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La insignia
28 de julio del 2005


Nepal

Los niños, atrapados en el conflicto


Amnistía Internacional. España, julio del 2005.



Amnistía Internacional ha revelado hoy, 26 de julio, que millares de niños de todo Nepal sufren violencia y abusos en el contexto del brutal conflicto interno que se desarrolla en el país desde hace nueve años como consecuencia de los combates entre los rebeldes maoístas y las fuerzas de seguridad.

En un informe publicado hoy con el título Nepal: Children caught in the conflict, la organización denuncia que los niños nepalíes están siendo víctimas de abusos, como homicidio, detención ilegal, tortura, violación, secuestro y reclutamiento para actividades militares, y acusa a ambas partes en el conflicto de violar los derechos más fundamentales de los niños.

"Este conflicto está siendo terrible para los niños de Nepal -ha manifestado Purna Sen, directora del Programa para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional-. Algunos niños han sufrido directamente abusos a manos de ambos bandos, mientras que centenares más han muerto a causa de bombas y mecanismos explosivos improvisados. Millares de niños se han visto obligados a huir de sus hogares y, desesperados, se enfrentan a la pobreza y la explotación."

Ambos bandos son responsables de homicidios de niños. Las fuerzas de seguridad han matado a niños por considerarlos sospechosos de colaborar con los maoístas, y éstos han secuestrado y matado a su vez a hijos de miembros de las fuerzas de seguridad y causado, también, la muerte de muchos niños por bombardear deliberadamente infraestructuras civiles y colocar dispositivos explosivos improvisados en zonas civiles.

Ha habido preocupantes informes sobre niños sospechosos de afiliación a los rebeldes maoístas a los que se ha recluido durante largos periodos en cuarteles militares, comisarías de policía o prisiones, a menudo junto con adultos. Muchos niños que han estado detenidos aseguran haber sido torturados por las fuerzas de seguridad durante su reclusión.

Tal trato constituye un claro incumplimiento de las obligaciones contraídas por el gobierno nepalí en materia de derechos humanos. La Convención sobre los Derechos del Niño dispone que todo niño privado de libertad debe ser "tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad", y tanto este tratado como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos prohíben la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Chandra Malla ha contado a Amnistía Internacional que las fuerzas de seguridad mataron a su esposo. Afirma que la policía se presentó en su casa y se llevó a su hijo de 10 años y a ella detenidos. Sacaron al niño de la casa a rastras y lo golpearon con una pistola, acusándolo de maoísta. Lo tuvieron seis días bajo custodia, en el curso de los cuales lo golpearon con un tubo de plástico por todo el cuerpo. Después de dejarlo en liberad, las fuerzas de seguridad siguieron yendo a su casa y lo amenazaron con violar a su hermana, de 12 años.

Amnistía Internacional ha recibido informes sobre niñas violadas por las fuerzas de seguridad durante "operaciones de búsqueda". Una niña de 15 años de la zona central del oeste de Nepal ha contado a la organización que un soldado la violó en el establo de su casa en el curso de una "operación de búsqueda" nocturna llevada a cabo en su pueblo. Muchas organizaciones de mujeres informan de que el conflicto está también haciendo que aumente la trata de niñas con fines de explotación sexual, actividad que representaba ya un grave problema en Nepal.

En los últimos años, los maoístas han secuestrado a decenas de miles de escolares para someterlos a sesiones de "educación política" en lugares remotos. Aunque la mayoría de estos niños regresan a sus casas al cabo de unos días, algunos no lo hacen, y parece que los rebeldes están reclutando niños para emplearlos en actividades militares o en trabajos forzados a pesar de que el empleo de menores de 15 años en conflictos armados es un crimen de guerra.

Se han atacado específicamente los servicios de educación. Ambos bandos han utilizado centros escolares con fines militares, y los maoístas han bombardeado varias escuelas, hiriendo a niños. Estos ataques, sumados a los secuestros maoístas de escolares y a las catastróficas consecuencias de las huelgas, están haciendo que muchos niños nepalíes estén perdiendo años vitales de educación.

"Lo niños de Nepal están atrapados en la espiral de violencia que asuela el país -ha manifestado Purna Sen-. Secuestrados y reclutados por los maoístas, se convierten luego en objetivo de las fuerzas de seguridad, por lo que están expuestos a ser detenidos e incluso a que los maten. Además de sufrir violencia y abusos, como el conflicto está menoscabando los servicios educativos, médicos y de desarrollo, millares de niños no pueden disfrutar de su derecho a la salud y a la educación."

Amnistía Internacional insta al gobierno de Nepal a que cumpla su obligación de proteger los derechos de los niños, como disponen la Convención sobre los Derechos del Niño y otros tratados de derechos humanos; ponga a disposición judicial al personal de las fuerzas de seguridad que cometa violaciones de derechos humanos, y preste los debidos servicios a los niños atrapados en el conflicto. Asimismo, la organización pide a los maoístas que pongan fin al secuestro y reclutamiento de niños, liberen a todos los niños que forman parte de sus fuerzas y dejen definitivamente de lanzar ataques indiscriminados y de atacar a civiles. Es esencial que ambos bandos hagan todo lo posible para respetar y proteger los derechos de los niños y reducir al mínimo los efectos negativos del conflicto en la vida de los niños.



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