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La insignia
10 de mayo del 2006


El narcotráfico en Chile (I)


Texto y fotografías (*): Arnaldo Pérez Guerra
Liberación / La Insignia. Chile, mayo del 2006.


La droga es un rentable negocio. El tráfico de cocaína y pasta base sigue aumentando, mientras el triste ránking del consumo lo lidera la región de Tarapacá. Según el Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), el consumo de marihuana y cocaína se ha estancado durante la última década. Atrás quedaron las cifras de principios de los 90, aunque Tarapacá sigue liderando el consumo de marihuana con un 7,9 por ciento -superando a la Región Metropolitana y Valparaíso que se empinan en un 7,2 y un 6,0 por ciento, respectivamente- y el de pasta base, cuatro veces mayor que el promedio nacional.

Algunos piensan que el problema de fondo es la circulación y disponibilidad de las drogas. Creen que no sirve de mucho prevenir si hay droga a la vuelta de la esquina: "Considerando los índices de nuestra región, llegó la hora del control y de aplicar tolerancia cero para casos de microtráfico y narcotráfico", dice el diputado Fulvio Rossi. El concejal regionalista Orlando Garay, discrepa de esa visión. Para él Iquique es un pasadizo de la droga y cuando los vecinos denuncian microtráfico, la mayoría de las veces no pasa nada y los tipos se van a otro lado y siguen ahí vendiendo: "Es una enfermedad y un gran negocio que corrompe a todo nivel. Un problema muy grave para la juventud que ya está al margen por la cesantía y la educación deficiente. Si se desbarataran las grandes redes y empresarios del tráfico, junto a quienes los protegen, se acabaría gran parte del problema".

En las poblaciones Jorge Inostroza, Laguna Verde, Isluga, Las Dunas y El Colorado, en Iquique; o El Boro, La Negra y La Pampa, en Alto Hospicio, el microtráfico es una triste realidad. "La ley 20.000, que sanciona el tráfico, demoró cinco años en ser aprobada, y ya es letra muerta", dice Garay.

En 1996, un estudio de Naciones Unidas revelaba que en Chile "se lavaban 1.000 millones de dólares anuales". Dos años después, la Comisión Andina de Juristas, nos ubicó en el segundo lugar, después de Colombia, con más de 2.000 millones de dólares anuales en el lucrativo negocio. Hasta la sobreproducción de cobre ha generado plus: exportar ácido sulfúrico a países donde se usa como precursor en la elaboración de cocaína. Según expertos en el tema, el 80 por ciento de los narcodólares terminan en bancos estadounidenses. Aunque muchos consumidores de drogas residen en Europa y Norteamérica, aumenta a paso firme el consumo en países asiáticos y sudamericanos. Colombia, Perú y Bolivia -con un 50, 32 y 15 por ciento, respectivamente- concentran la producción de cocaína. En uno de sus últimos informes la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), advierte que el 44 por ciento de la cocaína que se produce ilegalmente es incautada, la mitad de ésta cifra sólo en Latinoamérica.

Según el Conace, la marihuana sigue siendo la droga ilegal más consumida en nuestro país. Chile se ha convertido en un atractivo mercado, además de puerto y punto de embarque para Estados Unidos y Europa. Un kilo de marihuana prensada se transa en unos 1.500 dólares, muy por encima del valor que adquiere en otros países. Iquique es la puerta al narcotráfico. En Tacna un kilo de cocaína cuesta 1.600 dólares, mientras que en Arica alcanza los 3.200 dólares. La variación se explica por la "eficiencia de los controles aduaneros", según las autoridades, pero también responde a que la calidad de vida y el producto per cápita son distintos en ambas naciones. Lo cierto es que el 70 por ciento de la cocaína y la pasta base que ingresa a nuestro país lo hace por los pasos fronterizos y puertos de la I Región.


Estigma de los pobres

El prefecto de Carabineros de Iquique, coronel Juan Villegas, nos dice: "Una de las vías para sacar la droga del altiplano es el Pacífico. Los productores y sus redes necesariamente tienen que pasar por Chile y la I Región. Eso es archiconocido. Por eso tenemos un servicio especializado del OS-7. Acá hay pequeñas mafias y el OS-7 ha desbaratado decenas de bandas de microtráfico, que son las que más daño hacen a nuestra juventud. La ley 20.000 entrega una serie de técnicas de investigación: entregas vigiladas y controladas de droga, agentes encubiertos y reveladores, intercepción de comunicaciones, seguimientos y otras".

Pero el precio de la cocaína ha bajado en los últimos años, a pesar que aumentan los decomisos. No parece lógico. La respuesta es que ha crecido la demanda y hay más cocaína que antes. Orlando Garay, señala: "Hay mucha droga en Iquique porque es un pasadizo. En Alto Hospicio el problema es el microtráfico. Pienso que no hay leyes ejemplarizadoras. Hay una cadena de beneficios y sinvergüenzuras. Los grandes narcos contratan buenos abogados, y la cárcel está llena de microtraficantes y consumidores. La situación se torna cada vez peor. Ya han ocurrido crímenes por encargo y quitadas de droga. El gobierno envía sicólogos y siquiatras para que hagan 'charlas' a dirigentes vecinales, y nada más. Para acabar con la droga se necesitan mejores empleos, sueldos dignos, oportunidades de estudio".

Esteban Díaz, capitán de Carabineros y jefe del OS-7 de Iquique, nos dice que lo que más les demanda la ciudadanía es acabar con el microtráfico: "En Tarapacá se decomisa el 70 por ciento de la droga que ingresa a Chile. Es lógico pensar que un buen porcentaje se destina al consumo local". Explica que las principales redes son "familiares" y están vinculadas, de una u otra forma, con organizaciones en Perú y Bolivia, principalmente. "No hay carteles, al modo de Colombia o México. La forma de operar varía constantemente, aunque la mayoría de la droga ingresa por vía terrestre por la frontera".

En el último lustro la cantidad de detenidos y de decomisos ha aumentado: O la policía ha sido más efectiva o los narcotraficantes han ingresado más droga. "Según el último informe Conace se estancó el consumo de algunas drogas, pero aumenta el decomiso. En Iquique hay consumo, microtráfico, internación y traslado de drogas. El consumo no es penado como delito y las calles se comportan de acuerdo a la demanda. Si un consumidor no encuentra droga en tal calle la va a buscar unas cuadras más allá", dice el capitán Díaz. La ciudadanía repara en que no se detiene a los grandes narcos. Pocos recuerdan denuncias de diputados que comprobaron la falta de personal y tecnología en los controles fronterizos. "Las policías se concentran sólo en ciertos lugares. Estigmatizan a los pobres y el trabajo preventivo y de educación es insuficiente. Las últimas estadísticas señalan un estancamiento en el consumo, pero Tarapacá presenta el mayor índice de consumo y se decomisa la mayor cantidad de droga del país", dice el suboficial (r) de carabineros José Castillo, ex jefe de retén en Huara.


Fotografías

1. Coronel Sergio Zapata Ramos, director regional de Gendarmería.
2. Edith Arancibia, dirigenta de la toma Laguna Verde, en la periferia de Iquique. "Hay mucha delincuencia asociada a los narcos. Si la policía detiene a alguien a la semana está otra vez vendiendo droga".



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