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La insignia
6 de julio del 2007


__Especial__
España, 1936-1939
España, 1936-1939: Brunete

La batalla de Brunete (I)


Juan Modesto
De Soy del Quinto Regimiento



Si la orientación del enemigo estaba dirigida desde el principio a conquistar Madrid y ocupar la zona leal de mayor territorio, a partir de marzo de 1937 abandonó aquel plan inicial y puso rumbo a la realización de la campaña del norte, el acontecimiento más sobresaliente del periodo abril-septiembre de este año. En este periodo, no obstante ser favorable a nuestro campo la correlación general de fuerzas, el enemigo tuvo la posibilidad de concentrar las suyas contra la zona norte de la República, cuyo aislamiento favorecía sus planes, a más de que ocuparla le daría importantes ventajas por su enclave estratégico, riquezas naturales y potencial industrial.

En sus jalones claves -insistiendo en lo dicho- la sublevación, fracasada en su intento de conquistar rápidamente Madrid, mostró su capacidad de maniobra frente a la impreparación y debilidad militar de los defensores de la República en el norte. Esto nos costó Oviedo, por la alevosía del general Aranda, en el que confiaban los anarquistas y los socialistas de Asturias, y nos obligó a un gran esfuerzo para mantener San Sebastián y defender la ciudad fronteriza de Irún, la cual fue abandonada por nuestras fuerzas sólo cuando ya no existía ninguna posibilidad de continuar la lucha por falta de municiones, que el gobierno francés retenía en la frontera. Y es ese mismo factor, esa misma carencia de repuestos para nuestras armas de todas clases y calibres, aparte de otros factores no menos determinantes, lo que nos llevó a la pérdida de Guipúzcoa y al debilitamiento de todo el norte, desde Vizcaya hasta Asturias, ya que Galicia estaba en manos del enemigo desde los primeros días de la sublevación (...).

Después de la ocupación de Bilbao, el enemigo seguía manteniendo allí el grueso de su ejército y se aprestaba a proseguir sus acciones para liquidar el norte. La República debía hacer cuanto pudiera para impedirlo.

Esto motivó la primera operación ofensiva del Ejército Popular, conocida con el nombre de Batalla de Brunete, que se desarrolló en el mes de julio de 1937. Se eligió el frente del Centro porque éste reunía las condiciones de urgencia y efectividad que el norte necesitaba. En Madrid estaban las reservas constituidas después de Guadalajara, con las que se habían creado dos grandes unidades de maniobra (primero el V Cuerpo, a mí encomendado, y luego el XVIII, al mando del teniente coronel Jurado), con las brigadas y batallones de mayor experiencia combativa que habían intervenido en todas las batallas libradas en el curso de la guerra y tenían la moral de la victoria defensiva que culminó en el Jarama y en Guadalajara, imponiendo al enemigo el abandono de sus planes iniciales.

(...) La operación de Brunete era, por su carácter, una acción de cooperación operativa de frentes: el de Madrid con el del norte. Perseguía como objetivo principal (estratégico) detener la ofensiva en el norte, a fin de hacer ganar tiempo a nuestras fuerzas para el mejoramiento de sus defensas, la organización y el complemento de sus unidades desgastadas y la máxima movilización de los recursos locales.

(...) El V Cuerpo, con las divisiones 11 (brigadas 1-9 y 100) 46 (brigadas 10 y 101) y 35 (brigadas 11 y 32) y el XVIII Cuerpo, con las divisiones 10 (brigadas 2 y 3), 15 (brigadas 13 y 15) y 34 (brigadas 3, 16 y 68), concentradas en la región de Valdemorillo y al nordeste, romperían el frente enemigo en dirección sur, entre Navalagamella y Villanueva del Pardillo, avanzando y liberando Quijorna, Villanueva de la Cañada y Brunete. Su avance posterior proseguiría hacia el este, con el fin de establecer pasos sobre el río Guadarrama en las direcciones de Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte.

El flanco abierto de las fuerzas que actuaban en esta dirección lo aseguraría el V Cuerpo.

Los Cuerpos V y XVIII deberían intentar establecer enlace de fuego con las unidades del II, cuyas brigadas 41 y 42 en primer escalón tenían la misión de romper el frente enemigo entre Villaverde y el Basurero, conquistar ambos, abriendo paso a las brigadas 19 y 17 que, avanzando sobre Carabanchel Alto y luego hacia Alcorcón, buscaría en este último punto el enlace con las unidades del XVIII Cuerpo.

(...) A las 5 horas del día 6 de julio, las fuerzas del primer escalón del V Cuerpo, esto es, las divisiones 11 y 46, se encontraban ante sus objetivos: las unidades de la 11, cercando Brunete, que conquistaron al primer golpe, sin bajas; en cuanto a las de la 46, su Brigada 101 había arrollado las posiciones enemigas en su sector de acción y salido a la orilla este del Perales. La otra brigada de la 46, la 10, había salido ante Quijorna, pero sólo con dos de sus batallones: uno mandado por Justino Frutos; del nombre del otro no me acuerdo. Un tercer batallón, que mandaba Domiciano Leal, rodeaba el Cerro de los Llanos, y el cuarto quedaba en reserva. Más adelante expondré el alcance de estos cambios de decisión.

Hacia aquella misma hora, las fuerzas del XVIII Cuerpo comenzaron su acción. La 34 división, que mandaba José María Galán, marchaba en su primer escalón. Sus unidades, apoyadas por un servicio de la aviación realizado a las 5 horas 30 minutos y al que siguieron 30 minutos de preparación artillera, ocuparon el vértice Líjar, abandonado por el enemigo a los primeros disparos, y comenzaron el ataque a Villanueva de la Cañada (...).


Transcripción para La Insignia: J.G.



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