megaproyecto ruta costera Saavedra-Toltén lo viene impulsando el MOP desde 1996, pero la ruta es una seria amenaza para la identidad lafkenche, aseguran todos los dirigentes consultados. La UFRO advierte que en el área existen al menos 69 sitios de "significancia cultural indígena: lugares arqueológicos, ceremoniales o cementerios". "Quieren construir una estructura de treinta metros de ancho. Será el inicio de la extinción de nuestra cultura. Dividirá nuestro territorio en tres partes y nos quita el acceso al mar, que es lo que nos hace lafkenche. Será una barrera artificial entre el mar y nosotros. El gobierno se empeña en decir que la carretera va a sacarnos de la pobreza pero sabemos que sólo beneficiará a transnacionales" nos dice el dirigente Domingo Rain.

Durante el gobierno de Lagos, los comuneros del Budi ocuparon el municipio de Saavedra y eligieron simbólicamente como alcalde a Julio Chehuín, un werken de la zona. La movilización obedeció a la falta de respeto del gobierno hacia los comuneros, pero también era un emplazamiento de las comunidades hacia el alcalde Domingo Ñancupil (PPD), el primer mapuche en ocupar dicho puesto en una comuna donde la derecha había gobernado casi siempre. Todos, supuestos beneficiarios de la publicitada ADI, habían viajado días antes a Santiago a reunirse con el entonces presidente, pero Lagos los dejó plantados. El descontento contra el Programa Orígenes y la inoperancia de sus funcionarios continúa hasta el día de hoy en la zona.


(*) Una versión de este artículo ha sido publicada en Punto Final.



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