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La insignia
17 de enero del 2003


Así vamos

Los problemas del plan Bush


Juan Castaingts Teillery (*)
La Insignia. México, 16 de enero.


Aparentemente el nuevo plan de reactivación económica del presidente G.W. Bush es lo suficientemente importante como para poder reimpulsar a la economía de los EEUU; hay sin embargo, un conjunto de problemas que pueden repercutir negativamente en la economía de EEUU y por ende en la mexicana.

Los elementos fundamentales del plan son: supresión de la imposición a los dividendos de los accionistas, creación de cheques personales para el empleo y alargamiento en el tiempo de las prestaciones para los desempleados. El plan pretende impulsar los gastos de las familias y tendrá un costo calculado de 674 millardos (miles de millones) de dólares en 10 años. El elemento principal es la abolición al impuesto sobre dividendos de los accionistas que se calcula costará cerca de la mitad del programa, es decir, alrededor de 300 millardos.

No hay duda de que un elemento central en la economía de los EEUU es el consumo que realizan las familias, ya que por el hecho de que los EEUU dependen poco del extranjero, un incremento en el consumo interno repercute en forma multiplicada sobre el ingreso nacional de tal país. El argumento es válido aunque tiene un corte keynesiano y cuando se trata de aplicarlo en los países de América latina, los centros económicos internacionales y de los propios EEUU lo rechazan inmediatamente caracterizando dicho pensamiento como "populista".

El problema es que este plan es a la vez injusto y peligroso. Es injusto porque el grueso de los beneficios económicos que se derivan de él se van a concentrar en muy pocas manos que son las de los más ricos. El periódico español El País señalaba en su edición del 8 de enero, que según dos centros de análisis independientes: la Brookings Institution y el Urban Institute, el 1% de los contribuyentes más ricos recibiría el 42% de los 300 millardos de la supresión del impuesto a los dividendos de los accionistas. Es cierto que un fuerte porcentaje de la población de EEUU es en alguna manera, propietaria de acciones de empresas, pero lo fundamental es que un porcentaje muy bajo de la población es el que tiene la enorme mayoría de ellas y por ende, ellos serán los principales beneficiarios.

El plan es además peligroso por varias razones:

1.- En menos de dos años de gobierno, el presidente Bush ha cambiado completamente la situación del presupuesto de los EEUU. Heredó una situación ampliamente superavitaria ya que en los cuatro años anteriores a su mandato, el presupuesto de los EEUU tuvo un saldo ampliamente positivo. Desde el inicio de su mandato la situación cambió y el presupuesto se hizo deficitario. En el 2002 llegó a los 159 millardos, lo que corresponde a una cifra similar a la deuda externa mexicana, la cual es enorme. Claro está que los EEUU es una economía mucho más grande que la nuestra pero aún así, dada la fragilidad del dólar no puede durar mucho tiempo con esos déficit sin que haya repercusiones negativas tanto sobre su economía como sobre su moneda. Si con el nuevo plan los gastos se aumentan y los ingresos se reducen, el déficit en el año en curso será sensiblemente mayor.

2.- Las tasas de interés pueden aumentarse como consecuencia del plan propuesto. Los norteamericanos se caracterizan por dos hechos importantes: no ahorran y están sobre-endeudados. No es el ahorro (casi inexistente) de los estadounidenses el que financia el déficit de su gobierno, sino que es el ahorro externo el que lo hace. Mientras el dólar era una moneda que iba el alza y pagaba tasas reales de interés atractivas y mientras que las otras monedas el yen y el euro tenían problemas e inestabilidades, no era extraño que los EEUU recibiesen un elevado flujo de capitales que impulsaba su bolsa hacia arriba, financiaba al gobierno y a sus empresas y mantenía el dólar al alza. El inicio de la crisis económica condujo a que la FED bajase las tasas de interés; esto junto con la recesión condujo a que el dólar perdiese fuerza sobre todo frente al Euro. El ahorro externo puede disminuir. Además, ante la carencia de ahorro interno y la creciente demanda de dinero por parte del gobierno, las tasas de interés se impulsan al alza.

3.- Si la guerra con Irak o con Corea no fuese rápida y contundente, las consecuencias serían nefastas sobre el déficit y las tasas de interés.

4.- Si la economía no repunta un escenario de estancamiento económico con incremento en las tasas de interés, puede empujar a los EEUU a una nueva recesión.

5.- Cualquier incremento en las tasas de interés en EEUU es fuertemente negativo para México.



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