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La insignia
29 de julio del 2005


La reforma de la ONU


Amnistía Internacional, julio del 2005.



Amnistía Internacional acoge con satisfacción las claras mejoras en materia de derechos humanos, incluidas las cuestiones de género y la protección de los derechos de la mujer, que se han introducido en el segundo proyecto de documento final de la reunión plenaria de alto nivel, publicado por el presidente de la Asamblea General, Jean Ping. Sin embargo, Amnistía Internacional sigue considerando motivo de preocupación que el texto continúe sin reflejar explícitamente las obligaciones actuales de todos los Estados en cuanto a los derechos humanos. El proyecto del texto debe ser reforzado sustancialmente para que los derechos humanos ocupen el lugar que les corresponde como uno de los tres pilares de las Naciones Unidas: desarrollo, seguridad y derechos humanos.

Es fundamental que el documento final reconozca que las acciones de los Estados para promover estas tres cuestiones no son meras aspiraciones políticas, sino el cumplimiento de las obligaciones contraídas en materia de derechos humanos en virtud de la Carta de la ONU, la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados de derechos humanos. Los Estados deben garantizar asimismo sin ambigüedades que cumplirán sus compromisos de derechos humanos en sus acciones contra el terrorismo y cuando se ocupen de los refugiados. Los Estados deben fortalecer las disposiciones relativas a la participación de las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil en el desarrollo, la seguridad y los derechos humanos, profundizando el diálogo con ellas y garantizando que su participación se potencia en el trabajo de los órganos de la ONU, incluidas la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos y la Comisión de Mantenimiento de la Paz propuestos.

Consejo de Derechos Humanos

Amnistía Internacional apoya plenamente el llamamiento del documento a establecer un Consejo de Derechos Humanos de carácter permanente que sustituya a la Comisión de Derechos Humanos (130). La organización insta a los Estados miembros de la ONU a establecer el Consejo como órgano principal de la ONU, en vez de como órgano subsidiario de la Asamblea General, tal como ahora se propone. (La fecha de revisión debe adelantarse si se mantiene la propuesta de que la Asamblea General revise, al cabo de cinco años, si el Consejo se transforma en órgano principal.)

Amnistía Internacional apoya en líneas generales el mandato del nuevo Consejo, tal como se expone en el documento (131), y recomienda que se especifique lo siguiente:

que el Consejo pueda reunirse sin dilación en cualquier momento para tratar todas las situaciones de derechos humanos que requieran una atención especial;

que las fortalezas de la Comisión de Derechos Humanos, que se conservarán en el Consejo, también incluyen las disposiciones excepcionales de la Comisión para la participación de la sociedad civil a través de las ONG y de las instituciones nacionales de derechos humanos;

que la evaluación del cumplimiento de las obligaciones de los Estados en cuanto a los derechos humanos tiene lugar periódicamente y que todos los nuevos miembros del Consejo son evaluados en el primer año de su incorporación;

que los miembros salientes del Consejo no podrán ser reelegidos de inmediato (una disposición que reforzará el acceso de todos los Estados a la incorporación al Consejo y que se recomienda si el número de miembros va a ser menor que el de la Comisión de Derechos Humanos).

Amnistía Internacional insta al presidente de la Asamblea General a que utilice un proceso abierto, consultivo y transparente que implique a todas las partes interesadas cuando consulte a los Estados miembros sobre la aprobación, antes del 31 de diciembre de 2005, de las funciones y los métodos de trabajo del nuevo Consejo.

La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos

La resolución de fortalecer la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, incluso mediante la duplicación de sus recursos procedentes del presupuesto regular, debería haberse cumplido hace tiempo (101). Amnistía Internacional insta a los Estados miembros de la ONU a que sean más audaces y a que:

se comprometan a triplicar de inmediato la parte de la financiación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que proviene del presupuesto regular de la ONU;

dupliquen, en al plazo de cinco años, los recursos globales de la Oficina.

Consejo de Seguridad

Los Estados miembros de la ONU deben resolver también que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad se abstengan, tal como propone el Grupo de alto nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio, de utilizar el derecho de veto en casos de genocidio y de violaciones de derechos humanos en gran escala.

Terrorismo

Amnistía Internacional respalda plenamente la firme condena del terrorismo que se hace en el proyecto de documento final. Sin embargo, el documento final debe reflejar con claridad el consenso internacional de que cualquier medida que un Estado tome para combatir el terrorismo debe atenerse a las obligaciones contraídas por ese Estado en virtud del derecho internacional, en particular las normas de derechos humanos y el derecho humanitario y de refugiados. (Exigir a los Estados que "observen los principios del buen gobierno, respeten los derechos humanos" en la lucha contra el terrorismo constituye un debilitamiento de los compromisos internacionales.) (85).

Refugiados, desplazados internos y migrantes

Amnistía Internacional acoge con satisfacción los esfuerzos para abordar la situación de los refugiados, desplazados internos y migrantes. Sin embargo, el documento final debe comprometerse a respetar los derechos humanos de los refugiados (y no limitarse a salvaguardar el principio de la protección de los refugiados, 107) y gestionar la circulación de personas a través de las fronteras de tal modo que se respeten y protejan los derechos humanos de todos los migrantes, sea cual sea su condición. (38). Ratificaciones

Amnistía Internacional insta asimismo a los Estados miembros a que contraigan compromisos con límites de tiempo y garanticen que el documento final:

compromete a todos los Estados a acceder al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos antes de 2010, y a todos los tratados y protocolos internacionales de derechos humanos antes de 2015 (108);

pide a todos los estados que ratifiquen el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) (112).

(Los números que aparecen en el texto de esta declaración remiten a los párrafos del segundo proyecto de documento final, del 22 de julio de 2005.)

Información complementaria

Este comentario de Amnistía Internacional se refiere a la segunda versión del proyecto de documento final, publicada el 22 de julio de 2005 para la cumbre de alto nivel que se celebrará en septiembre y en la que los jefes de Estado examinarán la aplicación de la Declaración del Milenio de 2000 y el seguimiento integrado de importantes conferencias y cumbres de la ONU en los campos económico, social y áreas relacionadas. Para ello se basarán en el informe del secretario general de la ONU titulado Un concepto más amplio de libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos para todos (A/59/2005), publicado en marzo de 2005. Para el comentario de Amnistía Internacional sobre el primer proyecto de declaración final, véase UN reform: Draft Outcome Document fails to recognize the primacy of human rights, 3 de junio de 2005 (Índice AI: IOR 40/012/2005). Para una evaluación detallada de la necesidad de un Consejo de Derechos Humanos, véase: La respuesta al desafío: Transformación de la Comisión de Derechos Humanos en un Consejo de Derechos Humanos (Índice AI: IOR 40/008/2005), de abril de 2005.

El proyecto de documento final es un documento en evolución que volverá a cambiar antes de la cumbre de septiembre. Entre los cambios positivos que deben mantenerse o reforzarse están:

un nuevo compromiso con la protección y promoción de los derechos humanos y con la aplicación plena de las normas de derechos humanos contenidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos de derechos humanos (98-99);

el apoyo a la incorporación de una perspectiva de derechos humanos a todo el sistema de la ONU (104, 152);

el apoyo a una cooperación más estrecha entre el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el Consejo de Seguridad (102);

una atención especial a la aplicación de las conclusiones de todas las conferencias importantes de la ONU, incluidas las relacionadas con los derechos humanos (8), aunque es fundamental que la Declaración y Programa de Acción de Viena se mencionen en el documento final;

la condena de la Violencia contra las mujeres y niñas en situaciones de conflicto armado y el compromiso de aplicar estrategias para prevenir la violencia de género (35, 55);

la aplicación plena y enérgica de la política de tolerancia cero del secretario general sobre la explotación y los abusos sexuales y el compromiso de poner fin a la impunidad para tales delitos (58, 146);

garantías del derecho de la mujeres a la propiedad y a la leyes de la herencia (35) y un llamamiento a todos los Estados para que eliminen las políticas y prácticas que discriminan a la mujer y adopten leyes que protejan los derechos de la mujer (108);

la resolución de proporcionar recursos adicionales para los órganos de vigilancia de los tratados de derechos humanos (aunque el texto debe pedir la aplicación de las recomendaciones de los órganos de vigilancia de los tratados en vez de "promover su aplicación") (102);

el acuerdo de adoptar y aplicar instrumentos internacionales para regular también la trasferencia de armas pequeñas y ligeras (81).



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