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| 25 de mayo del 2006 |
Luto en el fútbol mexicano
Ariel Ruiz Mondragón
La noche del lunes 22 de mayo falleció en la ciudad de México, a los ochenta años de edad, Ángel Fernández Rugama, el más importante cronista del fútbol mexicano. Dueño de una cultura, ingenio y amenidad sin par, dio una nueva dimensión al balompié: la palabra adquirió una relevancia aún mayor que la del propio juego. Narrador de batallas épicas, creador inigualable de sobrenombres, poseedor de una vasta cultura, fue el creador de frases definitivas para la afición mexicana: el saludo clásico al inicio de los encuentros, «a todos los que aman y a todos los que quieren el futbol», o una definición máxima del fútbol: «el juego del hombre.» Como con ningún otro comentarista deportivo, los espacios noticiosos de México, no sólo los deportivos sino hasta los dedicados a la política, han dado una gran relevancia al fallecimiento del inventor de retóricos universos futbolísticos que sublimaron la belleza del fútbol. Apenas hace una semana, durante una conversación con el escritor mexicano Juan Villoro (La Insignia, 22-5-06), hacíamos votos conjuntos por una larga vida al cronista máximo de nuestro futbol. Lamentablemente no ha sido posible. Como pequeño homenaje al hombre que supo transmitir y multiplicar la emoción y la pasión del futbol, hoy les ofrecemos un par de textos breves, uno de Villoro y otro del propio Ángel Fernández. De Ángel Fernández nos quedará su bien más preciado: la palabra, especialmente una, que no volverá a ser la misma tras su partida: «¡¡¡¡Goooooooool!!!» Frente a la obra de don Ángel, sólo nos queda utilizar una de sus más afortunadas expresiones: «Me quito el sombrero y me pongo de pie.» |
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