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La insignia
9 de abril del 2007


Chile

Los pecados de Sonda


La Nación. Chile, abril del 2007.


El proveedor tecnológico del Transantiago enfrenta su hora más negra. Seriamente emplazado por el gobierno, Andrés Navarro, dueño de Sonda, es sindicado por Roberto Sone, ingeniero socio del magnate mexicano Carlos Slim, de usar su tecnología para ganar la licitación del Transantiago y, una vez adjudicada ésta, sustituirla por la actualmente fallida.

"Sonda ofreció un Mercedes Benz y ahora lo que tenemos es un Lada pichicateado", aseguran en el Ministerio de Transportes, conscientes de que el soporte tecnológico de Sonda implementado en el Transantiago no es el que prometieron para ganar la licitación en abril de 2005. Y, más aún, está lejos de arreglarse en el corto plazo. Técnicamente, hoy no es posible controlar las frecuencias ni la localización de los buses. Sólo en algunas máquinas están habilitadas las cámaras de seguridad. Los botones de pánico y el sistema de "cobro inteligente" a través de los validadores arroja continuas fallas. Y por último, lo más grave, no es capaz de controlar y evaluar la evasión, es decir el no pago del pasaje por los usuarios, lo que a la postre llevará inexorablemente a un incremento en las tarifas o a un fuerte subsidio fiscal.

El diagnóstico está claro y la responsabilidad también: Andrés Navarro, dueño de Sonda, la compañía contratada para la implementación del alicaído sistema de transportes que provoca graves problemas a los usuarios y que está dañando la imagen país de Chile en el mundo.

Pero la licitación tiene otro protagonista: Transporte Inteligente Multimodal (TIMM), empresa mexicana cuya tecnología fue ofertada por Sonda, evaluada y ponderada con nota 6,3 por las autoridades chilenas y adjudicada en el contrato entre el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y el Administrador Financiero del Transantiago (AFT). La tecnología TIMM aplicada al transporte público y tarjetas inteligentes está actualmente en uso -con su socio chino ERG- en Hong-Kong, Melbourne, Roma, San Francisco y Singapur, y se encuentra en progreso en otras ciudades, tales como Washington, Estocolmo, Beijing y Sydney, entre otras.

Lo primero es entender cómo Sonda, entronizada desde antes que saliera a bolsa como la principal empresa chilena de tecnología, se adjudicó una licitación en la que ha demostrado graves incumplimientos contractuales.

El samurai

La noche del 16 de julio de 2006, el ingeniero chileno de padre japonés Roberto Sone contestó una llamada en su celular. Un intermediario lo invitaba al día siguiente a tomar desayuno con Andrés Navarro, quien le formularía una oferta. En la cita, el hombre fuerte de Sonda se confesó preocupado porque "ciertos sectores políticos" lo culparían por el fracaso del Plan Transantiago.

Roberto Sone, fundador de TIMM, días antes había anunciado en la prensa una demanda contra Sonda por "apropiación indebida" de información y tecnología. Sin embargo, a través de uno de sus principales ejecutivos, Navarro se había encargado de negar "cualquier tipo de relación con TIMM".

La reunión habría terminado con una insólita oferta: "Si no me demandas, no me defiendo", habría dicho Navarro a Sone.

A pesar de la tensión que se palpaba en el ambiente tras la advertencia de Navarro, esa reunión acabó de manera mucho más cordial que la primera sostenida entre ambos. El 8 de marzo de 2005, casi un mes antes de que se conociera el ganador de la licitación del Administrador Financiero del Transantiago, Roberto Sone llegó a Santiago proveniente de México y fue directamente a la oficina de Andrés Navarro, en el edificio corporativo de Sonda, en calle Teatinos 550. Allí lo esperaba el representante legal de TIMM en Chile, Sergio Bermúdez, y Jaime Alee, gerente general de Nipon Electric Company (NEC), empresa que representaba los intereses de TIMM en Chile.

Sonda y NEC, junto a cinco bancos de la plaza, habían conformado un consorcio para adjudicarse el AFT. La reunión tuvo como objetivo sellar el acuerdo con TIMM, empresa creadora y propietaria de la tecnología idónea para el revolucionario plan de transporte de Santiago.

Las cosas empezaron a complicarse cuando Navarro trató a Sone como un "simple proveedor", sometido a evaluación, en circunstancias que NEC representa a TIMM en el consorcio. El ingeniero -dueño de las patentes tecnológicas involucradas- advirtió a Navarro que de no prosperar su integración al consorcio se vería obligado a postular a la licitación acompañado por el Citibank, entidad que había mostrado interés por un negocio cuyo volumen total se estima en poco más de mil millones de dólares anuales.

El inventor

En 1994, Roberto Sone volvió a Chile desde Japón, donde obtuvo un master en Robótica tras haber estudiado Ingeniería en la Universidad Federico Santa María, donde se tituló como el mejor alumno de su promoción. En Tokio, Sone fue empleado en la gerencia general de Toshiba, donde trabajó en ingeniería de sistemas inalámbricos para transmitir datos. De regreso en Santiago desarrolló un equipo de posicionamiento satelital (GPS) de bajo costo. Durante años investigó cómo implementar soluciones tecnológicas para el transporte público. Partió creando monederos electrónicos, idea que interesó a Carlos Slim, magnate mexicano, top ten en la lista "Forbes", quien lo fichó en mayo de 2003 para perfeccionar el sistema de tarjetas de prepago.

Slim lo convirtió además en dueño del 45 por ciento de la sociedad TIMM, quedando el 55 por ciento restante en sus propias manos. De esa empresa nacieron las patentes de los software y hardware integradores de GPS, validadores, contadores de personas, tarjetas de prepago y botones de pánico; esto es, el sistema de gestión de flota necesario y hasta la fecha ausente para el buen funcionamiento del Transantiago.

El sistema se implementó con éxito en México y fue comercializado desde ese país por TIMM. A principios de 2004, la compañía japonesa NEC adquirió la franquicia (como lo hace McDonald's, por ejemplo) de la empresa de Sone y Slim para vender la tecnología en Latinoamérica. Así, el sistema desarrollado por Roberto Sone fue probado con éxito en el Transmilenio de Colombia, en Curitiba (Brasil), y como prototipo en Argentina.

Pero en octubre de 2004, el empresario recibió una llamada del representante de NEC Chile pidiéndole que gestionaran el apoyo de NEC Japón para integrarse al consorcio de bancos que postularía al Transantiago. Días después se firmó el acuerdo que concretó la alianza. En noviembre, Sergio Bermúdez y Roberto Sone se reunieron con Aldo Signorelli, autoridad gubernamental coordinadora del plan. Le mostraron la forma operativa de su sistema y el funcionario se retiró afirmando que era vital para el proyecto que la tecnología de TIMM se presentara a la licitación.

Invitado de piedra

En diciembre de 2004 viajó a México Francisco López, gerente de desarrollo y nuevos negocios del BCI, en representación también del Banco Santander. El ejecutivo se reunió con dos representantes de Inbursa (holding de Slim al que pertenecía TIMM), los que le mostraron en detalle las fortalezas del sistema tecnológico de transporte de la empresa. Más tarde, con el mismo propósito, viajaron también a México los ejecutivos del BancoEstado Óscar González y Rodrigo Collado, y del Banco de Chile Miguel Vargas. Todo parecía marchar sobre ruedas hasta que en febrero de 2005, Roberto Sone recibió un correo de Jaime Alee, gerente de NEC, informándole que NEC Japón no le concedería las boletas de garantía exigidas por los bancos para participar en el proyecto, pero que Sonda se ofrecía a entregarlas, asegura Sone.

Por esos días, el ingeniero viajó a Japón para intercambiar experiencia en tarjetas inteligentes con el gobernador de Tokio, Ishihara Shintaro. Sone aprovechó de visitar las oficinas centrales de NEC y preguntar sobre el apoyo a la filial chilena. "Uno de los gerentes le responde que Jaime Alee llegó pidiendo 32 millones de dólares, cuando la boleta exigida era sólo de cuatro millones", afirma Mario Soazo, abogado de TIMM Chile. Soazo estima que de esta manera Sonda aseguró su ingreso al negocio. En otras palabras, Navarro habría llegado al Transantiago como invitado de piedra.

A fines de febrero, TIMM, a pesar del primer malentendido con Navarro, entregó a NEC Chile toda la información necesaria para presentar la propuesta al Transantiago. Sergio Bermúdez, gerente de la empresa de Sone y Slim en Chile, exigió un acuerdo de confidencialidad entre las dos entidades, el que finalmente firmaron Bermúdez por TIMM y Raúl Véjar por Sonda, el 25 de marzo de 2005, a días de la licitación. Luego, TIMM y Sonda redactaron la propuesta para la licitación del AFT.

"Pero antes de entregarle la información a Sonda, TIMM mostró su preocupación porque estaba en antecedentes de que Sonda tenía acuerdos formales con otras empresas. Pero finalmente la empresa de Navarro, a través de su gerente general, Raúl Véjar, les informó que ellos verían la manera como resolver esa situación", dice el abogado de TIMM Chile Mario Soazo.

Intriga tecnológica

El 12 de abril de 2005, el consorcio de bancos más Sonda y CMR Falabella se adjudicaron la licitación del Administrador Financiero del Transantiago. Los días siguientes, TIMM siguió participando activamente en el proceso. Acompañó a los ejecutivos chilenos de NEC a China, país donde opera la compañía ERG Transit Systems, empresa asociada a TIMM para el desarrollo e implementación de sistemas de transporte.

Sin embargo, pocos días después Sonda informó a Roberto Sone que en los documentos entregados como oferta técnica no se incluyó la tecnología de TIMM. Por lo tanto, su empresa había quedado fuera de la licitación.

Tres meses más tarde, el 25 de julio, Sone fue contactado por Andrés Silva, jefe técnico del Transantiago, quien le informó que Sonda había incluido en su oferta técnica a la licitación la tecnología de TIMM, con la que se adjudicó el contrato. En la propuesta presentada por Sonda ante el ministerio quedó escrito en el Formulario 5.7: Antecedentes del proveedor o integrador tecnológico, que "para responder a las exigencias del Plan Transantiago, Sonda y NEC han desplegado sus mejores esfuerzos internos, convocando equipos de trabajo de una gran experiencia y compromiso necesarios para este tipo de proyecto. Del mismo modo, se ha invitado a participar a dos importantes consorcios extranjeros, ambos con una amplia y exitosa experiencia en diferentes lugares del mundo, implementando, con probada calidad técnica y respuesta a compromisos de plazos, soluciones integrales absolutamente equivalentes a las requeridas por Transantiago. Ellos son Siemens y TIMM". A continuación, la empresa postulante señala sólo las experiencias de TIMM en el mundo en proyectos de gestión de flotas similares al Transantiago, sin nombrar a Siemens, que, según Sone, sólo poseía experiencia en el switch transaccional y en el clearing (software que distribuye los ingresos y pagos de los pasajes, como lo implementó en el Metro de Santiago).

La tregua

Para verificar esta situación, Roberto Sone contrató al estudio Chadwick y Aldunate. Los abogados lograron la exhibición del documento anteriormente citado, y, como se puede apreciar en él, las pruebas son irrefutables. Herman Chadwick, cabeza del bufete, y su hijo del mismo nombre se reunieron con Navarro para negociar algo que parecía demasiado obvio como para desgastarse en un juicio. El dueño de Sonda no aceptó ningún acuerdo, declarando oficialmente la guerra.

A pesar de todo lo anterior, el propio Andrés Navarro ha declarado a la prensa: "Todo lo que dice [Sone] es falso. Nunca hemos tenido relación de ningún tipo con él". Por otra parte, el vicepresidente de la empresa de Navarro, Mario Pavón, ha señalado que "Sonda no tiene ni ha tenido relación de ningún tipo con TIMM".

Pero Roberto Sone, a pesar de ese insólito desayuno con Navarro, narrado anteriormente, siguió adelante. Eran tiempos en que Sonda preparaba su publicitada apertura a la bolsa. En vista que la demanda, presentada por TIMM Chile en agosto de 2006 en el 23er Juzgado Civil de Santiago contra Sonda, podía afectar la imagen de ésta ante sus potenciales inversionistas, Navarro desplegó una agresiva campaña contra Sone en varios frentes, logrando que Carlos Slim, a mediados de septiembre de 2006, revocara los poderes de Sone en TIMM Chile. "Fue una tregua de un mes, hasta que Sonda saliera a bolsa", aclara el abogado de Sone. En efecto, a partir de noviembre de 2006, Sone pasó a ser accionista mayoritario y controlador de TIMM México y de todas sus filiales, incluyendo la chilena.

La copia infeliz

Los problemas de Sonda para cumplir con su contrato están a la vista y los sufren hoy diariamente los santiaguinos. Para suplir el know how de TIMM, Sonda contrató a diversos proveedores que adaptaron sus componentes y los integró en el Transantiago, con los caóticos resultados ya conocidos. Hoy, TIMM dice estar en condiciones de ofrecer en un plazo máximo de 120 días la tecnología necesaria para operar la flota en las condiciones establecidas en las bases de la licitación del Transantiago. "Esto significa que la única solución tecnológica dentro del marco de la legalidad de las bases, oferta técnica y contrato de adjudicación del AFT, es la tecnología de TIMM ofertada, evaluada y ponderada con un 6,3, y adjudicada en la licitación. Esto mantiene vigente la actual licitación", afirma Soazo. TIMM asegura contar con el respaldo del gigante chino ERG, que en conjunto han instalado complejos sistemas de transporte en varias ciudades del mundo. Los antecedentes están en conocimiento del ministro René Cortázar y del nuevo "zar" del transporte, Marcos Lima. La última palabra la tendrá La Moneda.


Fotografías

1. Portada de La Nación Domingo

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